Hay que alzar la voz en el mundo para salvarle la vida a Assange y se respete su integridad física», manifestó el premio Nobel argentino, Pérez Esquivel.

Hay que alzar la voz en el mundo para salvarle la vida a Assange y se respete su integridad física», manifestó el premio Nobel argentino, Pérez Esquivel.

Preso desde hace 17 meses en Londres, a Assange le tienen un juicio abierto por difundir en Wikileaks miles de documentos secretos de la diplomacia y los militares norteamericanos, entre ellos varios archivos que exponen los crímenes de guerra cometidos en Iraq y Afganistán.

«Después de seis años refugiado en la embajada de Ecuador en Londres, -donde lo visité personalmente-, y tras ser expulsado por el gobierno de Lenin Moreno y entregado a la policía británica, Assange hoy tiene serios problemas de salud«, señaló Pérez Esquivel en declaraciones ofrecidad a Prensa Latina.

El defensor de derechos humanos y activista social advirtió que sla posible extradición del ciberactivista a suelo norteamericano es una condena a muerte porque si lo juzgan, lo sentenciarán a 175 años de prisión por los 17 cargos de espionaje de los cuales se le acusa.

«Esto es una condena a muerte», reiteró el premio Nobel tras pedir a los medios de comunicación en el mundo y a los periodistas con consciencias que levanten su voz porque esto pone en peligro lo que es la libertad de información en el mundo.

«Hay que alzar la voz en el mundo para salvarle la vida a Assange y se respete su integridad física«, manifestó Pérez Esquivel tras pedir una vez más por la inmediata libertad del periodista y ciberactivista, encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh, en el este de Londres.

En una carta difundida días atrás, Pérez Esquivel recordó que Assange no es ciudadano de Estados Unidos y la plataforma Wikileaks es global y alertó que «si procede la extradición su caso serviría de antecedente para que cualquier periodista de investigación pudiera ser juzgado en los Estados Unidos por revelar crímenes perpetrados por orden de Washington en terceros países».

«Lo que se está juzgando es la libertad de expresión y el derecho a informar y ser informado con la verdad», subrayó.

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