Hoy en Cuatro Elementos tenemos la posibilidad de volver a hablar con la periodista Patricia Zapata, coordinadora de la Fundación Rosa Luxemburgo. La verdad es que teníamos muchas ganas de actualizar un poco la situación en México, porque es un país siempre importante para la región y porque los desafíos que asumió el presidente Andrés Manuel López Obrador eran enormes.

A México le pegó duro la pandemia, con un vecino descontrolado como EE.UU. e igual que sus vecinos del sur incapaces de dar respuesta. Un dato del Instituto Nacional de Estadística y es que México rebasó el millón de muertos por primera vez, que es un 40% más respecto 2019, ¿además del virus maldito que llevó a México a este crecimiento brutal de muertes, Patricia?

Creo que hay dos elementos que explicarían a grandes rasgos el tema, primero los registros de muertes por COVID es largo y no del todo en firme, podría haber un porcentaje mayor de muertos por COVID que todavía no se ha diagnosticado o no se han dictaminado como muerto por COVID, por las complicaciones para la distinción de los casos y la otra cosa es el desafío de un sistema de salud totalmente precarizado, donde pusieron mucho énfasis en convertir, reconvertir para atender en pandemia. Yo creo que pudo haber dispersado la atención de otro tipo de padecimientos por atender el COVID. Y ahí tiene que ver atención y la compra de insumos y la compra a que se dedicaron los recursos económicos disponibles. Este tema llevó a manifestaciones de familiares de niños con cáncer porque había limitación para la compra de medicamentos. Si se juntan estos dos elementos, se llega a cubrir un porcentaje alto del 40% extra que se marca como sobre número de muertes en México este año.

México está vacunando, pero los expertos critican la lentitud y la falta de estrategia. Pero yo tengo una hipótesis que tiene que ver con criticar el estado federal, estados que son pegados con alguna cola; para mí eso complica que haya una acción coordinada e inteligente para abordar esta crisis. Como todas las demás.

Mira ese tema es complicado y con aristas, entre ellas que hay muchos estados donde estamos entrando a elecciones intermedias este año. Pero yo creo que diseñaron una estrategia federal de vacunación como diseñaron una estrategia federal de mitigación y atención, y que hay diversos intereses en los estados mismos que no permiten que la federación camine junta. Hubo mucha presión de los estados por ejemplo en esto que mencionas de vacunación, para que la federación les liberara la posibilidad de comprar los estados mismos las vacunas pensando que sería como mucho más fácil vacunar a la población. Pero hubo limitaciones si ellos se podían poner en contacto con las farmacéuticas, esto se deriva en cuotas de poder e intereses políticos, todo. Y hubo 10 gobernadores, de los 32 de la federación, que incluso pidieron la renuncia del subsecretario de salud, que han estado en una confrontación muy fuerte. Los estados quisieron comprar vacunas, la federación les autorizó, la realidad es que en el mundo no hay vacunas que ellos puedan comprar, y no es que se defina fácilmente, entonces finalmente están regresando a la estrategia nacional de vacunación porque es la forma de acceder a ellas. La vacunación avanza lentamente por la carencia de vacunas en el mundo, la acumulación de parte de los poderosos, tenemos una Europa que no dejaba salir la AstraZeneca. En este país están vacunando medio millón de personas diariamente, frente a 3 millones en EEUU, pero México tiene otra realidad. Yo creo que la capacidad de vacunación está. Pero las vacunas como en todos los países de nuestra América Latina fluyen a cuentagotas.

Patricia te saco de esto y te llevo a un terreno inquietante porque tiene que ver con la violencia y los homicidios que llevaron a Celaya, Tijuana, Ciudad Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato y Ensenada a encabezar el ranking de ciudades más peligrosas del mundo, con más de 90 homicidios por 100.000 habitantes, que es un disparate. Yo creo que en eso incide las dificultades de operar de manera coordinada de las agencias, que ese fue un tema de AMLO queriendo crear una fuerza propia que le respondiera al gobierno nacional, ¿cómo se avanzó en todo esto? 

Bueno, creo que se avanzó poco y mal, pero no es responsabilidad solo de Andrés Manuel. Hay que ver en qué condiciones está el país y en qué situación se encontró el país Andrés Manuel, y es un punto necesario y es que esta denominada guerra contra el narco que pone en funcionamiento Felipe Calderón, tuvo un costo social muy alto por este tema de violencia porque era una guerra irreal. Y que se convirtió en luchas entre grupos criminales, las mismas mafias por votos, por espacios, plazas, unos más favorecidos que otros. Andrés Manuel encuentra un país muy destruido, en términos sanitarios y de seguridad, creo que tenía una intención legitima de tener un organismo de seguridad que le respondiera, que le fuera afín o leal, pero que la pandemia vino a parar, y ahora tenemos un ejército, una marina y una guardia nacional que están abocadas a la atención a COVID y la vacunación. Y en estas condiciones es difícil atender todos los problemas, aunque esa es su obligación. Pero creo que la realidad nos está poniendo de cara. Y en México esta violencia estructural tiene que ver con la criminalización de los luchadores populares, defensores de derechos humanos, creo que la diferencia es que no hay una política estatal que los está criminalizando, aunque hay eventos de violencia, pero por lo menos no generalizada. Yo creo que el tema de seguridad es un tema, un salto, que le puede traer un costo muy alto a corto y mediano plazo. Creo que no se ha podido implementar la política cómo se pensó, veremos… O sea, no estamos ni a mitad del gobierno y, si se lograra controlar la crisis sanitaria, habrá que ver qué pasos se darán en eso.

Patricia, antes de que te pregunte por cómo están viviendo los movimientos sociales esta fuerza del feminismo en México y esa sensación más social y popular, quiero traer otro tema a la mesa, uno donde el gobierno está activo, que tiene que ver con los migrantes que atraviesan México a EE.UU. El número de niños migrantes se multiplicó por 9. Y a los del sur, se suman los que expulsa EE.UU. del norte. ¿Qué mirada deberíamos tener sobre este tema?

¡Ay Mariano ese tema es muy complejo! No podemos abordarlo desde un solo país como tú dices lo tenemos que abordar desde un conjunto, tenemos el triángulo Norte de Centroamérica y las políticas del ex presidente Trump, que multiplicó la expulsión masiva. La realidad es que México no tiene la capacidad de jugar el papel de contención de flujos de migrantes. Ha sido muy complicado. En las primeras caravanas el gobierno jugó un papel de no represión, no regreso, pero con la crisis sanitaria se les desbordó por completo y tenías a miles entrando. La migración de Centroamérica no se ha detenido con la pandemia, hemos visto miles de personas mujeres, niños, viejos viajando en las caravanas, que México tuvo que jugar a la contención, pero que creo que no le tocaba, pero no tenía condiciones para garantizar medidas, como hizo en caravanas anteriores donde puso albergues y transportes. Yo creo que este tema de la migración está asociado con el tema de la violencia, por los grupos criminales que se crean alrededor del tema migración, trata de menores y de mujeres, extorsiones… México no dejará de ser un país de paso y ahora también lo es de llegada. Con la crisis sanitaria trató de evitarlas y de ser funcionales a las necesidades de EE.UU. No sé si tenían otra opción, pero a un gobierno que se llama progresista y de izquierdas no le toca jugar.

Paty, como que balance puedes hacer tú del proceso de movimientos sociales en México en el periodo de pandemia, de los feminismos que han marcado como tanta ruta pero también otros, ¿Cuál es tu balance del año de pandemia para los movimientos sociales?

Mira creo que es complejo, frente al miedo de este bicho que ha sido brutal, el control de la pandemia ha impedido en cierta medida que siguiera la potencia de los movimientos feministas, ambientalistas, indígenas. No es una desmovilización total, vemos muchos esfuerzos de los sectores populares de seguir en activo, pero la realidad es que fue un año en el que las calles se abandonaron y tiene un costo. Aunque no va a definir el alcance… Hablaré del movimiento feminista y las luchas socioambientales, creo que los pueblos y las mujeres están en pie de lucha desde las trincheras, ya saliendo a las calles una lucha activa. Hay un gran esfuerzo para evitar las candidaturas de hombres acusados de violencia de cualquier partido, entonces si bien se perdió el poder tomar la calle, los movimientos siguen ahí como que son embrión. El manejo desde el gobierno federal y la figura presidencial con el feminismo ha sido desafortunado, y en esto tendrán que como dar un paso atrás y ver cómo se quieren relacionar con las mujeres de este país. Estoy segura de que no están desarticulados, siguen luchando. Los movimientos socioambientales están en resistencia frente a los grandes megaproyectos de Andrés Manuel López Obrador, y que deberán ser escuchados porque cuando se vean en riesgo y amenazados son un potencial foco de tensión que tiene que ser abordado.