Soy hija, de sobrevivientes del genocidio armenio. Nadie puede venir a negarmelo. Escuché las historias de mis padres. Perdí la oportunidad de conocer a abuelos y tíos.  A través de los años fui descubriendo detalles terribles que ellos no me quisieron contar.

A 106 años de un nuevo aniversario de este aberrante y criminal hecho, otra vez… silencio de la comunidad internacional, silencio de las organizaciones internacionales.

Negacionismo, la política que llevó adelante Turquía,  el estado ejecutor de ese crimen de lesa humanidad. Hasta hace poco… todo era mentira, ofrecían rever lo ocurrido con historiadores, porque la documentación que hay, las fotos, sacadas por cónsules, embajadores extranjeros… telegramas enviados a sus países notificando lo que sucedía, no alcanzan.

Y siguen avanzando, ningún país es capaz de ponerle un freno, un límite a tanta barbarie en una época… supuestamente civilizada…?

En el 2016 un intento de invasión de 4 días…

En julio del 2020, otro ataque en el norte de Armenia. Y en setiembre otra invasión a territorios histórica y ancestralmente armenios.

En 1915… hombres  decapitados, salvajemente asesinados, mujeres violadas…, quemadas y arrojadas vivas a los ríos. Hoy, el precio de cada cuerpo de un armenio es de 2.000 dólares de premio, si venía decapitado 100 dólares más. El panturquismo avanza… de la mano de un dictador que entronizado en su silla, solo piensa en convertirse en  gran sultán.

El humanismo no existe ni para este país, ni para su hermano de religión, ni para los que en silencio absoluto, solo reaccionan para paliar las consecuencias durante el después.

Y como todo esto no alcanza para hacernos olvidar… viene la etapa de la tergiversación. El nuevo plan de este siniestro gobierno, armando seminarios con intelectuales de todo el mundo, tratando de infundirles la idea de que la historia fue al revés.

¿Por qué entonces, tantas personalidades turcas, no pueden vivir en su país?

¿Por qué está prohibida la “ofensa al estado turco” si es un error histórico, una tergiversación?

Y además, ¿Por qué se callan los pequeños pero poderosos países, víctimas también de genocidio, pero productores de armas de última generación?

¿Hasta qué momento toleraremos esta falta de humanidad?

El gobierno de Armenia, habla de re-ver la actitud con el vecino, mientras… no se devuelven a los heridos, a los muertos, a los detenidos… Mientras se inaugura un museo en Baku donde el horror, el odio hacen que los niños pateen los sombreros militares de los soldados armenios que murieron durante los 44 días, donde se puede ver imágenes de cera burlescas de supuestos soldados armenios.

Soy hija de sobrevivientes, y quiero, deseo fervientemente que mi pueblo, la zona, la región y el mundo vivan en respeto, en Paz… ¿pero quién hace algo para lograrlo?

Soy hija de sobrevivientes, humanista, quiero lo mejor para todos en un marco de tolerancia, pero… no hacemos más que recibir odio y provocaciones, una nación, un pueblo que lleva más de 5.000 años viviendo en la región.

Pedimos Reconocimiento, Resarcimiento y Paz ¡Justicia! ¡Nunca más genocidios!