Un tribunal popular condenó hoy aquí a Estados Unidos por crímenes de guerra cometidos en nombre de la lucha contra el terrorismo, y exigió la liberación del fundador de WikiLeaks Julian Assange.

La vista simbólica fue organizada por la Internacional Progresista a una semana de que la justicia británica escuche la apelación presentada por los fiscales estadounidenses contra la negativa de una jueza local a extraditar al periodista australiano.

Estados Unidos quiere juzgarlo por divulgar en el portal WikiLeaks miles de archivos secretos que revelan crímenes de guerra cometidos por sus militares en Afganistán e Iraq.

Assange está encerrado en una cárcel de máxima seguridad de Londres desde que el gobierno de Ecuador lo entregó a la policía británica en abril de 2019, luego de siete años de asilo.

Tras un juicio de cuatro semanas de duración celebrado en Londres en septiembre pasado, la magistrada Vanessa Baraitser se rehusó a entregarlo a la justicia estadounidense por temor a que atente contra su vida, pero los fiscales norteamericanos apelaron la decisión.

La vista de apelación tendrá lugar en un tribunal superior a finales de la semana próxima, y de prosperar la orden de extradición, Assange podría ser condenado a 175 años de prisión en Estados Unidos, en virtud de los 17 cargos de espionaje que se le imputan.

Assange cometió el delito de periodismo en primer en grado, aseguró este viernes el exanalista informático norteamericano Edward Snowden, quien se asiló en Rusia tras revelar información clasificada de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense.

Mediante videoconferencia desde Moscú, Snowden resaltó ante el Tribunal de Belmarsh, nombrado así en alusión a la cárcel de máxima de seguridad londinense donde Assange está encerrado, la valentía del ciberactivista australiano, y calificó de crimen su encarcelamiento.

El exlíder del Partido Laborista del Reino Unido Jeremy Corbyn afirmó, por su parte, que el fundador de WikiLeaks debe ser considerado un héroe, no solo por revelar la verdad, sino por exponer una verdad incómoda.

Su correligionario en el Parlamento John McDonnell acusó al gobierno conservador británico de ser cómplice de la persecución estadounidense contra Assange, y consideró irónico que su vida esté amenazada por el mismo gobierno cuyos crímenes expuso a la luz pública.

El expresidente de Ecuador Rafael Correa (2007-2017), quien otorgó el asiló político al fundador de WikiLeaks en 2012, apuntó que a pesar de que los gobiernos tienen derecho a mantener en secreto ciertas informaciones, los crímenes de guerra y contra la humanidad no pueden ser confidenciales.

La compañera sentimental de Assange, Stella Moris, alertó, por su parte, que de perder su caso y ser extraditado, todos perderemos, porque sus derechos, dijo, son los nuestros.

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