Los católicos del grupo LGBT buscan igualdad de derechos e igualdad de bendiciones.

De izquierda a derecha Kathleen Sullivan, Thomas Moulton, Brendan Fay , James Osbourn, Chris Alberti, Mitch Kalaminsky. CRÉDITO DE LA FOTO GARY RISSMAN

De izquierda a derecha. En el evento del orgullo católico LGBT: Richard Ferrara, Aeffia Feuerstein, Brendan Fay. CRÉDITO DE LA FOTO GARY RISSMAN

Los neoyorquinos católicos del grupo LGBTQ se concentraron frente a la Catedral de San Patricio el domingo del Orgullo (27 de junio). Es una tradición que se remonta a 1984, cuando los miembros de DIGNITY NY acabaron ganando el derecho legal a estar presentes en la Catedral cada domingo del mes del orgullo.

El sonido del grupo cantando: «¡Igualdad de derechos! ¡Justicia para los trabajadores católicos!» y los himnos, All Are Welcome, We Shall Overcome y Ubi Caritas resonaron en la 6ª Avenida a través de las puertas abiertas de la Catedral. Los agentes de la policía de Nueva York y los católicos que salían del templo después de la misa matutina miraban sorprendidos a los activistas LGBT que rezaban y cantaban.

«Estamos aquí en oración, orgullo y protesta dando testimonio del amor y la justicia», dijo Brendan Fay, organizador de la manifestación. «Honramos el amor de las parejas del mismo sexo y de nuestras familias. Hemos «salido» del closet y buscamos vivir más honesta y abiertamente.  Pedimos igualdad para las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGBT) no sólo en la sociedad civil, sino dentro de nuestra iglesia católica».

Fay destacó el documento del Vaticano que prohíbe las bendiciones de la Iglesia a las parejas del mismo sexo. Llamado responsum, el documento emitido el 15 de marzo por la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) y aprobado por el Papa Francisco reforzó la posición oficial del Vaticano de que es «ilícito» que los sacerdotes bendigan uniones del mismo sexo.

Reunidos tras la pancarta del arcoíris con la palabra DIGNIDAD en negrita, símbolo universal de la igualdad LGBT diseñado por Gilbert Baker, el grupo pidió la reforma de la doctrina eclesiástica que sigue rechazando a la homosexualidad como un «trastorno intrínseco y que se opone al matrimonio entre personas del mismo sexo».

Fay dijo: «La Iglesia bendice a animales de granja, casas, coches y gatos. Sin embargo, el amor de las parejas del mismo sexo se califica como pecado e indigno de una bendición. Esta es una teología que deja un rastro de dolor y daño». 

Thomas Moulton, un hematólogo oncólogo pediátrico dijo «los estudios destacan la relación entre las enseñanzas religiosas anti-LGBT y niveles más altos de angustia y las tasas de suicidio entre los jóvenes LGBT». También expresó su preocupación con respecto a la reciente charla de los obispos de EE. UU de excluir a los líderes católicos como el presidente Biden de la Santa Comunión.  «Invitamos a los líderes de la Iglesia a unirse al diálogo, a dar testimonio de parejas comprometidas en el amor y a apoyar a los jóvenes LGBT».

El organizador Tom McLoughlin pidió una ayuda compasiva para los jóvenes transgénero en cada parroquia y para los jóvenes LGBT sin hogar.

Los activistas sostenían imágenes de los sacerdotes católicos pioneros P. Mychal Judge y P. John McNeill. McNeill fue un teólogo y psicoterapeuta jesuita abiertamente gay, autor del innovador libro «La Iglesia y el homosexual» publicado en 1976, en el que cuestionaba las enseñanzas de la Iglesia sobre la homosexualidad que, según él, fomentaban la violencia y los prejuicios. Fay dirigió la película sobre la vida de McNeill, «Taking a Chance on God». El padre Mychal Judge, fallecido el 11 de septiembre, fue recordado por su compasión durante la crisis del sida y su ministerio con DIGNTY.

Kathleen Sullivan dijo que ella y su marido Blaise estaban orgullosos de apoyar a sus compañeros católicos LGBT. «Estoy aquí con ustedes en amor y apoyo. Aunque como católica me parece vergonzoso que el sacerdote que saludaba a los feligreses nos diera la espalda durante los 30 minutos que estuvimos allí. Se sintió como un rechazo a la enseñanza más básica de Cristo: que Dios es amor. Necesitamos que sea sobre el amor».

Sosteniendo un ICONO polaco de la Virgen del arcoíris – María «Madre de todos», el grupo rezó por las comunidades LGBT de Polonia, México, Hungría y de todo el mundo.

Fay dijo: «Ser neutral o guardar silencio en este momento de la historia es participar en nuestra propia supresión y en nuestra condición de segunda clase.  Extendiendo la mano de la amistad y la solidaridad con nuestras comunidades LGBT en todo el mundo, nos levantamos juntos y alzamos nuestras voces por la igualdad y la justicia, el amor y la liberación».

«Trabajamos apasionadamente para que llegue el día en que la exclusión y la discriminación sean historia y nuestra Iglesia sea un lugar en el que las personas LGBTQ sean acogidas, nuestras historias sean escuchadas y nuestros matrimonios y nuestras familias sean bendecidos y afirmados como buenos».

Fay concluyó: «La valentía y la visibilidad de la comunidad LGBTQ mundial está transformando poco a poco a la Iglesia católica en una comunidad más honesta y acogedora».


Traducido al español por: Nathaly Peñaloza P.