«El hecho no constituye un delito», decidió un jurado de Iowa (Estados Unidos) el 10 de marzo. Andrea Sahouri, reportera del Des Moines Register, se enfrentaba a una multa, a 30 días de cárcel o a las dos cosas solo por informar sobre una manifestación del movimiento Black Lives Matter la noche del 31 de mayo de 2020.

Esa noche, los agentes la detuvieron tras rociarle en el rostro una gran dosis de gas pimienta. Como suele ocurrir en Estados Unidos, gritar « ¡Prensa!, ¡Prensa!» no sirvió de nada. Increíblemente, se le impuso la prisión preventiva por desobedecer una orden para dispersarse y por interferir en actos oficiales.

«El jurado defendió la libertad de prensa. Estoy agradecida con los miembros del jurado y con todos los que me apoyaron alrededor del mundo», dijo Sahouri después de su absolución.


Traducido del italiano por Gabriela Armas

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