El informe “Los diferentes rostros del hambre en Centroamérica” publicado el día de hoy por el Consorcio de Organizaciones Humanitarias conformado por Acción contra el Hambre, COOPI, Trócaire, Oxfam y We World-GVC, pone en evidencia la situación de inseguridad alimentaria de la población más vulnerable del Corredor Seco Centroamericano, como consecuencia de las sequías, la Covid -19 y la temporada ciclónica.

La investigación muestra que las agudas sequías del 2018 y del 2019 dejaron a un 72% de las y los agricultores de subsistencia en inseguridad alimentaria moderada o severa en agosto de 2019. Luego, en el 2020, tras la irrupción de la pandemia y el paso de las tormentas tropicales Amanda y Cristóbal y los huracanes Eta y Iota, el hambre empeoró. El informe concluye que en la actualidad el 86% de las familias del Corredor Seco viven en inseguridad alimentaria.

“Por un lado el impacto del cambio climático reflejado en las sequías y las lluvias, por otro, la pandemia, la violencia y la limitada capacidad de los estados para ofrecer redes de protección social podrían dejar 7 millones de personas en situación de pobreza extrema e incrementar en un 120% la cifra de personas en inseguridad alimentaria en Centroamérica para el 2030, si no actuamos ya”, aseguró Gloria García Parra, coordinadora humanitaria regional de Oxfam para América Latina y el Caribe.

Centroamérica es responsable únicamente del 0.5% de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y es una de las regiones más afectadas por el cambio climático. Además de los problemas del clima, el Corredor Seco en una región donde otras amenazas, como el desempleo y la violencia, pueden agravar el hambre, especialmente entre las familias más vulnerables.

Violencia y desempleo.

Durante 2020 se reportaron alrededor de 8000 homicidios y un creciente descontento social por problemas como la corrupción y el limitado acceso a servicios públicos de calidad. Además, debido a la pandemia, en la región 8.3 millones de empleos se vieron afectados el año pasado y la perspectiva para el 2021 no es muy
alentadora pues se prevé el aumento del desempleo y los niveles de pobreza extrema llegando hasta el 22.8% en Nicaragua, 22.7% en Guatemala, 11.9% en El Salvador y 22.2% en Honduras, de acuerdo con el informe.

La Covid-19 y migraciones.

Mientras tanto, la pandemia sigue pasando la factura. Hasta el 25 de marzo del 2021 se calculaban alrededor de 406 mil contagios y 12.400 muertes, eso sin contar el subregistro de datos de la región. A pesar de que los contagios van en aumento, un número importante de personas consideran la migración como una alternativa para hacer frente a las constantes crisis y por eso persisten las caravanas de migrantes hacia Estados Unidos.

Las niñas y mujeres son las más afectadas.

Además de ser las encargadas de las labores de cuidado, el informe también revela que son ellas las que quedan en último lugar para comer, pues la prioridad es alimentar a los varones para proteger la fuerza laboral del hogar.

Según el informe 7 de 10 de los hogares con inseguridad alimentaria severa son monoparentales.“La situación de esta región puede agudizarse si no se toman acciones concretas en el corto plazo. Según el Programa Mundial de Alimentos 8 millones de personas podrían pasar hambre en el 2021 en el Corredor Seco Centroamericano”, finalizó Gloria García Parra.

Enlace informe: https://oxf.am/RostrosHambre