Tres nuevos artículos han ofrecido explicaciones plausibles respecto a que las arcillas son la fuente probable de los “lagos” de Marte y no el agua.

En 2018, un equipo dirigido por Roberto Orosei, del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, anunció que había encontrado evidencias de lagos subterráneos muy por debajo de la capa de hielo en el polo sur de Marte. La evidencia que citaron provino de un instrumento de radar a bordo del orbitador Mars Express, de la la Agencia Espacial Europea (ESA).

Las señales de radar, que pueden penetrar la roca y el hielo, cambian a medida que se reflejan en diferentes materiales. En este caso, produjeron señales especialmente brillantes debajo del casquete polar que podrían interpretarse como agua líquida.

Sin embargo, según informó el jueves la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de EE.UU. (NASA, por sus siglas en inglés), después de observar más de cerca los datos, junto con experimentos en un laboratorio frío aquí en la Tierra, algunos científicos piensan que las “arcillas”, no el agua, podrían estar creando las señales. Durante el último mes, tres nuevos artículos han desentrañado el misterio.

Primero, Jeffrey Plaut, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, y Aditya Khuller, un estudiante de doctorado de la Universidad Estatal de Arizona, analizaron 44 000 ecos de radar de la base del casquete polar a lo largo de 15 años de datos MARSIS, que es el instrumento de cuyos datos se planteó la hipótesis de los lagos.

Aunque aparecieron decenas de reflejos más brillantes, en un artículo reciente se indica que se encontraron muchas de estas señales en áreas cercanas a la superficie muy frías como para que el agua permaneciese líquida.

El segundo artículo pertenece a Carver Bierson, de la Universidad de Arizona State, quien completó un estudio teórico que sugiere varios materiales posibles que podrían causar las señales.

En el tercer lugar, Isaac Smith, de la Universidad de York, midió las propiedades de un grupo de arcillas llamadas esmectitas, presentes en todo Marte, en un laboratorio. El experto llegó a esta conclusión que las esmectitas parecen rocas ordinarias, pero hace mucho tiempo se formaron por agua líquida. El equipo de Smith demostró que la esmectita congelada puede hacer los reflejos.

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