Intelectuales, académicos, activistas y organizaciones sociales de Colombia y el mundo han manifestado esta semana su apoyo masivo al trabajo de la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) en Colombia. Más de 3000 personas e instituciones firmantes en un lapso de tan solo de 12 horas, rechazan las declaraciones del ex ministro de defensa Juan Carlos Pinzón, donde manifiesta no confiar en el trabajo de la Comisión por estar sesgada y donde, además, acusa de manera irresponsable a los comisionados y comisionadas por tener nexos con grupos armados. No sólo es un ataque al trabajo de la Comisión, sino también una clara exposición de la seguridad de los miembros de la CEV.

Desde Pressenza hemos firmado el comunicado como una muestra más de nuestro compromiso con la paz en Colombia, el respaldo a las instituciones del Sistema de Verdad, Justicia, Reparación y No repetición y, además, porque creemos que es posible la reconciliación y que, precisamente, comienza por un proceso de verdad serio, responsable y en consonancia con las normas internacionales para una justicia restaurativa y de carácter transicional, como el que viene haciendo el actual equipo de la CEV, experimentado y con solvencia para afrontar un trabajo complejo, pero que estamos seguros, será indispensable para Colombia.

 

A LA COMUNIDAD COLOMBIANA E INTERNACIONAL
POR LA VERDAD Y LA PAZ PARA TODAS Y TODOS

 

Las personas y organizaciones abajo firmantes reiteramos nuestro reconocimiento a la integridad de la Comisión de la Verdad, de los Comisionados y de su Presidente, Padre Francisco De Roux, S.J., quienes, con su trabajo dedicado, juicioso, responsable y ético se han entregado a la difícil tarea de ayudarnos a todos los colombianos a develar las sombras de nuestra propia historia.

La composición heterogénea de la Comisión es una garantía de representación de las diferentes orillas de nuestra sociedad y de sus víctimas. El ejercicio independiente de la Comisión de la Verdad en su generoso y duro compromiso con el hallazgo y la revelación -desde la voz de las víctimas- de las profundas heridas y dolores producidos por el largo conflicto histórico, no tiene intención diferente de la de ayudar a nuestra sociedad a reconstruir el fino tejido de sus relaciones.

Escuchar las voces de las víctimas a lo largo del territorio es defender la vida en todas sus formas. La Comisión ha asumido con profundidad y dedicación su labor, y la honorabilidad de sus miembros ha sido, es y será la garantía que preservará dicha verdad en favor de la paz y la reconciliación de nuestro país.

Apoyamos y animamos a la Comisión a que continúe ejerciendo la labor que se le ha encomendado y esperamos los frutos de su ejercicio con esperanza. A su vez, invitamos a los ciudadanos y ciudadanas del país a aunar fuerzas para impedir que este proceso sea maltratado, ideologizado o politizado por los intereses de unos pocos que se rehúsan a la fuerza transformadora de la verdad y sus consecuencias.

Bogotá, Julio 17 de 2020