La coordinación Política y Social Marcha Patriótica de Colombia, hace un llamado a todas las organizaciones democráticas de Colombia y del mundo a juntar esfuerzos para detener la intervención militar de EE. UU. y Colombia en ciernes contra el pueblo y el gobierno de Venezuela. Los presidentes Trump y Duque pretenden justificar lo injustificable: iniciar una guerra con Venezuela. Así lo demuestran los movimientos para ampliar el cerco económico y diplomático con una intervención militar de amplias proporciones, aprovechando que la atención del mundo está puesta en superar el duro momento de la humanidad, producto de la pandemia COVID19.

Los buques de guerra del Comando Sur de los EE. UU. ya están surcando las aguas del Mar Caribe, y las comunidades que habitan en las fronteras con Venezuela registran masivos movimientos de tropas colombianas con el pretexto de la lucha contra las drogas. Una demagogia que sólo convence a los obsecuentes aliados de los EE. UU., pues es conocida su fracasada prédica guerrerista contra el narcotráfico. Atacan a comunidades campesinas fumigando con glifosato sus cosechas, alentando la guerra en nuestros países, mientras siguen siendo los mayores consumidores mundiales de cocaína, amapola, marihuana y drogas sintéticas.

Colombia es el mayor productor de cocaína y EE. UU. el mayor consumidor, sin embargo, apuntan a Venezuela, que tiene certificada ante la ONU la inexistencia de cultivos de uso ilícito. Por eso estamos acudiendo a la ejecución de un enorme falso positivo mundial, similar al que inició la invasión a Irak en 2003. No había armas nucleares en Irak, como tampoco hay una dictadura o un narcoestado en Venezuela. Si hay, en cambio, enormes riquezas petroleras y un pulso político regional por la soberanía y la independencia

Trump y Duque están obsesionados en enterrar el Acuerdo de Paz en Colombia. Las directivas establecidas en las últimas semanas lo comprueban, una guerra contra Venezuela sería el final de los enormes esfuerzos de paz desarrollados en los últimos diez años. Nosotros respaldamos a Venezuela, porque sabemos de sus logros democráticos, del apoyo esencial para la paz de Colombia, y el apoyo a los cinco (5) millones de colombianos y colombianas que viven en su territorio.

Ante estas circunstancias no existen diferencias políticas válidas, exhortamos a que todas las fuerzas políticas se allanen a la cordura y a la actitud democrática en contra de la guerra. Nadie puede negar la existencia de una mayoría social en Venezuela, constituida por millones de personas, que sostienen de forma participativa al poder constituido y con sus poderes establecidos. Como es propio de la política, en Venezuela existen opositores y furiosos debates entre facciones sociales, económicas y políticas, ninguna que justifique una invasión militar, un bloqueo económico, o una guerra sicológica como las que estamos presenciando.

Es el momento de actuar. No esperemos a que caigan las primeras bombas sobre suelo venezolano. Latinoamérica y el Caribe perderán mucho más que los millones de barriles de petróleo que pretenden robar a Venezuela. Se perderán miles de vidas y se romperá la posibilidad de construir una región unida, capaz de enfrentar de forma común los desafíos humanos que nos depara el futuro.

Desde Colombia nos comprometemos a movilizarnos para una solución soberana a los debates internos de las facciones políticas venezolanas. De la misma manera que seguimos tratando de construir en Colombia un Acuerdo de Paz Completo, que ponga fin al paramilitarismo, y donde las fuerzas democráticas podamos desarrollar el sueño de un país donde la vida, la dignidad y el trabajo sean los principales valores sociales.

Nuestro abrazo solidario para Venezuela, y nuestro grito por construir un movimiento que impida la guerra y construya un proyecto latinoamericano y caribeño con paz, justicia social y democracia real.

Coordinación Política y Social Marcha Patriótica

Abril 5 de 2020

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