Como sacado de una historia de ciencia ficción digna de ser llevada a la gran pantalla, el “pueblo fantasma” inmerso en aguas italianas, conocido como Fabbriche di Careggine, podría reaparecer en tierra el próximo año.

Esta Atlantida es real, es una ciudad del Siglo XII que alguna vez fue el hogar de unos 150 residentes, 31 casas y una sólida iglesia de piedra.

La historia cuenta que durante cientos de años, la pequeña ciudad italiana fue un refugio para los herreros artesanales.

Según el sitio de noticias italiano La Repubblica, en 1946 llegó a su fin, cuando la compañía energética italiana Enel construyó una presa hidroeléctrica en el valle circundante. Entonces los habitantes de la ciudad fueron trasladados a un pueblo cercano, pero Fabbriche di Careggine se inundó y nació el nuevo lago artificial Vagli.

En los 75 años que Fabbriche di Careggine se ha sentado en el fondo del lago, los visitantes curiosos han tenido cuatro oportunidades de caminar entre sus antiguas piedras erosionadas por el agua: en 1958, 1974, 1983 y 1994, cuando el lago Vagli fue drenado para el mantenimiento de la presa, de acuerdo con la junta de turismo local.

La historia cuenta que durante cientos de años, la pequeña ciudad italiana fue un refugio para los herreros artesanales.

Traída del Medioevo

Fabbriche di Careggine, un pueblo italiano que existió desde el Medievo y se ubicó en la Toscana, será drenada de nuevo probablemente en 2021, según publicó hace poco en Facebook la hija del ex alcalde de la municipalidad local, Lorenza Giorgi.

«Sé de buenas fuentes que el año que viene, en 2021, se vaciará el Lago di Vagli», se lee en el post de Giorgi.

Por su parte, un portavoz de la compañía Enel, la que construyó la presa hidroeléctrica, informó en CNN que también se habían planteado el drenaje de Vagli, pues era una buena oportunidad de limpiar el embalse e impulsar el turismo en la zona.

Durante los varios meses que Vagli fue drenado en 1994, aproximadamente 1 millón de turistas visitaron el Fabbriche di Careggine resurgido, reportó La Reppublica.

En los 75 años que Fabbriche di Careggine se ha sentado en el fondo del lago, los visitantes curiosos han tenido cuatro oportunidades de caminar entre sus antiguas piedras erosionadas por el agua: en 1958, 1974, 1983 y 1994.

Historia poco conocida

El asentamiento toscano fue fundado en el año 1270 por una comunidad de herreros que trabajaban los metales extraídos del Monte Tambura, y llegó a adquirir popularidad por la calidad de las piezas que allí se fabricaban.

Fue evacuado en 1953 y a sus 146 habitantes los reubicaron en la localidad aledaña de Vagli Sotto. Pero según un mito urbano (para muchos, producto de una estrategia turística) el lugar es un pueblo «fantasma».

Se dice, a modo de leyenda, que cuando el lago se vuelve a vaciar por las tareas de mantenimiento y las ruinas emergen, también vuelven a la vida los antiguos pobladores de Fabbriche di Careggine.

Los edificios de esta pequeña Atlántida son de piedra, y hasta ahora el cementerio, el puente y la iglesia de San Teodoro permanecen intactos.

Si bien el lago se ha vaciado en cuatro ocasiones, hay planes para establecer una cúpula alrededor de la ciudad y un puente sobre él, para que sea permanentemente visible.

Para fortuna de los curiosos, el pasado 18 de mayo se autorizó la libre circulación en toda la Región Toscana de Italia, así que quienes deseen ir a verificar el mito podrán hacerlo en 2021.

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