GINEBRA, 8 may 2020 (IPS) – Las medidas de confinamiento y de contención frente a la covid-19 amenazan con aumentar los niveles de pobreza relativa de los trabajadores de la economía informal, hasta 56 por ciento en los países de bajos ingresos, señaló este viernes 8 un nuevo documento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

También en los países ricos 52 por ciento de los trabajadores informales pueden ser empujados hacia la pobreza, y al menos la quinta parte de quienes laboran en la informalidad en los países de ingresos medios, como Marruecos en África, Indonesia en Asia y Argentina en América Latina.

Pobreza relativa es la condición de no poder satisfacer las necesidades básicas, y es una amenaza tan fuerte como la posibilidad de infectarse con el nuevo coronavirus para al menos 1600 de los 2000 millones de trabajadores ocupados en la economía informal en todo el mundo, según la OIT.

La mayoría de los informales trabaja en los sectores más afectados por la parálisis económica asociada al confinamiento, e individualmente o en pequeñas unidades económicas conforman el conjunto laboral más vulnerable en la actual crisis.

Esos sectores incluyen a los trabajadores en los servicios de hostelería y restauración, la industria manufacturera, la venta al por mayor y al por menor, y los más de 500 millones de agricultores que abastecen los mercados urbanos.

Las mujeres se ven especialmente afectadas en los sectores de alto riesgo, como son los servicios de salud, trabajo doméstico y cuidado de personas, destacó el informe.

Más de 75 por ciento del total del empleo informal tiene lugar en empresas con menos de diez trabajadores, incluido 45 por ciento de los trabajadores absolutamente independientes, sin empleados.

En muchos países las medidas de contención “no pueden ser aplicadas eficazmente porque los trabajadores necesitan laborar para alimentar a sus familias, y no tienen otros medios de subsistencia”, lo que compromete los esfuerzos de los gobiernos para proteger a la población con medidas sanitarias, reconoció la OIT.

El porcentaje de trabajadores informales gravemente afectados por el confinamiento va desde 89 por ciento en América Latina y los países árabes, a 83 por ciento en África, 73 por ciento en Asia y el Pacífico, y 64 por ciento en Europa y Asia Central.

La mayoría de los trabajadores informales no tienen otros medios de subsistencia y “por ello enfrentan un dilema que prácticamente no puede ser resuelto: morir de hambre o por el virus”, y esa situación se ha exacerbado por las perturbaciones en el suministro de alimentos a los sectores trabajadores.

El documento llamó la atención sobre la situación de los trabajadores domésticos, que son 67 millones en todo el mundo, 75 por ciento son informales, y para ellos “el desempleo es una amenaza tan grande como el mismo virus”.

Quienes siguen trabajando enfrentan un riesgo elevado de contagio, al cuidar familias en su domicilio privado y la situación es peor para los 11 millones de trabajadores que son migrantes, originarios de los países del Sur.

La crisis de la covid-19 “está exacerbando las vulnerabilidades y las desigualdades existentes, y las respuestas políticas deben garantizar que el apoyo llegue a los trabajadores y a las empresas que más lo necesitan”, afirmó el responsable del área de trabajo doméstico en la OIT, Philippe Marcadent.

Entre sus recomendaciones, la OIT pide a los gobiernos proveer ayuda alimentaria a los trabajadores informales y sus familias, garantizar que quienes resulten contagiados tengan acceso a atención médica, y ayudar a reducir la exposición de los trabajadores ante el nuevo coronavirus.

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