POESIA

 

 

 

 

 

Ayer mientras dormía entre tinieblas

Muchas voces acechaban mi tranquilidad

Y el fuego de mi interior, 

quemaba mi esperanza

 

Gritos de odio borraban mi memoria

Entre sombras de monstruos me dibujaba

Corría, pero mis pies descalzos,

estáticos se quedaban

 

Me sujetaba fuerte a tu morada

Pero tsunamis de miedos, 

me acorralaban,

me susurraban,

me atiborraban,

me desdibujaban

 

¿Cómo salir de este infierno?

¿Cómo borrar el temblor que me expropia?

¿Cómo recuperar la alegría que me invade?

Cuando el sentido de vivir no estaba ausente

Nunca tan presente, pero siempre latente

 

La ausencia me tiene presente,

pero lejana,

La vida la vivo,

pero no la siento

El tiempo parece apagado,

pero avanzado

 

Hoy al sentir la ausencia de mi vida

Prendí el amor de la ilusión

Encendí la mecha de mi espíritu

Escuché a mi más bella intuición

 

Recogí mis heridas bañadas en sangre

Limpié mis ojos opacados por lodo

Acaricié el templo que sostiene mi útero

Curé el árbol que ancla mis raíces y ancestralidad

Almacené las hojas que dibujan mi historia

Guardé mis más hermosos recuerdos

y caminé sin retroceder la mirada

Mirando el horizonte,

entre el cielo azul que me acuerpa,

el sol que me exalta, 

Veo el tiempo transcurrir a través del acaecer de mi pueblo

 

Bellas son las calles donde yo me regocijaba

Hermosas son las campanas que resuenan a lo lejos

Olores exquisitos invaden mis sentidos

Corazones se desprenden de los seres que me aman,

y vuelan hasta incrustarse en mis huesos

 

Hoy quiero volver a mi sentido de la vida

Hoy quiero descender las montañas 

Recuperar mi ausencia,

pero dejar flotar el tiempo,

para que podamos pausar la ausencia,

que hoy me invade,

pero no, para apropiarse, 

y sí, para sanar y reinventarme