Publicamos acá la intervención de hoy del diputado humanista en el hemiciclo, respecto del proyecto sobre la eutanasia:

·         «En la discusión de este proyecto he visto cómo algunos parlamentarios oficialistas han expresado que la eutanasia promueve una “cultura de la muerte”. O se trata de desinformación y falta de estudio, o directamente de mala fe.

·         Es perfectamente legítimo que tengamos diferencias sobre la eutanasia, pero muy distinto es acusarnos mediante la distorsión y la caricatura de querer promover una “cultura de la muerte”. Eso es hacer trampa sobre un asunto muy delicado.

·         En realidad, se trata de lo contrario. Hablar de eutanasia es hablar de uno de los valores más importantes de la vida humana, como es el valor de la compasión: Es tener la capacidad de ponernos en el lugar de esa persona que enfrenta un sufrimiento enorme – físico, emocional, e incluso espiritual – y que ya no se siente capaz de vivir en esas condiciones.

·         Lamentablemente varios de quienes argumentan desde una posición de superioridad moral, basada en valores “pro-vida”, han dejado mucho que desear cuando en Chile se ha tratado de defender la vida de miles de compatriotas perseguidos por sus ideas.

·         La eutanasia es un dilema ético. Pero también es un problema concreto, del ser humano concreto. No estamos acá promoviendo que toda persona que se enfrente a una enfermedad terminal deba optar por la eutanasia. Estamos planteando que esa persona pueda hacerlo, que el Estado no le niegue el derecho a ser asistido para poner fin a su dolor.

·         Quienes apoyamos este proyecto pedimos que el Estado, en representación de la sociedad, empatice con la persona que enfrenta una situación de salud invalidante y desesperada. Y también que empatice con su familia y cercanos, que se enfrentan al suplicio de no poder ayudarlo a tener un buen morir, a poner fin a ese sufrimiento que consume a ese ser querido que no puede más con su dolor.

·         Yo como Humanista apoyo este proyecto de ley, como lo hizo hace ya 30 años nuestra diputada Laura Rodríguez, pensando y empatizando con todas aquellas personas que necesitan un Estado compasivo ante el sufrimiento y la enfermedad.»

·         El Buen Morir debe ser un derecho de toda persona, así como por cierto el Buen Vivir, por el que debemos trabajar en este Congreso.