Por Jordi Jiménez.-

Se ha lanzado una pregunta por redes sociales para testear el estado de opinión de la gente sobre el tema del alargamiento de la vida corporal. Esto se encuadra en un breve estudio sobre el tema de la inmortalidad dentro del grupo de Escenarios Futuros.

La pregunta que se ha hecho ha sido muy abierta para dar opción a todo tipo de opiniones. En concreto ha sido: “¿Qué opinan de la posibilidad, si existiera, de alargar la vida cientos de años? ¿Qué les parecería algo así?

Esta formulación daba pie a todo tipo de respuestas y de cualquier extensión, ya que la pregunta se lanza en un grupo privado de Facebook que ahora consta de algo más de 314.000 inscritos, y que permite expresar la opinión de forma cualitativa y extensa. Desde luego que no se trata de una muestra representativa ni se pretende generalizar estos resultados a una población más amplia. Simplemente es una pequeña muestra que puede dar pistas de algunos contenidos y opiniones que andan circulando en este momento.

Se han registrado hasta el momento 375 respuestas, de las cuales se han categorizado y anotado las de 283 personas. El resto no respondía a la pregunta o eran comentarios jocosos.

A partir de las respuestas anotadas se crean 3 categorías: favorable al alargamiento de la vida; contrario al alargamiento de la vida y favorable con condiciones. Además se registra el género de la persona que responde y alguna frase o expresión significativa que busca captar el motivo por el cual la persona adhiere o rechaza el alargamiento de la vida.

Resultados

Favorable Contrario Si con condiciones TOTAL
12,01% 63,96% 24,03% 100,0%
34 181 68 283

De las 283 respuestas anotadas, el 64% (181) son contrarias a la prolongación de la vida. Este rechazo va desde expresiones como «no, gracias» hasta expresiones como “horror”, “espanto” o “tragedia” por la simple idea de alargar la vida. Algunos rechazos tienen que ver con la superpoblación que se produciría y con el atentado al planeta (al medio ambiente) y a sus recursos debido a esa superpoblación. También hay un grupo que ha puesto de relieve la necesidad de que las generaciones avancen y que no se estanque el ciclo vital y el proceso natural. Tal alargamiento se ve como algo antinatural. Unos pocos hablan de la soledad en que podrían quedar si sólo sobreviven ellos. Llaman la atención las respuestas que hacen referencia a que ese alargamiento resultaría en un aburrimiento insoportable. Entiendo que tales expresiones se pueden traducir por “sin sentido”. La vida no tiene sentido y alargarla sería alargar ese sin sentido para estas personas. Las malas condiciones de vida actuales también actúan como freno a esta posibilidad ya que la gente imagina ese futuro extendido como repetición de un presente sufriente y ante esta perspectiva es razonable que no se quiera alargar tal situación. En un caso se dice expresamente que “sería insoportable vivir tanto tiempo en un cuerpo limitado”. Tal vez esta respuesta podría ir en el grupo “Sí con condiciones” ya que parece expresar el deseo de romper los límites naturales de nuestra biología.

En muy pocos casos se ha mencionado a Dios o la divinidad como impedimento para alargar la vida. Muy pocos han mencionado que el ser humano no “debe” hacer algo así. El discurso de que alargar la vida sería «jugar a ser dioses» parece estar presente más bien en ámbitos de poder (religioso, político…) que, precisamente, son los que más pretenden decidir los destinos de las sociedades y de la gente y ven en esto un riesgo que les restaría ese poder que creen tener. Sin embargo, tal opinión no parece estar muy presente en la gente.

La siguiente tabla muestra los números y porcentajes de algunos de los motivos mencionados para el rechazo en este grupo:

Contrario (N=181) % Motivo
24 13% horror, tortura, tragedia, desastre…
14 8% aburrimiento (sin sentido)
13 7% ciclos, naturaleza, medio ambiente
12 7% superpoblación, falta de recursos
4 2% soledad, sin seres queridos
3 2% cansancio
3 2% dios dispone

El 12% (34) se muestran entusiastas de la idea de alargar la vida sin poner condiciones, simplemente se apuntan a la idea sin dudar. Dentro del grupo de estos entusiastas, una cuarta parte lo son por las ganas de aprender y conocer, porque perciben enormes posibilidades de avance y desarrollo, y todo un mundo por explorar. Algunos pocos hablan de vivir 1.000 años o más. Alguien menciona que esto sería “una de las mayores esperanzas humanas”.

Al 24% (68) de los participantes les parece buena idea, pero con condiciones. La inmensa mayoría de estas condiciones (el 70% de este grupo) tienen que ver con mantener la salud, la fortaleza o la juventud. También hay unos pocos (13%) que ponen como condición que haya ciertos cambios en aspectos sociales que favorezcan la armonía social y el bienestar para todos. En algunos casos se menciona un cambio de valores o intangibles como condición o el hecho de poder seguir juntos con la familia. En un caso se dice que para alargar la vida hay que tener “un proyecto a largo plazo”.

En cuanto al género de los participantes, se distribuye de esta manera:

Sexo TOTAL % Sexo
H 171 60,4%
M 112 39,6%
Total 283 100,0%

Algunas interpretaciones preliminares:

– El sin sentido de la vida dificulta el interés por su alargamiento. Para qué habría de vivir tantos años, si nada tiene sentido?

– Con un sentido y una dirección de vida es más probable que se trabaje por el alargamiento de la vida, pero eso requiere cambios previos en el modo de estar en el mundo y en su propósito. Y estos cambios han de ser tanto internos como sociales.

– En realidad, esta necesidad de sentido se tiene siempre, al margen de lo que dure su vida.

– El ser humano es un ser histórico-social caracterizado por su intención transformadora, pero tal idea no está instalada en la gente. Predomina aún la idea de ser natural, aunque ya hay en algunos el registro de que el cuerpo limita al ser que busca expresarse sin límites.

– El ser humano no es su cuerpo, por tanto, puede aplicar su intención para transformarlo alargando su duración. Pero esta libertad intencional del ser humano choca todavía con la censura de mucha gente, con valores que niegan esa posibilidad (posiblemente por ese pensamiento naturalista del ser humano).

– Para los intereses del sistema (apropiación y control de la intención ajena) no está clara la utilidad de ese alargamiento de la vida. Sólo lo impulsarán si ven negocio en ello,

– El alargamiento de la vida traería muchas complicaciones prácticas (sobrepoblación mundial, convivencia y equilibrio con el medio ambiente, raza superior, nuevas desigualdades…).

– Tener unas condiciones de vida desfavorables, sufrientes o sin futuro posicionan claramente a la gente en contra de un alargamiento de la vida. Para seguir así, mejor no. Es un postura que niega el futuro y la posibilidad de cambio (las cosas serán siempre así).

– Se han mencionado dos obras literarias de autores como Saramago y Borges que hablan de esta temática y que, de una forma u otra, se muestran contrarios a este alargamiento de la vida. Las producciones culturales son indicadores de intangibles sociales y al mismo tiempo, si son grandes referentes literarios, realimentan o fortalecen esos mismos intangibles.

– Por tanto, será difícil que se dé algo como la inmortalidad si no hay otros cambios concomitantes: nuevos valores sociales, nuevas imágenes de futuro, nuevas aspiraciones colectivas, nuevas creencias, etc.

– Aún así, hay científicos y tecnólogos con apoyo que lo intentan desarrollar. Tal vez la gente se lo encuentre desarrollado un día. Y entonces, qué? ¿Seguirán negándose a alargar la vida todos los que ahora dicen que no la alargarían? ¿O el hecho de que aparezca el fenómeno hará cambiar en muchos casos la actitud actual?

– Las personas que apoyan con entusiasmo esa idea se basan principalmente en las ansias de conocimiento, aprendizaje y desarrollo personal. Para ellos el enemigo a batir son los condicionamientos biológicos que impiden ese desarrollo. Esa búsqueda de libertad y de romper límites es aún muy escasa… pero ya está presente.

Junio de 2020

El artículo original se puede leer aquí