El jueves, aviones de combate de la Fuerza Aérea de Estados Unidos bombardearon varios edificios en el este de Siria. El Pentágono afirmó que el ataque impactó con éxito a “milicias apoyadas por Irán”. Los medios iraníes informaron que los ataques aéreos provocaron la muerte de 17 combatientes. El Pentágono declaró que la operación fue una respuesta a los recientes ataques con misiles contra las fuerzas estadounidenses en el norte de Irak. Esos ataques se produjeron más de un año después de que el Parlamento de Irak votara para expulsar a las tropas estadounidenses del país, una orden que ha sido ignorada tanto por el Gobierno de Trump como por el de Biden.

El ataque del jueves es la primera acción militar ordenada por el presidente Biden. El congresista del estado de California Ro Khanna condenó el ataque y dijo al respecto: “No hay absolutamente ninguna justificación para que un presidente autorice un ataque militar que no es en defensa propia, no representa una amenaza inminente, ni ha sido autorizado por el Congreso. Necesitamos desvincularnos del Medio Oriente, no intervenir aún más”.

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