En Bolivia, se registran protestas y manifestaciones de apoyo al gobierno, mientras líderes indígenas esperan que ser atendidos.

Luego de movilizaciones impulsadas por sectores opositores al gobierno boliviano, simpatizantes del partido oficialista desarrollaron marchas en apoyo al gobierno.

En el marco del Día de la Descolonización, las multitudinarias movilizaciones oficialistas se desarrollaron en las principales ciudades del país para reivindicar la identidad cultural y en contra intentos de “desestabilizar el país”.

Un día antes, la oposición boliviana convocó a protestas contra un proyecto de ley de ganancias ilícitas. Además, acusó al gobierno de una persecución política-judicial contra los implicados en el golpe de Estado del 2019.

Por otro lado, líderes indígenas que marcharon 37 días en defensa de sus territorios siguen esperando respuesta para reunirse con el presidente.

Whiphalazo

Denominado como el “Gran Wiphalazo”, las marchas en respaldo al gobierno del presidente Luis Arce se registraron en los nueve departamentos bolivianos.

Arce acompañó las movilizaciones en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, en esta última ciudad estuvo en compañía del expresidente y líder del Movimiento al Socialismo (MAS) Evo Morales.

“Los que no ganaron en las urnas, quieren golpes de Estado […] la democracia, que es el poder de las mayorías que se refleja en las urnas, ya no les sirve”, sostuvo Arce.

Reivindicando a la whiphala como símbolo que refleja la diversidad cultural del país, las movilizaciones se realizaron en contra de las manifestaciones que realizó la oposición.

Oposición en movimiento

Las acciones a las que convocó la oposición se llevaron a cabo el 11 de octubre. En ella participaron el gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, el expresidente Carlos Mesa, entre otros.

Las protestas de la oposición, contra el gobierno del MAS y de su “persecución política judicial”, fueron acompañadas por una huelga que tuvo acogida en Santa Cruz, principalmente.

A sus demandas se sumó el rechazo a la ley “Contra la legitimación de Ganancias Ilícitas, Financiamiento Contra el terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva”.

Esta iniciativa legislativa, también conocida como ley de ganancias ilícitas ya había generado un fuerte rechazo de sindicatos, comerciantes y empresarios.

Camino recorrido

Antes de que se presentaran las movilizaciones del gobierno y la oposición, la marcha de los pueblos indígenas de la Amazonía, Oriente y Chaco de Bolivia ya había culminado tras 37 días de recorrido.

El 1 de octubre, la marcha indígena que partió del Gran Cabildo Indígena, llegó a Santa Cruz para presentar sus demandas por respeto a sus pueblos y en defensa de su territorio al gobierno.

Luego de 550 kilómetros recorridos, los líderes indígenas presentaron una lista con 15 demandas, entre las que destacaban la anulación de permisos legales a colonos y de los proyectos hidroeléctricos en sus tierras.

También se solicita la creación de un fondo indígena, la aprobación de una ley de Amazonía y rechazan la política de expansión extractivista.

Como señalaron para Mongabay, se buscó reuniones con el gobierno que, hasta ahora, no se han concretado, pues esperan la presencia del presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca.

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