El Ministerio de Seguridad del Estado chino presentó el pasado abril un informe a los principales líderes del país, incluido el presidente Xi Jinping, aseverando que el sentimiento global contra Pekin está en su punto más alto desde la represión de la plaza de Tiananmén en Pekín (la capital) —cuando el Ejército chino suprimió una rebelión contrarrevolucionaria con tropas y tanques en 1989— según citó el lunes la agencia británica de noticias Reuters.

Tal y como dijeron las fuentes familiarizadas con el informe a Reuters, como resultado, Pekín enfrenta una ola de sentimiento antichino liderado por EE.UU. después de la pandemia del coronavirus y necesita estar preparado en el peor de los casos para la confrontación militar con el país norteamericano.

El documento concluyó que Washington ve el ascenso del gigante asiático como una amenaza a la seguridad económica y nacional, así como un desafío para los países occidentales, afirmaron las fuentes.

Por otro lado, el informe también señala que el Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, pretende debilitar al gobernante Partido Comunista de China socavando la confianza del público.

El informe fue elaborado por los Institutos de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China (CICIR), un grupo de expertos afiliado al Ministerio de Seguridad del Estado, el principal órgano de inteligencia de China.

Desde el comienzo del brote del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19, el Gobierno de EE.UU. ha emprendido una guerra propagandística contra China, refiriéndose al virus como un “virus chino”. Washington acusa a Pekín de “ocultar información crucial” sobre el desarrollo del brote del virus letal durante las primeras etapas.

En el caso más reciente, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dijo el domingo que había “enorme evidencia” de que la COVID-19, se había originado en un laboratorio de la ciudad china de Wuhan, aun cuando las afirmaciones anteriores han sido reiteradamente rechazadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la propia China y varios expertos.

En respuesta, el canal estatal chino CCTV condenó el lunes las “declaraciones alocadas y evasivas” de Pompeo en una crónica titulada “El diabólico Pompeo está arrojando veneno sin sentido y esparciendo mentiras”.

 

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