El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dice que es una “mentira” que la Amazonía esté ardiendo pese a que los informes de su propio gobierno lo contradicen.

“La historia de que la Amazonía está ardiendo es una mentira y tenemos que luchar contra ella con cifras verdaderas”, declaró el martes el mandatario brasileño, a pesar de que datos de instituciones gubernamentales brasileñas muestren un aumento del número de incendios forestales en la región.

Durante la II Cumbre Presidencial por la Amazonía, Bolsonaro justificó sus alegatos explicando que el mayor bosque tropical del mundo “no se quema” porque “se preserva por sí solo” gracias a las características de su vegetación y por tratarse de un “bosque húmedo”.

El mandatario, un defensor de la explotación de los recursos naturales en la Amazonía, se quejó de las duras críticas por parte de la comunidad internacional a la gestión de su Gobierno en materia de política y preservación ambiental.

Bolsonaro ha sido objeto de críticas internacionales por los extensos incendios y la deforestación en la Amazonía brasileña durante su mandato. Entre mayo y octubre del año pasado, enormes incendios forestales arrasaron extensas áreas de la Amazonía.

Pese a la negación de Bolsonaro, los datos satelitales del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) muestran que los incendios forestales en la Amazonía brasileña aumentaron el mes pasado en un 28 % respecto a julio de 2019 alcanzado hasta 6803 fuegos.

El Gobierno de Bolsonaro ha sido acusado de seleccionar los datos más favorables para justificar en julio la insistencia del mandatario de que se redujo la deforestación. Pero a pesar de ese dato positivo, la deforestación en la Amazonía brasileña alcanzó un nuevo récord en los primeros siete meses del año, según los datos del INPE.

En 12 meses, entre julio de 2019 y julio de 2020, la deforestación en la Amazonía aumentó en un 34,5 %. Mientras tanto, especialistas prevén una nueva temporada preocupante de incendios este año.