La deforestación en la Amazonía alcanzó los 49 kilómetros cuadrados de selva nativa, la segunda tasa más alta de deforestación para este mes, en la última década.

La perdida de la vegetación de la Amazonía brasileña creció un 54 ciento en los últimos diez meses, en relación con el período inmediatamente anterior, con un total de 4 mil 567 kilómetros cuadrados de selva devastados entre agosto del año pasado y mayo de 2020, según un estudio privado divulgado el pasado martes.

Tan solo en mayo, la Amazonía perdió 649 kilómetros cuadrados de selva nativa, la segunda tasa más alta de deforestación para este mes en la última década.

De acuerdo con los datos del Sistema de Alerta de Deforestación del Instituto del Hombre y el Medio Ambiente de la Amazonía (Imazon), en el período acumulado entre agosto del año pasado hasta mayo de este año la destrucción de la selva siguió aumentando.

Aunque los 649 kilómetros de árboles devastados en mayo suponen una reducción del 19 por ciento en relación con el mismo mes de 2019, fue la segunda tasa más alta de deforestación registrada en el mes en los últimos diez años.

Los datos indican que el avance de la deforestación ilegal continúa planteando riesgos para las tierras indígenas, principalmente por el peligro de contagio del COVID-19 en las aldeas.

Los estados brasileños de la Amazonía que fueron más afectados con la tala de árboles en mayo fueron Pará, que registró el 40 por ciento de la deforestación, seguido de Amazonas (25 por ciento), Mato Grosso (19 por ciento), Rondonia (10 por ciento), Acre (4 por ciento) y
Roraima (2 por ciento).