Por Lucas Bustamante (texto y fotos)

Biólogo, fotoperiodista y cofundador de Tropical Herping.

 

Durante los últimos días, las autoridades ecuatorianas detectaron por lo menos 260 barcos enormes, principalmente de China, pescando alrededor de la Reserva Marina de Galápagos y los mares de Ecuador por varios días. A pesar que el gobierno ecuatoriano argumenta que es «pesca legal«, porque no están dentro de la Reserva Marina de Galápagos o en mares ecuatorianos, tenemos que entender qué ésta es una clara amenaza para nuestro patrimonio natural y turístico ¡y el de toda la región! Grandes especies marinas tienen muy largos camino migratorio, a veces nadando miles de millas por todos los océanos, sin importar estar dentro o fuera de las áreas protegidas marinas, delimitadas por los humanos.

Ya en 2017, Ecuador detectó una gran flota pesquera cerca de la Reserva Marina de Galápagos compuesta por 297 buques, uno de ellos el Fu Yuan Yu Leng 999. Ese barco había entrado en aguas en la Reserva Marina de Galápagos y fue detenido con 300 toneladas de pesca en sus tanques, incluyendo una gran cantidad de especies protegidas y en peligro de extinción como tiburones martillos. ¿Necesitamos que ésto vuelva a suceder? En realidad ya está pasando, pero me parece tan absurdo que necesiten cogerlos dentro de una reserva o área protegida para que podamos hacer algo al respecto.

Décadas y millones de dólares invertidos en ciencia, conservación, educación y concienciación local son enviados a la basura en solo un segundo. Los buques pesqueros solo deben esperar en la frontera de nuestras áreas protegidas a que las especies grandes naden hasta ellas (¡como normalmente lo hacen!).
Entonces, esto no es un «problema de Galápagos» o un «problema de Ecuador». Está afectando a todos los países que cuidan y dependen económicamente de especies marinas de una u otra manera, algo que claramente tenemos todos en común. Hace unos años, el Instituto Australiano de Ciencias Marinas publicó un estudio que muestra que los tiburones valen más vivos que muertos, estimando ingresos de hasta $ 1.9 millones por cada tiburón a una comunidad local (a pesar que esto nos pueda parecer tan obvio, es tan triste que tengamos que hacer este tipo de estudios para implorar a los gobiernos la necesidad de actuar).

Ésta es la verdadera situación económica de todas las comunidades marino costeras que dependen del turismo basado en el patrimonial natural, como las Galápagos en Ecuador, Cocos en Costa Rica, Malpelo en Colombia, solo por mencionar algunos de la zona. Pese a que esto afecta directamente a todo la zona tropical, y por supuesto a los visitantes de todo el mundo que van a ver estas especies, apoyando a las comunidades locales. Todo esto está siendo devastado y amenazado en tiempo real. Literalmente…

Tenemos que exigir a nuestros gobiernos y a las organizaciones internacionales que refuercen los tratados internacionales de pesca, y que regulen más estrictamente la pesca excesiva en aguas internacionales. Ya estamos tarde para esto, pero si no empezamos de una vez por todas, los tiburones, las ballenas, las mantas y muchas especies marinas grandes serán recordadas a nivel mundial solo a través de fotos e historias contadas por los futuros abuelos…