En medio de un contexto de violencia en todo el país, se reconoció la labor de quienes defienden a sus comunidades durante la novena edición del Premio Nacional a la Defensa de los derechos humanos en Colombia.

No fue una tarea fácil para los jurados. La convocatoria nacional dirigida a distintas organizaciones sociales, plataformas de derechos humanos, universidades del país y entidades internacionales, entre otras, para que nominaran experiencias individuales y colectivas en la defensa de los derechos humanos tuvo una amplia respuesta.

Luego de un proceso de valoración, las nominaciones se fueron decantando y ayer, en un acto realizado en el auditorio del Centro de Memoria Paz y Reconciliación, de Bogotá, que contó con invitados presenciales y virtuales, finalmente se conocieron los ganadores del Premio Nacional a la Defensa de los derechos humanos en Colombia.

Este reconocimiento, que llega a su novena edición y que es otorgado por Act Iglesia Sueca y Diakonia, se da en medio de un ambiente de violencia contra líderes, lideresas y autoridades étnicas comprometidos en la defensa de los derechos humanos de sus comunidades y sus organizaciones. Basta mirar las cifras: entre enero y septiembre de este año fueron asesinados al menos 135, de acuerdo con los registros del Programa Somos Defensores, registro parcial que lamentablemente supera los 124 ocurridos en 2019.

Dos de los principales líderes del departamento de Chocó, Leyner Palacios y Marino Córdoba, recibieron los reconocimientos a Defensor del Año y Toda una Vida, respectivamente; mientras que la organización del Cauca Kiwe Thegnas (Guardia Indígena) del Plan de vida Proyecto Nasa, experiencia Asociación de Cabildos Indígenas de Toribío, Tacueyó y San Francisco, recibió el Premio en la categoría Nivel Proceso Social Comunitario. Y el reconocimiento en la categoría ONG Acompañante fue para la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos (FCSPP).

A continuación, presentamos los perfiles de cada uno de los ganadores

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