En Afganistán, al menos 15 personas murieron y decenas más resultaron heridas después de que un importante hospital militar ubicado en la ciudad capital de Kabul fuera atacado con disparos y dos explosiones. Ningún grupo se ha atribuido la responsabilidad por el ataque, pero testigos dijeron ver a combatientes del Estado Islámico enfrentándose a los talibanes. Esta última escalada de violencia se produce después de que Naciones Unidas advirtiera que, a menos que se tomen medidas urgentes para evitarlo, Afganistán está a punto de sumirse en la peor crisis humanitaria del mundo. Algunas familias desplazadas por el conflicto han estado viviendo en tiendas de campaña, al tiempo que la comida sigue siendo escasa y el frío invernal se asienta en el país. Estas fueron las palabras expresadas por Halima, una mujer desplazada en Kabul.

Halima: “Hasta ahora han nacido entre cuatro y cinco bebés aquí, que luego murieron a causa del frío. Ayer, un anciano y un niño que salieron a la calle para ganar dinero y comprar comida tuvieron un accidente automovilístico y murieron. Estamos viviendo situaciones muy difíciles”.