El Nuevo Humanismo es Universalista

Hacia un nuevo paradigma de cooperación, solidaridad y reciprocidad

Hoy martes 4 de mayo se cumplen 52 años de la primera alocución pública de Silo, filósofo y principal ideólogo del Nuevo Humanismo. Su mensaje fue realizado en 1969 entre rocas y montañas en Punta de Vacas, en un lugar cercano a la carretera que une Mendoza (Argentina) con Santiago (Chile), con un gran valor simbólico porque fue el único lugar después de muchas gestiones y esfuerzos, donde se obtuvo el “permiso” por parte del régimen de facto militar argentino para realizar esa actividad.

La dictadura militar de Argentina había prohibido la realización de todo acto público en las ciudades y ante la mirada sorprendida de soldados que vigilaban la zona, llegaron unas doscientas personas a ese remoto lugar próximo a los tres mil metros de altura, en un paraje desolado de la cordillera de los Andes, a escuchar a un hombre llamado Silo (Mario Luis Rodríguez Cobos).

Ese día otoñal, frío y soleado, desde muy temprano las autoridades controlaron las rutas de acceso, exigiendo documentación y datos personales a los que llegaban (lo que creó algunos conflictos con la prensa internacional) e instalando en los alrededores nidos de ametralladoras, vehículos militares y hombres armados.

En ese magnífico escenario de montes nevados como auditorio natural y restándole credibilidad al abuso de la censura autoritaria, Silo realizó lo que es conocida como la «Arenga sobre la Curación del Sufrimiento», considerada como la primera actividad pública del Movimiento Humanista. Una corriente de opinión cuestionadora de la organización del poder, atípica porque nace en el Tercer Mundo (rompiendo con la visión hegemónica cupular eurocentrista occidental del conocimiento), en plena Guerra Fría.

Así, el Nuevo Humanismo emerge rompiendo esquemas, rescata el pacifismo del humanismo histórico, denunciando toda forma de violencia, y lo lleva mucho más lejos, planteando la noviolencia activa como metodología de acción, lo cual para la época era sospechoso para los bandos en disputa.

El Nuevo Humanismo parte desde el ser humano como posición central de su filosofía, pero no considera a las posturas teístas como necesariamente opuestas, ni las descarta.

No solo parte desde una antropología que ve a la persona como un ser histórico y social, y realiza aportes para una nueva propuesta psicológica (desde la intencionalidad de la conciencia), sino que desarrolla además una propuesta espiritual, la cual rompe con el paradigma racional-científico, episteme dominante de la ciencia moderna.

El Nuevo Humanismo no parte desde una visión del ser humano estática o descontextualizada, como si correspondiera a una condición natural (estudia en profundidad las condiciones de origen de cada proceso personal o social), sino que lo ve en dinámica como un ser social que, como lo plantea en el Documento Humanista (1993), además de tener una historia muy larga, su futuro es aún más extendido.

El Nuevo Humanismo defiende el derecho a la subjetividad de la persona, denunciando el dominio de esta por parte del gran capital controlando los medios de comunicación, al igual que lo hace con la objetividad por medio del control de los medios de producción. Y rescata la constitución humana desde su temporalidad y su intersubjetividad (en su apertura hacia el universo humano) como el punto de partida para converger en la diversidad para la construcción de la sociedad humana universal.

Esta universalidad se constituirá desde nuevas formas de comunicación ínter-cultural, de intercambio de experiencias y de significaciones, como aspiración, jamás desde la pretensión de que la específica cosmovisión de una cultura particular sea impuesta como la racionalidad universal, aunque tal cultura se llame Europa occidental o Norteamérica.

Esto es, que la universalidad del Nuevo Humanismo no es la universalidad del imperialismo internacionalista (como es la globalización), sino que es la del respeto a la diversidad de culturas y regiones, propiciando la creación de federaciones regionales y de una confederación mundial basada en un sistema de democracia real.

Las y los humanistas comprendemos que a medida la globalización avanza, demuele al Estado nacional, aumentando la desigualdad, la discriminación y la explotación, pero somos conscientes que también en la concentración de poder imperialista se verifica el crecimiento de desorden que llevará al caos general. En esta emergencia, identificamos como nuestros intereses los de toda la humanidad que sufre los efectos de un mismo sistema globalizado.

Evidentemente el Nuevo Humanismo es decolonialista desde el momento que emerge como un paradigma basado en los principios de solidaridad y comunidad. Además se autodefine como dinámico y en construcción, con el aporte de las diversas culturas del mundo.

Las visiones imperialistas y colonialistas, con sus pretensiones de universalidad y de único conocimiento válido, legitiman el poder del gran capital y naturalizan los procesos sociales de opresión, lo que clausura la posibilidad de pensar en la transformación social más allá de los límites que impone el capitalismo.

El Partido Humanista Internacional, al igual que millones de personas y organizaciones humanistas, está abocado a la construcción un nuevo imaginario histórico anticapitalista, un horizonte de sentido histórico, caracterizado por una subjetividad basada en la reciprocidad y por una nueva racionalidad liberadora (de la explotación y dominación) y solidaria (entre las personas y con la naturaleza), expresada en cada acción social personal y colectiva que realizamos.

Al igual que numerosas organizaciones, el Partido Humanista Internacional, se emplaza dentro de la corriente de opinión del Movimiento Humanista y asume al Nuevo Humanismo como el postulado filosófico de su acción política Para todas estas organizaciones es imprescindible la elaboración de un humanismo que contribuya al mejoramiento de la vida, que haga frente a la discriminación, al fanatismo, a la explotación y a la violencia.

En un mundo que se globaliza velozmente, donde el accionar que impulsan el imperialismo, los grupos financieros y la banca internacional fomenta el choque entre culturas, etnias y regiones; el Movimiento Humanista propone el desarrollo de un Nuevo Humanismo, plural y convergente, Un humanismo capaz de producir la recomposición de las fuerzas sociales; un humanismo apto para crear una nueva atmósfera de reflexión y acción, en la que no se oponen de modo irreductible lo personal a lo social, ni la libertad a la solidaridad.

Las y los humanistas entendemos que el capitalismo no es sólo un sistema económico, sino que es una compleja red global de poder, integrada por procesos económicos, políticos y culturales, cuya suma sostiene a todo el sistema prehistórico en el que aún vivimos. El Nuevo Humanismo tiende a la modificación de este esquema de poder, con el objetivo de transformar la estructura social actual que se dirige hacia un sistema cerrado (mundialización), en el que van predominando las actitudes prácticas y los “valores” teóricos del antihumanismo.

Esas prácticas pretenden la manipulación, la invisibilización y la represión de todo tipo de levantamientos, de protestas y desarrollos de movimientos sociales cuestionadores de las diferentes tipos de violencias establecidas. La lógica del actual sistema capitalista, patriarcal, antropocéntrico disfraza bajo la retórica del progreso y la modernidad, la exclusión y el sometimiento de miles de millones de seres humanos humillados, vilipendiados, olvidados y marginados, negando sus derechos humanos, incluidos su derecho a soñar, a ser felices, a tener resueltas sus necesidades básicas de educación, salud, vivienda, alimentación, etc.

Ante la violencia del sistema, el nuevo humanismo impulsa la lucha no violenta emancipadora, en la búsqueda de construir la posibilidad de eliminar los factores de opresión, de manera que los seres humanos podamos desarrollar el ejercicio de la libertad, y de las cualidades y fuerzas creadoras superadoras de todas las formas de violencia.

Con motivo de la conmemoración habrá numerosas celebraciones tanto en los Parques de Estudio y Reflexión del mundo, como en muchos espacios definidos como humanistas o siloístas. Que esta fecha nos sirva para alentar nuestra acción humanizadora en forma creativa, como un humanismo que, teniendo en cuenta las paradojas de la época, aspire a resolverlas.

 

Equipo de Coordinación Internacional
Federación de Partidos Humanistas

4 de mayo, 2021.

* Declaración realizada con base en textos del Diccionario del Nuevo Humanismo (1997).