Para dar un ejemplo de intercultura, en este caso entre Italia y Cuba, entrevistamos a Ana María Pedroso Guerrero, promotora cultural y consultora de arte, para hablar sobre derechos humanos afectados en lo que hace a las mujeres, y cuán importante puede ser la poesía para transmitir instancias de libertad, paz y justicia.

Ana María Pedroso Guerrero es poeta y escritora. Licenciada en Lenguas y Literaturas Extranjeras en la Universidad de Estudios de la ciudad de Bérgamo (Italia), se desempeña como promotora cultural y consultora de arte. Reside entre Milán (Italia) y la Habana (Cuba) y desde el 2007 es la Fundadora y Presidente de la Asociación Cultural Cubeart (Milán), para la cual crea y dirige proyectos culturales, sociales y artísticos. Ha contribuido a la promoción del arte y la cultura cubanos en Europa y Latinoamérica, realizando eventos y exhibiciones con artistas cubanos e internacionales en La Habana, Milán, Venecia, Roma, Viena, Lugano, Río de Janeiro, Sao Paulo, y Quito, entre otras.

La Asociación Cubeart es un proyecto cultural autónomo y sin fines de lucro para la promoción del arte y la cultura, con sede en Milán (Italia).

¿Cuándo y dónde nacen la asociación Cubeart y el proyecto poético “Poetry is my passion” (la poesía es mi pasión)

La idea de crear una asociación surgió en Austria, en esa Kulturnation a la que agradezco aún hoy por ser mi primera cómplice. Allí entré en contacto con su vasto y heterogéneo mundo cultural, y comenzó a aflorar la idea de una aventura fascinante: enamorarme del arte y contribuir a su creación.

Terminado el Erasmus y ya con una idea formada, decidí instalarme en Dornbirn, (Vorarlberg), una de las regiones del país más activas culturalmente. En Dornbirn conocí a muchos artistas y me acerqué a las Kunstverein, asociaciones culturales que ofrecían numerosas convocatorias en las más diversas áreas (artes escénicas, literatura, pintura, arte mediático y música, entre otros) que en la mayoría de los casos estaban destinadas a promover artistas jóvenes y la interculturalidad, e influenciaron sucesivamente nuestro diseño de estrategias para organizar los proyectos culturales, de codesarrollo y del territorio.

Estos primeros años de residencia entre Cuba, Italia y Austria fueron para mí edificantes, fructíferos, y sobre todo muy entrañables. Fue el comienzo de mi colaboración directa con las instituciones, artistas e intelectuales en la Isla, y tuve la suerte de concurrir y contribuir con grandes poetas, escritores y artistas como Nancy Morejón, Thiago de Mello, Ernesto Cardenal, Pablo Armando Fernández, Jaime Saruski, Aitana Alberti, Alex Pausides, Pedro de Oraá, Lesbia Vent Dumois, y muchos otros.

En los periodos estables entre La Habana y Milán trabajé con un grupo de poetas y pintores, artistas, críticos de arte y curadores con los cuales se creó un singular espacio de diálogo que contribuyó a la puesta en marcha de muchos sueños como el inicio de un intercambio cultural entre Cuba, Italia y Austria que dió como resultado la inscripción de la asociación Cubeart en el año 2008, con la misión de dar más importancia al arte y la cultura. También fue el inicio de un camino fabuloso, entrañable, pues comenzó una relación de amistad con muchos de nuestros artistas y colaboradores que perdura en el tiempo.

“Poetry is my passion”

“Poetry is my passion” involucra a artistas de diferentes países, creando formas de conexión e intercambio entre poetas, músicos, actores y operadores culturales. El objetivo primordial de este proyecto reside en el lenguaje, nuestro patrimonio más preciado, cuya máxima expresión es la poesía.

“Poetry is my passion” es también un itinerario poético, un espectáculo teatral, una colección de poemas que por primera vez ha reunido la obra de cinco autores: Betty Gilmore de Estados Unidos, Rufin Doh de Costa de Marfil, Meisam Seraj de Irán, Antje Stehn de Alemania, y yo, escrita en diferentes idiomas: inglés, francés, persa, alemán y español, y traducida al italiano.

La idea del proyecto nació en el 2017 cuando juntos protagonizamos una lectura poética en el Museo de las Culturas de Milán, MUDEC. Éste fue el primero de una serie de eventos para la promoción de la campaña de recaudación de fondos de Ulule «Poetry is my Passion»y para el lanzamiento de la colección de poemas “Sésamo y sal. Poesía”, con la intención de crear una interconexión de diferentes redes culturales en Milán, incluyendo la participación de asociaciones, poetas y escritores de Italia y otros países.

¿Cuáles son los objetivos de su asociación?

Cubeart es un proyecto internacional que aporta una oferta cultural con un fuerte valor social.

Su particular concepto dinámico de asociación lo convierte en un espacio de integración para las artes y las ciencias: literatura, teatro, cine, música, danza que contribuye asimismo a la inclusión de artistas en los circuitos internacionales de exhibición y distribución.

Cubeart tiene entre sus objetivos el de crear, a través del arte y la cultura, puentes y conexiones con comunidades multiculturales y artistas internacionales, promoviendo la inclusión social, salvaguardando la diversidad cultural y lingüística. En efecto, considera la interculturalidad como un recurso para el desarrollo social y económico de los territorios y como una lucha contra la desigualdad y la discriminación.

Entre los últimos proyectos están “Nascere a Milano: Donne, Alberi e Identità” Museo delle Culture MUDEC, 2020; «Abajo Los Muros», 2019 con la cooperación de la Fundación Cariplo. Centro Internazionale di Quartiere, Cascina Casottello; “Milano una città mille lingue. Poetry is my passion”. Itinerario poético, 2018-2019; «El último cielo», 2017. Triennale Milano; «M-WAM – World Arts Map», 2015 Show Workshop “Milano Città Mondo”, Fabbrica del Vapore, Milano.

El arte siempre es importante para dar voz a quienes no lo tienen. ¿Cómo puede hacerlo también la forma poética?

El arte puede hacerte pensar. Y el artista puede hablar con todos por igual. […] El poeta es la suma de las diferentes «experiencias» del hombre de su tiempo, dijo Salvatore Quasimodo en su discurso al recibir el Premio Nobel, en el que distinguía la función poética de la política. En realidad, el poeta con su compromiso civil, que es también político, encarna los valores humanos fundamentales. La poesía es una expresión lírica y, a través de la magia de la palabra, es capaz de transmitir mensajes de arte, de historia, de cultura. Creo que la poesía tiene esta fuerza para fortalecer la identidad y, a partir del idioma, representarse a sí mismo, tu país, tu gente, tus valores. Por ejemplo, para aquellos que habitualmente hablan otro idioma, leer un poema en el idioma nativo tiene un valor constitutivo: de reconocimiento e identidad, y también lingüístico. Desde su creación, la asociación se ha caracterizado por un fuerte valor poético. Tanto en la forma de concebir los proyectos como en la forma de desarrollar los trayectos. Fundada por poetas y escritores y artistas plásticos y alimentada por un escenario internacional e intercultural que ha permitido de forma equivalente el establecimiento de proyectos de exhibición, poéticos, culturales y sociales.

Muchas son las poetisas y artistas que colaboran contigo, por ejemplo: Giselle Lucia Navarro es escritora, poeta y diseñadora ¿cuáles son sus mensajes principales?

Para Giselle es “la poesía como vehículo de paz, que nos permite reflejar las interioridades del alma humana, es su contrapeso para equilibrar las bellezas y crudezas de la vida. “El arma con la que transformo esa palabra”, escribe Giselle, “en lo escrito o lo visual, para llegar a los demás. Escribo para el ser humano, apunto a su corazón. Deseo que mis poemas lleguen a su corazón y no solo a su cabeza. Los poemas que llegan a tu corazón son los que te cambian la vida. Para mí la poesía no es un entretenimiento, es algo muy serio, como una misión. La palabra es mi oxígeno. Elijo su sencillez. La sinceridad y la pureza de las cosas es lo que quiero transmitir. Deseo que mi palabra penetre como una bala, una bala que cure y despierte, que permita que la persona se mire a sí misma. No importa si olvida el poema. Lo importante es que mi palabra haya sembrado en esa persona una sensibilidad, esa sensibilidad que nos permite cambiar el mundo”.