Los animales fueron vistos por primera vez en diciembre del 2018.

Un caso sin precedentes en el reino animal fue registrado en el Parque Nacional Gir, situado en el estado indio de Guajarat, cuando una leona adoptó a una cría de leopardo y la estuvo cuidando junto a su camada. Los expertos señalaron que normalmente esas dos especies «están en desacuerdo perpetuo» y compiten entre sí por el territorio y la comida.

El estudio, que proporciona detalles sobre la insólita acogida, fue publicado en la revista Ecosphere el 21 de febrero y sus autores revelaron que divisaron a los animales por primera vez en diciembre del 2018, cerca de un antílope muerto.

Entonces, el leopardo tenía aproximadamente dos meses, casi lo mismo que las crías de la leona. La felina estuvo cuidándolo y alimentándolo como si fuera su cachorro hasta que el pequeño finalmente murió.

«Este fue un caso raro de adopción de especies cruzadas en la naturaleza, y el único ejemplo documentado que involucra animales que normalmente son fuertes competidores», dijo Stotra Chakrabarti, investigador de la Universidad de Minnesota que estudia el comportamiento animal y es uno de los principales autores del informe.

Inicialmente, los investigadores pensaron que la unión no duraría mucho, como ocurrió en el caso de una leona de la Zona de conservación de Ngorongoro en Tanzania, que pasó un día con una cría de leopardo. Pero esta vez no fue así.

Durante un mes y medio, el equipo pudo observar la convivencia de la leona junto a sus propias crías y al cachorro de leopardo. Los animales compartían la carne que cazaba la madre y sus pequeños jugaban con el hermano adoptivo e incluso intentaban seguirlo por los árboles.

Posible explicación

Chakrabarti señaló que el fenómeno se podría atribuir al comportamiento semejante que presentan los cachorros de diferentes especies felinas, ya que antes de alcanzar la edad adulta —cuando adoptan las diferencias sociales—, los leones y leopardos juegan, maúllan y piden leche de manera similar. Esto pudo haber confundido a la leona y desviar su atención de que el cachorro presentaba características propias de un leopardo, como su olor, tamaño y apariencia moteada.

Asimismo, el equipo, que lleva casi 7 años estudiando a los leones del parque, informó que debido a que las leonas asiáticas se separan del resto del grupo durante unos meses para criar a sus cachorros, la cría de leopardo no tuvo interacción con otros leones adultos, que sí que lo podrían haber identificado como un impostor.

No obstante, nunca se pudo comprobar cómo se desarrollaría la situación cuando el leopardo creciera, ya que, tras 45 días, los investigadores lo encontraron muerto, debido, probablemente, a una hernia femoral que tenía desde su nacimiento.

«Hubiera sido fantástico ver cuando el cachorro de leopardo creciera, cómo serían las cosas», comentó Chakrabarti.

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