Compartimos este análisis que permite comprender el principio de acuerdo entre la Argentina y el FMI en clave geopolítica.

Por Walter Formento[1], Juan Constant[2], Sebastián Schulz[3]  y Ernesto Mori[4]

Finalmente, el viernes 28 de enero el gobierno argentino, entre corridas cambiarias y reservas en rojo, anunció que se había llegado a un entendimiento para firmar un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) refinanciando el crédito extraordinario Stand-By 2018 por uno nuevo de Facilidades Extendidas de dos años y medio de duración, con los primeros pagos que serían a los cuatro años y se extenderían hasta diez. Lo también extraordinario de este nuevo empréstito es que sería sin reformas estructurales y sin condicionamientos al crecimiento y al sendero fiscal que ponderó el gobierno el 10 de diciembre de 2019 frente al pueblo argentino y ratificó el 7 de enero de 2022 junto a gobernadores. En un país con reservas escasas y un contexto global de volatilidad e inflación internacional creciente, un principio de acuerdo con el organismo financiero multilateral de mayor peso geopolítico, que descomprime una situación de extrema incertidumbre es, de mínima, positivo.

En un artículo reciente[5] señalábamos que el Fondo Monetario Internacional no es ni funciona como un banco, es decir, como una institución que presta parte del ahorro de sus clientes para, mediante una tasa de interés, financiar y obtener ganancias. Por el contrario, el FMI es una organización internacional política de poder que, en definitiva, impone o intenta imponer los intereses estratégicos de las fuerzas que lo constituyen, disputan y conducen. Concretamente, los dos grandes actores/fracciones unipolares (continentalistas y globalistas) que tienen asiento en los Estados Unidos, que posee el 16,8% de los votos del FMI, lo que en la práctica le otorga el “derecho a veto” en las decisiones del organismo[6]. El FMI tiene también entre sus filas a funcionarios y técnicos provenientes de bancos internacionales y de fondos financieros de inversión global, tristemente conocidas como las “puertas giratorias”[7] del FMI.

Al ser el Fondo Monetario Internacional una institución financiera de carácter político, sus “programas” son, en las formas, contractual-financieros, pero en el contenido son profundamente geopolítico-estratégicos. Esa es una de las claves para entender el conflicto actual de Argentina con el Fondo. Así, mediante la “gestión” de los procesos de endeudamiento y desendeudamiento de los países, el organismo pretende “administrar” sus políticas (internas y externas) y sus economías. Ya en un artículo anterior nos referimos a cómo la deuda externa es una continuidad de la guerra y viene a consolidar en lo cotidiano la situación de derrota o subordinación de un país frente a los grandes proyectos estratégicos en pugna a nivel global[8]. Las condiciones de la Deuda, esa que le impone el acreedor (potencias o transnacionales financieras) al deudor, hacen al modo en que las condiciones de la dominación se imponen. Estas serán primero económicas en lo financiero, para luego serlo en lo industrial desindustrializando, en lo comercial importando, en lo cultural prefiriendo lo importado, en lo estratégico siendo parte de la destrucción de las capacidades de ejercer soberanía propia nacionales-sudamericanas. Ahora bien, el problema se vuelve más complejo cuando avanzamos reconociendo los distintos proyectos de poder que se expresan al interior del FMI, así como en otros organismos internacionales.

Estados… ¿Unidos?

Para comprender mejor los intentos de algunos actores importantes en el FMI por imponer condiciones de derrota a la Argentina (devaluación, déficit cero, bloquear emisión y subir tasas de interés[9], todo en el corto plazo), así como también de aquellos sectores en Estados Unidos que promueven un acuerdo “suave”, es preciso entender el profundo enfrentamiento de fuerzas al interior de los Estados Unidos, y cómo esta disputa se instituyó (a nuestro pesar) en un préstamo Stand-By durante la segunda mitad del gobierno de Mauricio Macri en 2018-2019.

La crisis de poder en el núcleo central del sistema hegemónico mundial, Estados Unidos, se materializa en una fractura, en el seno de las oligarquías financieras entre al menos tres proyectos político-estratégicos, que sacude al país del norte, a las instituciones financieras internacionales (como el FMI) y al conjunto del aparato político-institucional a nivel global.

Por un lado, 1) las fracciones de capital globalistas angloamericanas transnacionales (fuertes en las citys financieras de Wall Street, Londres, Hong Kong, entre otras), que expresan a los megabancos y fondos financieros de inversión globales, coordinadas y conducidas desde el Banco Internacional de Pagos en Suiza. Sus naves insignias son el HSBC, el Citigroup, el Santander, y otras corporaciones como la Shell, Turner, CNN y, cada vez con mayor presencia, las grandes corporaciones de las telecomunicaciones como Facebook y Google. Estas fracciones son las que operan desde la mayor parte de los Bancos Centrales del mundo y ejercen el control estratégico de la OTAN y la CIA, desde las cuales realizan sus maniobras de inteligencia. Este esquema de poder volvió a ocupar la presidencia de los Estados Unidos a partir de la victoria de Joe Biden, Kamala Harris, Antony Blinken y Nancy Pelosi, y está mediado políticamente (en gran medida) por el Partido Demócrata estadounidense. Estos sectores financieros transnacionales son los más dinámicos dentro del capitalismo contemporáneo, su tablero es el planeta todo.

Por otro lado, y enfrentados profundamente con los globalistas, 2) el bloque de poder continentalista o americanista de las corporaciones multinacionales con centro en Estados Unidos. Sus naves insignias son el Bank of América, la JP Morgan, la Goldman Sachs, grandes corporaciones petroleras como la ESSO de los Rockefeller y la Exxon Mobil, además de la cadena FOX. Dado su umbral de poder, este proyecto estratégico está más contenido dentro de la territorialidad de estado-nación de país central con proyección regional (ALCA, T-MEC), y están expresados políticamente en el núcleo más conservador del Partido Republicano de George W. Bush, Mike Pence, John Bolton, Rex Tillerson, Mike Pompeo, entre otros. Este proyecto es el que diseñó y hegemonizó las principales instituciones de posguerra, entre ellas el FMI, además de apalancarse en el complejo industrial militar con el Pentágono a la cabeza. Su estrategia a nivel regional recupera los principios básicos de la “Doctrina Monroe” de “América para los americanos”, considera a Latinoamérica como su “patio trasero” y opera en la región a partir de las Embajadas y el Comando Sur.

Por último, mucho más retrasadas, 3) las fracciones oligárquico-nacionalistas-industrialistas, sintetizadas en la figura de Donald Trump, expresión política del empresariado industrial mercadointernista, los sectores de capital derrotados con la globalización impulsada por las transnacionales, con eje en el complejo siderúrgico del llamado “cinturón industrial” o “del óxido”. Promueven una vuelta a la “grandeza” de la nación estadounidense e intentan articular al núcleo conservador de la población blanca y anglosajona (WASP). Entre las fracciones neoconservadoras continentalistas del Partido Republicano y los industrialistas expresados por Trump existen alianzas tácticas vinculadas al fuerte enfrentamiento de estas fracciones contra los sectores globalistas[10].

El declive relativo de la hegemonía angloamericana en el sistema mundial agudiza progresivamente la disputa interna entre las distintas fracciones financieras, de forma tal que en algunos artículos hemos caracterizado este proceso como una Perestroika norteamericana[11].

Una de las disputas entre continentalistas y globalistas es por el papel y control de los organismos e instituciones multilaterales (FMI, Banco Mundial, OMC, etc.), y por el rol que debe jugar Estados Unidos en las disputas internacionales de poder (adoptando una postura unipolar y unilateral o una postura unipolar pero multilateral)[12]. El globalismo, actualmente en el gobierno de Estados Unidos, pretende desarticular el poder de los sectores continentalistas y avanzar en cierto unipolarismo multilateral que diluya en la multilateralidad el poder de la fracción continentalista unilateral en estos organismos.

¿Qué grupos dominantes al interior de Estados Unidos impulsaron el crédito Stand-By a la Argentina y que propósitos estratégicos perseguían?

El crédito Stand-By por 57.000 millones de dólares que, traccionado desde la Casa Blanca de Trump-Pence, el FMI de Lagarde le dio al gobierno argentino de Mauricio Macri tuvo (y tiene) varios objetivos. El primero y más importante, es de carácter geopolítico. Es decir, el eje Trump-Pence-Lagarde-Macri delimitó una jugada estratégica que proyectaba dejar a la Argentina “sujeta” al esquema de poder continentalista en el marco de la disputa contra el globalismo pero también contra los proyectos multipolares que desde hace algunos años comenzaron a ascender a nivel mundial. De este primer objetivo geopolítico se desprende, encadenado, el segundo: desarticular las potencialidades y el rol de la Argentina como un articulador en una posible “segunda oleada” de integración regional autónoma para, de este modo, consolidar su estrategia de dominación sobre  Latinoamérica, terminar de hundir a la CELAC como espacio de coordinación (reposicionando a la OEA) y utilizar el eje Macri-Bolsonaro-Añez-Duque para avanzar sobre Venezuela y su propuesta emancipatoria y sobre los presidentes cercanos al globalismo (Piñera, Lacalle Pou, Lenin Moreno).

El endurecimiento de la posición de Estados Unidos y aliados. Segunda etapa en la negociación

Frente a la negativa de diciembre de 2021 de algunos países de peso en el FMI (Estados Unidos, Gran Bretaña. Canadá, Japón, Alemania, Australia y Polonia) de aceptar la propuesta argentina para avanzar en un acuerdo, podemos aventurarnos a pensar que nos encontramos en un nuevo momento de la negociación de la Argentina para refinanciar el préstamo Stand-By (STB) 2018 por 57.000 millones de dólares. Si la primera etapa de negociaciones (entre octubre y diciembre de 2021) se caracterizó (en la superficie) por la preponderancia de cuestiones “técnicas”, en esta segunda etapa el debate parece centrarse más en lo político.

Juan Domingo Perón decía que, “a fin de cuentas, la política, es la política internacional”. Así se ordena la planificación de un proyecto nacional y las energías vivas del pueblo para llevarlo adelante, en función de rigurosos diagnósticos de relaciones locales, regionales y mundiales/globales, desde los cuales se emprenden las acciones. Retomando ese legado, para comprender geopolíticamente el “problema” de la deuda externa argentina, nos preguntamos ¿cómo es hoy ese mundo de las relaciones internacionales, en el cual se desarrolla la negociación con el FMI? ¿Qué proyectos “juegan” al interior del propio FMI y como esto impacta en la negociación que lleva la Argentina con el organismo?

 Crisis hegemónica del polo angloamericano de poder

A esta altura de la historia, un enorme conjunto de evidencias empíricas muestran un mundo muy diferente de aquel de hace 20 o 30 años atrás, en donde Estados Unidos era la expresión indiscutible del hegemón. En un artículo reciente[13], reflexionamos respecto a la crisis y transición histórico-espacial contemporánea subrayando que el siglo XXI, desde sus inicios, muestra una agudización de las tensiones y disputas geopolíticas, la emergencia de nuevos actores de poder con proyección regional y global, nuevas correlaciones de fuerzas internacionales que se traducen en desplazamientos y reconfiguraciones geoeconómicas y geopolíticas de escala universal. Algunos de estos movimientos “tectónicos” se observan en la creciente pérdida de gravitación internacional del eje occidental unipolar atlantista y del ascenso de los multipolarismos, con centro en el Asia Pacífico (China, Rusia, India, Irán, entre otros), que redefinen el mundo de relaciones que conocíamos, por lo menos desde la Perestroika o caída de la Unión Soviética.

Ahora bien, ¿esto que tiene que ver con que Argentina se vea encerrada (al filo del default) renegociando una deuda vieja por una nueva con el FMI y, en principio (hasta el 28 de enero), con la negativa y endurecimiento de posiciones por parte de un grupo de países entre los que sobresale Estados Unidos?

Una cuestión de prioridades

A pesar de las grietas, disputas y enfrentamientos en el seno del bloque angloamericano occidental y en Estados Unidos en particular, no podemos pasar por alto que existen ciertos acuerdos tácticos en el “estado profundo” norteamericano respecto a grandes objetivos geopolíticos, entre los cuales se encuentra recuperar la hegemonía sobre América Latina, (re) subordinar a la región (tras los incipientes procesos de insubordinación[14] o desconexión[15] con integración regional autónoma de 2000 y 2015), aunque con estrategias, alianzas, formas y tiempos diferentes.

Para el continentalismo americanista, la prioridad máxima es (re)colonizar nuestro continente, pues sólo desde una fuerte sujeción de lo que consideran su “esfera de influencia directa” estas fracciones pueden sostener las esperanzas de ampliar su umbral de poder y detener su declive estratégico[16]. Estas son las razones que llevaron a estos sectores a impulsar el crédito a Macri al interior del FMI, los que traccionaron a Jair Bolsonaro en Brasil y los que diseñaron (desde las Embajadas y la OEA) el golpe de Estado a Evo Morales en Bolivia.

Para el proyecto político-estratégico del globalismo (en situación de ascenso estratégico, aunque perdiendo iniciativa desde la crisis de Hong Kong en 2020-2021), si bien la subalternación de Latinoamérica es un objetivo importante, su prioridad está puesta en resolver favorablemente la interna en Estados Unidos para retomar su ofensiva sobre China en el Asia-Pacífico y desde la OTAN sobre Ucrania (para romper la alianza entre Rusia y Europa), en la disputa geopolítica central abierta y directa con el multipolarismo (en ascenso estratégico y con fuerte iniciativa).

 FMI y la encrucijada argentina

Tras el Informe[17] que el FMI publicó en su página oficial el 10 de diciembre de 2021, luego de una semana de análisis de “los números” de la propuesta argentina, el organismo señaló que hubo avances, pero que las “diferencias” sobre el horizonte fiscal serían (supuestamente) las que no permitieron arribar a un acuerdo de partes en diciembre. En realidad, lo que se ocultaba tras las “diferencias técnicas” que señala el staff del FMI, es la estrategia política (unipolar y unilateral) de la fracción continentalista que pretende dejar a la Argentina (y a América Latina) bajo su dominio, bloqueando la posibilidad de ascenso de gobiernos de tendencias progresistas o nacional-populares. Por estas razones, el empantanamiento “relativo” de las negociaciones por un nuevo acuerdo, difícilmente encuentre resolución desde lo técnico, o incluso desde lo jurídico (a partir de la propuesta de llevar el reclamo a la Corte de La Haya), sino más bien desde lo político y lo geopolítico, como pareciera está sucediendo. El propio Ministro de Economía Martín Guzmán señalo que “no es una cuestión de visiones, sino de intereses en juego[18].

La negativa de la conducción política del FMI a la propuesta argentina proviene de los alfiles y peones del continentalismo americanista y de su esquema tradicional de alianzas, que hasta enero de 2022 permanecieron en  puestos ejecutivos claves dentro del organismo. Estos actores son los mismos que impulsaron e impusieron (ante la resistencia del resto de los representantes del FMI) el crédito Stand-By de Trump/Pence/Lagarde/Macri por 57.000 millones de dólares en 2018. Este conjunto de actores, a pesar de haber sufrido una derrota electoral en Estados Unidos a manos de los globalistas, hasta el 21 de enero de 2022 estuvieron representados por el n°2 del FMI, Geoffrey Okamoto (designado por Trump), y fue bajo la iniciativa de Okamoto que insistieron en que Argentina claudique en la demanda de soberanía nacional y acepte los términos de derrota y dependencia, en una especie de nuevo Tratado de Madrid[19] mediante la cual se intenta imponer una política estructural de ajuste y desindustrialización, como lo realizado en 1991, a través de Cavallo como superministro de Economía, expresando los intereses estratégicos de las potencias hegemónicas vencedoras en la llamada Guerra de Malvinas de 1982, Estados Unidos y Gran Bretaña. Cuando la Perestroika en desarrollo era la de la Unión Soviética en 1979-1982-1991.

Resumiendo, observamos que las fracciones continentalistas están obstinadas en imponer la derrota del proyecto nacional y popular en la Argentina (como condición necesaria para subordinar a su “patio trasero” y debilitar aún más a los intereses globalistas dentro de EEUU), mientras que las fracciones globalistas (al no ser su prioridad estratégica) son más flexibles (en principio) a arribar a un acuerdo de partes que debilite al continentalismo. Un ejemplo de esto se vio el 10 de enero de 2022, cuando un grupo de legisladores demócratas de Estados Unidos pidieron, mediante una carta a la actual Secretaria del Tesoro de los Estados Unidos Janet Yellen (cuadro del globalismo), que recomiende a los representantes norteamericanos en el FMI reconsiderar las sobretasas a la Argentina.

El rey está desnudo

Hay que entender que, si hasta el 28 de enero no había un principio de entendimiento para llegar a un acuerdo con el FMI, no era por razones técnico-económicas, sino geopolíticas. La situación devino del endurecimiento de ciertos sectores de poder norteamericano que intentaban imponer un paquete de ajustes intolerables e inaplicables en términos económicos y sociales, y cerrar de esta manera el plan que tenían cuando eran gobierno en los Estados Unidos. En la cúpula del FMI, fue el representante norteamericano y subdirector del organismo Geoffrey Okamoto, quien se opuso con mayor vehemencia a la propuesta argentina y quien “se levantó de la mesa de negociación” en diciembre de 2021, pretendiendo imponer la derrota mediante reformas estructurales y ajustes en tiempo récord. Hay que recordar que fue el mismo Okamoto quien dio la orden de que Estados Unidos sea el único país en no aprobar el informe ex post stand-by de 2018 del propio organismo el 22 de diciembre de 2021[20]. Fue también Okamoto, en 2018, cuando se desempeñaba como asesor del Ministro de Economía de Trump, Steven Mnuchin (un ex ejecutivo de Goldman Sachs), el encargado de subordinar al entonces representante norteamericano en el FMI[21], el demócrata David Lipton (hombre de Wall Street-globalista-, hoy asesor del tesoro de Janet Yellen), quien se oponía al crédito Stand-By de 2018 con esas características y magnitudes[22]. La salida de Geoffrey Okamoto como número 2 del FMI el 21 de enero de 2022, materializa la nueva correlación de fuerzas en Estados Unidos al interior del Fondo Monetario Internacional. En su lugar, asumió Gita Gopinath, una economista indo-norteamericana de perfil más académico que llega recomendada por el globalista David Lipton[23]. Esta situación implica negociar ahora con nuevos actores y, en consecuencia, el panorama puede ser otro.

Neutralización relativa del proyecto de las fracciones continentalistas en el FMI

Desde el 21 de enero, cuando finalizó la gestión de Okamoto (y unos días antes también), una variedad de “hechos” dan cuenta de un “nuevo de clima” en la negociación con el FMI, acontecimientos y declaraciones tales como las de la directora del organismo, Kristalina Georgieva el mismo día de la salida de Okamoto, recomendando a los países altamente endeudados en dólares reprogramar los vencimientos hacia adelante[24]; o las declaraciones de la flamante subdirectora del organismo Gita Gopinath en una rueda de prensa el 25 de enero de 2022 donde señaló, en relación a la negociación con Argentina, que “hay progresos y esperamos lograr aún más en los próximos días”[25]. También las declaraciones de algunos “fondos de bonistas extranjeros” como Monarch[26] o el grupo de los Exchange Bondholders[27] que apoyan a la Argentina y junto a los legisladores demócratas pidieron la reducción de las sobretasas del FMI[28]; o las palabras del subsecretario del Departamento de Estado norteamericano Bryan Nichols diciendo “nosotros esperamos que Argentina alcance un acuerdo con el FMI y deseamos apoyar ese proceso” [29]. También el informe ex post del Stand-By extremadamente crítico que publicó el propio FMI[30], y el recientemente publicado Working Paper de los especialistas de derecho financiero internacional quienes tipificaron el Stand-By de 2019 como Ultra Vires[31]. Asimismo, las recientes proyecciones de la Argentina que hizo el FMI en su informe “Perspectivas Económicas Globales” del 25 de enero 2022[32], que incluyó una mejora del 0,5% del crecimiento económico argentino tanto para este año como para el próximo, en relación a las estimaciones que el FMI realizara en su informe de octubre 2021. Otro hecho de que cabe subrayar se registró el 21 de enero de 2022, cuando el propio FMI confirmó la posibilidad de una “tercera opción” de carteras más multipolares, que puede institucionalizarse a través de un “Fondo de Resiliencia[33]. Una tercera alternativa de crédito propuesta por los países emergentes y las fuerzas multipolares en el FMI y en el G20, préstamos a veinte años con diez de gracia, con bajas tasas de interés y sin condicionamientos, frente a las dos opciones institucionalizadas en el FMI: los créditos de corto plazo Stand-By y los de largo plazo de Facilidades Extendidas[34].

Los “hechos” de las últimas semanas parecen mostrar que con la salida de Okamoto hay cierta neutralización relativa del proyecto estratégico de poder americanista-continentalista que habían avanzado bajo el gobierno de Macri-Bullrich-Carrió.

La Argentina es parte de un conflicto geopolítico de gran envergadura, y las acciones que lleve adelante nuestro país pueden contribuir a profundizar la crisis estructural tanto del proyecto continentalista neoconservador como del globalismo atlantista, ambos de carácter financiero unipolar, y fortalecer las alternativas multipolares que hoy están en ascenso estratégico a nivel global.

Hacia una salida multipolar

En este contexto de cosas, pareciera observarse un cierto alejamiento de la Argentina de los vectores del polo angloamericano y una inclinación estratégica nacional, popular y latinoamericana, a partir de una reponderación de la CELAC como espacio de coordinación estratégica regional y un mayor acercamiento de nuestro país a los proyectos multipolares encarados por China y Rusia. En este marco, en febrero de 2022 Alberto Fernández confirmó que viajará a China y Rusia, gira en la que el presidente tiene previsto firmar el Memorándum de Entendimiento para que Argentina ingrese a la Nueva Ruta de la Seda[35]. En abril de 2021, a su vez, Argentina formalizó su incorporación al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, una institución de carácter multipolar que ofrece financiamiento para obras de infraestructura en los países emergentes y en desarrollo.

Frente al endurecimiento de la posición norteamericana, principalmente de las fracciones continentalistas,  y sus aliados del G7 en el FMI (al parecer neutralizada) respecto a la propuesta argentina, creemos que cobra fuerza la posibilidad de retomar y articular una opción alternativa de carácter multipolar. En un trabajo anterior[36], donde reflexionábamos sobre el contexto internacional multipolar y los escenarios posibles, planteábamos que desde mediados de abril de 2021, tras la gira del Ministro de Economía Martín Guzmán y la Ministra de Salud Carla Vizzotti por Europa, que luego tuvo un paso por Rusia para cerrar los acuerdos para la producción de Sputnik V en nuestro país, comenzaron a circular en varios medios de comunicación supuestos procesos de negociación para la cesión de Derechos Especiales de Giro (la canasta de “monedas” del FMI) de Rusia a Argentina en calidad de préstamo. Si bien desde las autoridades nacionales nunca se confirmaron esas “negociaciones”, distintos medios especializados publicaron editoriales en ese sentido, señalando no solo la posibilidad de un acuerdo/préstamo ruso, sino también de que el mismo se amplie a otros países “amigos” como México e incluso China[37].  A pesar de la importancia de tamaña oportunidad, la misma dejó de aparecer en el debate mediático hasta mediados del mes de julio, tras la reunión del G20 en Venecia, donde nuevamente el ministro Guzmán mantuvo reuniones bilaterales con su par ruso Anton Siluanov y su par mexicano Arturo Herrera. Tras esta cumbre, nuevamente desde distintos medios de comunicación (tanto del continentalismo como del globalismo) prendieron sus alarmas frente a la posibilidad de que Argentina obtenga ayuda financiera de países que expresan la propuesta multipolar.[38].

A partir de agosto de 2021, tras votarse al interior del FMI la capitalización de los países integrantes del mismo, que acordó la colocación de 650.000 millones de dólares en DEG, de los cuales Argentina recibió 4.335 millones; retornó entonces, en el debate internacional, la posibilidad de avanzar con una nueva línea de créditos mediante la creación de un Fondo de Resiliencia (que finalmente se instituyo en el FMI en enero del 2022, y comenzaría a funcionar a partir de septiembre), así como de intercambios de préstamos/acuerdos bilaterales de DEGs.

El endurecimiento de las posiciones continentalistas/americanistas del FMI hasta el 21 de enero (último día de Okamoto en el organismo) pareciera haber funcionado como fuerza centrípeta al interior del frente electoral que gobierna la Argentina, acercando posiciones diferentes, además de haber ayudado también a traccionar decisiones de países de América Latina (principalmente, México, Chile, Venezuela, Cuba y Bolivia)[39] para que Argentina presida la CELAC, haciendo del problema de la deuda argentina con el FMI un problema latinoamericano, como subraya la declaración del organismo regional del 7 de enero de 2022[40]. Por otra parte, hacia fines de enero de 2022, se publicó una carta firmada por 10 expresidentes de América Latina[41] donde exigieron al FMI «la eliminación inmediata de los sobrecargos del préstamo» y denunciaron como ilegitimo el préstamo del Fondo al gobierno de Macri. También se sumó la voz del Papa Francisco, quien llamó a reducir «la carga de la deuda de las naciones más pobres» y reclamó “urgente un plan global que pueda crear nuevas instituciones o regenerar las existentes, especialmente las de gobernanza global, y que ayude a construir una nueva red de relaciones internacionales para avanzar en el desarrollo humano integral de todos los pueblos»[42]. Por su parte, el 26 de enero de 2022 se conoció que el Banco del Pueblo de China autorizaría a la Argentina a utilizar el swap de monedas que el país asiático tiene con nuestro Banco Central sin intereses para pagar parte de la deuda en caso de ser necesario[43].

Hasta ahora, los sectores derrotados políticamente en Estados Unidos pretendían imponer a la Argentina un acuerdo con el FMI de sometimiento, pero la derrota electoral de Trump de noviembre del 2020 recién se institucionaliza en el organismo multilateral el 21 de enero de 2022 con la salida de Okamoto, y una semana después ya vemos resultados.

El 28 de enero el gobierno argentino, al borde del default, entre corridas cambiarias y reservas en rojo, anunció que había llegado a un entendimiento para firmar un nuevo acuerdo con el FMI refinanciando el crédito extraordinario Stan-By 2018 por uno nuevo de Facilidades Extendidas de dos años y medio de duración, con los primeros pagos que serían a los cuatro años y se extenderían hasta diez. Lo también extraordinario de este nuevo empréstito es que sería sin reformas estructurales y sin condicionamientos al crecimiento y sendero fiscal que ponderó el gobierno el 10 de diciembre de 2019 en Plaza de Mayo frente al pueblo argentino y ratificó el 7 de enero de 2022 junto a gobernadores en el Museo del Bicentenario de la Casa de Gobierno.

En un contexto global de volatilidad financiera, inflación internacional creciente y  en vísperas de varias subas de la tasa de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, para un país con escasas reservas, un principio de acuerdo, con el organismo multilateral de mayor peso geopolítico, que descomprime una situación nacional de extrema incertidumbre es, de mínima, positivo.

Por supuesto, que exista un entendimiento para refinanciar el Stan-By 2018, no significa en absoluto que el país haya recuperado su soberanía y se desprenda de las injerencias del organismo, sino que -en principio- se logró desarticular desde la política (interna-externa) el dispositivo de derrota. Seguimos bajo la órbita de una organización internacional política de poder que impone o intenta imponer los intereses estratégicos de los actores que la constituyen, disputan y conducen. Pero lo nuevo es que tanto el continentalismo como el globalismo se encuentran en una profunda y creciente confrontación interna, mientras que el multipolarismo gana grados de libertad y adquiere cada vez más peso, incluso en el FMI.

El panorama hacia el futuro es complejo, resta observar si se imponen los intereses del llamado “estado profundo” norteamericano o si las disputas al interior del propio Estados Unidos y los mayores  niveles de poder de los proyectos multipolares en la balanza internacional, habilitan las condiciones para que la Argentina logre seguir construyendo una salida lo más auspiciosa posible, que garantice un sendero de desarrollo con justicia social, independencia económica, soberanía política e integración regional, enmarcado en un proceso de transición a una multipolaridad del siglo XXI, de características pluriversales y donde el diálogo de civilizaciones prime por sobre los proyectos financieros unipolares.

[1] Director del Centro de Investigaciones en Política y Economía (CEPE-CLACSO), Secretario del Observatorio Internacional de la Crisis, Sociólogo, Profesor de la Universidad Nacional de La Plata. Contacto: walterformento111@yahoo.com.ar.

[2] Sociólogo, docente de la FHyCS y de la FCE de la UNJU. Investigador del Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE-CLACSO). Contacto: juanl.constant@gamil.com.

[3] Sociólogo. Becario Doctoral del CONICET. Investigador del Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE-CLACSO). Contacto: jsschulz@gmail.com.

[4] Cursa estudios de Educación en Ciencias Sociales, Perú. Investigador del Centro de Investigaciones en Política y Economía (CIEPE-CLACSO). Contacto: elvismori@gmail.com

[5]FMI y la primacía de lo (geo)político”, por Juan Constant. Disponible en: https://www.jujuydice.com.ar/noticias/opinion-8/fmi-y-la-primacia-de-lo-geo-politico-51569

[6] Para aprobar una decisión en el organismo, se debe contar con el 85% de los votos afirmativos de sus miembros, por lo que el 16,5% de poder de voto le otorga a Estados Unidos un “derecho a veto” tácito.

[7] Oglietti, G. y Vergara, L. (2021) A Fondo con(tra) Latinoamérica. Las razones que explican el fracaso del FMI en la región. CELAG. Disponible en: https://www.celag.org/wp-content/uploads/2021/08/2021-08-05-cae-fmi.pdf

[8] Formento, W. y Dierckxsens, W. (2020). “Deuda externa, dependencia estratégica y crisis mundial”. Disponible en: https://ciepe.com.ar/deuda-externa-dependencia-estrategica-y-crisis-mundial/.

[9] «Bonos cayeron hasta 3% y Riesgo País alcanzó máximos de un mes, en medio de diferencias con FMI«. Ámbito Financiero, 06/01/2022. https://www.ambito.com/finanzas/riesgo-pais/bonos-cayeron-3-y-alcanzo-maximos-un-mes-medio-diferencias-fmi-n5347547

[10] También existen sectores progresistas al interior de la política norteamericana, expresados por el sector no neoliberal del Partido Demócrata de Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders. Un análisis más detallado de los proyectos estratégicos en pugna en Estados Unidos puede encontrarse en: Formento, W. y Merino, G. (2011) Crisis financiera global La lucha por la configuración del orden mundial, Ed. Continente y Formento, W. y Dierckxsens, W.. (2020). Trump vs. Biden 2020: Estado Nacional vs. Estado Global, Centro de Investigaciones en Política y Economía. En este trabajo solo presentamos brevemente cada proyecto por una cuestión de espacio.

[11] Formento, W. y Dierckxsens, W. (2020) 2020. Una Perestroika Norteamericana. Dossier Geopolítico. Disponible en: https://dossiergeopolitico.com/2019/10/15/2020-una-perestroika-americana-1/

[12] Merino, G. (2016). «Tensiones mundiales, multipolaridad relativa y bloques de poder en una nueva fase de la crisis del orden mundial. Perspectivas para América Latina». Geopolítica(s) 7(2) 2016: 201-225

[13] Schulz, S. (2020). “Crisis sistémica del orden mundial, transición hegemónica y nuevos actores en el escenario global”. Centro de Investigaciones en Política Internacional, CIPI, Cuba. http://www.cipi.cu/schulz

[14] Gullo, M. (2015) “Insubordinación Fundante. Breve historia de la construcción del poder de las naciones”. Disponible en: http://www.elperroylarana.gob.ve/wp-content/uploads/2016/12/la_insubordinacion_fundante.pdf

[15] Amin, S. (1988) “La Desconexión. Hacia un sistema mundial policéntrico”. Ediciones Colihue, 1989

[16] Formento, W. (2018). “Crisis mundial. Un abordaje desde los esquemas de poder político-estratégico”. Disponible en: http://jornadassociologia.fahce.unlp.edu.ar/x-jornadas/actas/FormentoPonMesa9.pdf

[17]Declaración del equipo del FMI sobre Argentina”, 10 de diciembre de 2021. Disponible en: https://www.imf.org/es/News/Articles/2021/12/10/pr21371-imf-mission-team-statement-on-argentina

[18] «Guzmán: La diferencia con el Fondo es un programa de ajuste versus uno de crecimiento«. Telam, 05 de enero de 2022. https://www.telam.com.ar/notas/202201/580028-guzman-negociacion-fmi.html

[19] El Tratado de Madrid de 1990 fue la imposición de condiciones luego de la derrota de Malvinas, donde al proyecto nacional sudamericano hispanoamericano se le impusieron las condiciones del proyecto conjunto de ambas facciones anglo-financieras (anglo-americano y anglo-holandés), aunque con contradicciones entre ambas. Es el momento de ejecución de la destrucción de las capacidades estratégicas soberanas industriales, científicas y tecnológicas.

[20] «FMI: EEUU votó en contra del informe sobre stand by (dato clave)«, Ámbito Financiero, 07 de enero de 2022. Disponible en: https://www.ambito.com/economia/fmi/eeuu-voto-contra-del-informe-stand-by-dato-clave-n5348001

[21] «Optimismo (leve) en la negociación con el FMI: se va Okamoto (un duro)«, Ámbito Financiero, 12 de enero de 2022. https://www.ambito.com/economia/fmi/optimismo-leve-la-negociacion-el-se-va-okamoto-un-duro-n5350339

[22] «Estados Unidos es el principal responsable, se lava las manos y exige más ajuste«, Página 12, 27 de enero de 2022. https://www.pagina12.com.ar/394175-estados-unidos-es-el-principal-responsable-se-lava-las-manos

[23] «La Casa Blanca sorprendida por la designación de Gita Gopinath como N°2 del FMI«. El Economista, 09 de diciembre de 2021. https://eleconomista.com.ar/internacional/la-casa-blanca-sorprendida-designacion-gita-gopinath-como-n2-fmi-n48666

[24] «Guiño a la Argentina: la titular del FMI dijo que los países endeudados «actúen ahora» para reprogramar los vencimientos«. Ámbito Financiero, 21 de enero de 2022. https://www.ambito.com/economia/fmi/guino-la-argentina-la-titular-del-dijo-que-los-paises-endeudados-actuen-ahora-reprogramar-los-vencimientos-n5355604

[25] «El FMI habla de un inminente progreso en la negociación con Argentina«. La Política Online, 25 de enero de 2022. https://www.lapoliticaonline.com/economia/el-fmi-habla-de-un-inminente-progreso-en-la-negociacion-con-argentina/

[26] «Sobrecargos del FMI: llega un sorpresivo apoyo de un rival para ahorrar u$s 10.000 millones«. Cronista, 21 de enero de 2022. https://www.cronista.com/economia-politica/sobrecargos-del-fmi-llega-un-sorpresivo-apoyo-de-un-antiguo-rival-de-la-argentina/

[27] «Bonistas privados respaldan a Guzmán en el reclamo para quitar los sobrecargos del FMI«, La Política Online, 21 de enero de 2022. https://www.lapoliticaonline.com/economia/156807/

[28] «Diputados demócratas le piden al Tesoro de EE.UU. que el FMI baje las sobretasas«, TN, 10 de enero de 2022.  https://tn.com.ar/economia/2022/01/10/diputados-democratas-le-piden-al-tesoro-de-eeuu-que-el-fmi-baje-las-sobretasas/

[29] «Otro hombre clave de Biden habló de la negociación de Argentina y el FMI: Queremos apoyarlos”, Infobae, 20 de enero de 2022. https://www.infobae.com/politica/2022/01/21/otro-hombre-clave-de-biden-hablo-de-la-negociacion-de-argentina-y-el-fmi-queremos-apoyarlos/

[30] «Los principales puntos del informe del FMI sobre Argentina«, BAE, 23 de diciembre de 2021. https://www.baenegocios.com/economia/Los-principales-puntos-del-informe-del-FMI-sobre-Argentina-20211223-0032.html

[31] «The IMF’s 2018 Stand-By Arrangement with Argentina: An Ultra Vires Act?«. Karina Patricio Ferreira Lima, 10 de enero de 2022. https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=4004595

[32]Una recuperación mundial trastocada”, por Gita Gopinath. Fondo Monetario Internacional, 25 de enero de 2022. https://www.imf.org/es/News/Articles/2022/01/25/blog-a-disrupted-global-recovery

[33] «El FMI detalló las condiciones para la «tercera línea» soñada por Cristina Kirchner, a 20 años y con tasas más bajas: ¿Argentina aplica?«. Cronista, 21 de enero de 2022. https://www.cronista.com/economia-politica/el-fmi-detallo-las-condiciones-para-la-tercera-linea-sonada-por-cristina-kirchner-a-20-anos-y-con-tasas-mas-bajas-argentina-aplica/

[34] Los créditos “Stand-By”, son una de las dos líneas crediticias del FMI, con una duración máxima de 3 años y un período de reembolso de entre 3 y 5 años, generalmente son sin condiciones y enfocados hacia objetivos específicos La otra línea de empréstitos que otorga el organismo multilateral son los créditos llamados de “Facilidades Extendidas” con una duración de 4 años y medio a 10 años, tienen la ventaja de estar financiados en más largo plazo pero la desventaja de una carga de condicionalidades estructurales más fuerte.

[35] «China seduce a casi todo el mundo con La Nueva Ruta de la Seda«, Página 12, 3 de enero de 2022. https://www.pagina12.com.ar/392359-china-seduce-a-casi-todo-el-mundo-con-la-nueva-ruta-de-la-se

[36] «La deuda externa Argentina, límites y oportunidades«, Juan Constant, http://jornadasdesociologia2021.sociales.uba.ar/wp-content/uploads/ponencias2021/1586_104.pdf

[37] «Entre los DEG del FMI y los primeros indicios de la segunda ola«, El Economista, 29/03/2021. https://eleconomista.com.ar/economia/entre-deg-fmi-primeros-indicios-segunda-ola-n42299

[38] «Argentina quiere conseguir una porción mayor de los DEG del FMI«, Clarín, 19/07/2021. https://www.clarin.com/economia/argentina-quiere-conseguir-porcion-mayor-deg-fmi_0_N3-QMNRZe.html; «Argentina votó a favor de la nueva asignación de DEG del FMI«, El Economista, 20/07/2021, https://eleconomista.com.ar/2021-07-argentina-asignacion-de-deg-del-fmi/; «Tratativas secretas con Rusia: el Gobierno negocia préstamos bilaterales para pagarle USD 19.000 millones al FMI«, Infobae, 09/07/2021, https://www.infobae.com/economia/2021/07/09/tratativas-secretas-con-rusia-el-gobierno-negocia-prestamos-bilaterales-para-pagarle-usd-19000-millones-al-fmi/; «Kohan: Hay intenciones de negociar un préstamo de Rusia para pagar los vencimientos del FMI en 2022«, Marcelo Longobardi, 09/07/2021, https://marcelolongobardi.cienradios.com/kohan-hay-intenciones-de-negociar-un-prestamo-de-rusia-para-pagar-los-vencimientos-del-fmi-en-2022/; «¿Conviene que el kirchnerismo imponga su agenda económica?«, Perfil, https://www.perfil.com/noticias/amp/economía/ conviene-que-el-kirchnerismo-imponga-su-agenda-económica-por-gabriel-rubinstein.phtml.

[39] «Argentina asumió la presidencia de la CELAC, un organismo crítico de Estados Unidos, con apoyo especial de Venezuela y Nicaragua«, Cronista, 07/01/2022, https://www.cronista.com/economia-politica/argentina-asumio-la-presidencia-de-la-celac-un-organismo-critico-de-estados-unidos/

[40] «Comunicado de Prensa Conjunto Argentina – México CELAC 2022«, CELAC, 7 de enero de 2022. https://www.cancilleria.gob.ar/es/actualidad/noticias/comunicado-de-prensa-conjunto-argentina-mexico-celac-2022

[41] Entre los cuales se encuentran el expresidente Lugo (Paraguay), Lula y Dilma (Brasil), Jose Luis Rodriguez Zapatero (España), Evo Morales (Bolivia), Ernesto Samper (Colombia), Rafael Correa (Ecuador), Manuel Zelaya (Honduras) y Leonel Fernandez (República Dominicana).

[42] «En medio de la negociación, el Papa le mandó una carta al FMI con un guiño a la Argentina«, La Política Online, 09/01/2022. https://www.lapoliticaonline.com/economia/francisco-le-mando-una-carta-al-fmi-y-al-banco-mundial-con-un-guino-sutil-a-la-argentina/

[43]Argentina Asks China to Expand Yuan Swap to Strengthen Reserves”, Bloomberg, 26 de enero de 2022. https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-01-26/argentina-asks-china-to-expand-yuan-swap-to-strengthen-reserves?utm_source=google&utm_medium=bd&cmpId=google