La suspensión de Jeremy Corbyn por antisemitismo tras un informe de la Comisión de Derechos Humanos del Reino Unido ha provocado una ola de protestas y declaraciones de solidaridad en los medios de comunicación social, que ha dado lugar a dos iniciativas concretas: Diane Abbott, aliada cercana de Corbyn y Ministra del Interior en la sombra durante su liderazgo, instó a sus partidarios a firmar una carta abierta al actual líder Keir Starmer pidiendo su reincorporación, utilizando el hashtag #IStandWithJeremyCorbyn (#EstoyconJeremyCorbyn).

«Les escribimos como miembros del Partido Laborista, pidiéndoles que levanten la suspensión de Jeremy Corbyn. No hay ninguna justificación razonable para la suspensión de Jeremy. Ha luchado contra el racismo y el antisemitismo toda su vida. Creemos que su suspensión no refuerza la capacidad del partido para luchar contra ellos», afirma la carta.

A continuación, se lanzó una petición titulada «Reinstaurar a Jeremy Corbyn» en change.org, que ya ha alcanzado las 30.000 firmads.

Len McCluskey, secretario de Unite, el mayor sindicato del Reino Unido y uno de los mayores financieros del partido, calificó la suspensión de Corbyn como un «acto de grave injusticia que, si no se retira, creará el caos en el partido, comprometiendo sus posibilidades de ganar las próximas elecciones». Instó a Keir Starmer a que «uniera al partido aplicando las importantes recomendaciones de la Comisión lo antes posible y con la plena confianza de sus miembros» e instó a quienes reaccionaron con indignación a la suspensión de Corbyn a que «no abandonaran el partido, sino que apoyaran las medidas para encontrar un camino mejor. Los trabajadores están sufriendo un ataque sin precedentes por el peor gobierno de nuestro tiempo. Ahora más que nunca necesitan un Partido Laborista fuerte y unido que los defienda y esté listo para gobernar», concluyó.


Traducido del italiano por Estefany Zaldumbide