Mientras la pandemia de COVID-19 sigue avanzando y cobrándose víctimas en todo el mundo -más de 400.000 muertos solamente en los Estados Unidos, que según el nuevo Presidente Biden supera al número de soldados norteamericanos muertos en la Segunda Guerra Mundial- los países buscan cómo conseguir las dosis suficientes de vacunas para poder administrar a sus poblaciones lo antes posible. Antes de que el virus siga mutando y causando estragos.

Los laboratorios se han convertido en los centros del poder desde donde se administra la posibilidad de inmunizarse y los gobiernos desfilan rogándoles la posibilidad de que les vendan las dosis necesarias.

Así, ante la incertidumbre que rodeó al cargamento de vacunas del laboratorio Pfizer, debido al anuncio que hiciera de suspender los envíos desde Ginebra, esta mañana, según señaló el Ministro del Interior chileno Rodrigo Delgado, «el Presidente Piñera personalmente toma el teléfono el día domingo, habla con altos ejecutivos de Pfizer para expresarle la preocupación y lo inconveniente de la medida, y es así como el día lunes Pfizer responde que este cargamento se iba a cumplir en tiempo y en forma». Hoy efectivamente se recibieron en el país 43.875 dosis nuevas de la vacuna Pfizer-BioNTech desde Bélgica.

Pero como no se tienen certezas, las naciones van tratando de diversificar los proveedores. Así hoy el Instituto de Salud Pública (ISP) autorizó el uso de emergencia en Chile de la vacuna contra el covid-19 que es desarrollada por el laboratorio chino Sinovac. Esto permitirá la llegada de unos 10 millones de dosis para el primer trimestre de 2021. De hecho, el primer cargamento llegará en un vuelo Latam Cargo que, se espera, aterrice en Chile la próxima semana.

La noche del martes las autoridades chilenas, entre ellas el ministro de Salud, Enrique Paris, sostenía una reunión por Zoom con la contraparte china, de manera de definir los últimos detalles y asegurar que estas inyecciones puedan llegar en enero.

Se tratará de la primera llegada masiva de dosis, ya que el envío más grande de la vacuna de Pfizer no superó las 90 mil dosis. El primer cargamento de Sinovac tendrá 1.980.000 dosis. Todo transportado por un vuelo Latam Cargo destinado solamente para este objetivo.

Esto fue posible gracias a que Chile es uno de los cuatro países -junto con Brasil, Indonesia y Turquía- que hicieron ensayos clínicos con esta inyección. Hasta el momento, CoronaVac cuenta con aprobaciones en China, Indonesia, Turquía y Brasil. Para hacer su análisis, el ISP tomó como principal referencia los resultados obtenidos en Brasil, en donde se hizo un estudio clínico de fase III en el que participaron casi 13 mil trabajadores de la salud.