A tres días del 8 de marzo, día internacional de la mujer queremos hacer una reflexión sobre el feminismo en tiempos de globalización. Lo haremos con dos activistas comprometidas, ambas argentinas, y de generaciones distantes, así que con reflexiones y activismos distintos. 

Una de las entrevistadas en 4 Elementos es Inés Binder, ciberfeminista y comunicadora social del centro de producciones radiofónicas y radios libres.

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Recién estuvimos hablando con Rita Segato, hablamos de las luchas de las mujeres en el sentido de ser un beneficio para todas las personas, no solamente defendiendo que mejore la vida de las mujeres, sino que eso va a tener un efecto para toda la humanidad. ¿Qué reflexión te animas hacer sobre esta idea?

Me parece que el movimiento feminista está en un momento absolutamente potente que el mundo globalizado lo que hace, yo creo que hay una tensión por un lado nos permite conocer las realidades de otros lugares que originalmente parecerían muy lejanos, eso hace que compartamos experiencias y reconozcamos la realidad estructural del problema. Cuando las feministas decimos que queremos acabar con el patriarcado significa, no solamente que estamos denunciando la violencia a las que estamos sometidas de distinta manera, pero estamos sometidas todas como comentaba Rita, sino que es un modelo estructural a la organización social que entiende que las mujeres somos ciudadanas de segunda, tanto en el ámbito publico como en el ámbito privado. Por lo tanto, nosotras estamos viviendo en un mundo que no esta diseñado para nosotras y que incluso nosotras lo estamos ayudando a reproducir, porque somos quienes mantenemos la vida y ese trabajo no es reconocido en ningún ámbito.

Por un lado nos permite reconocer esta realidad estructural pero también nos permite reconocer cuales son las peculiaridades de cada una de las realidades, así los feminismos decoloniales van a plantearse ciertas preguntas que quizás las feministas blancas, en los países centrales, no nos hacemos. Eso nos ayuda a ampliar las miradas y a reconocer que somos muy distintas y que vivimos realidades muy distintas, en ese espacio donde se intercalan las realidades compartidas y las peculiaridades es donde se van generando nuevas propuestas, nuevas maneras de pensar, de ver la realidad así que lo importante es ampliar la mirada y eso nos lo permite la globalización.

Inés, tú antes nos comentabas que ahora estás viviendo en un sitio privilegiado porque el feminismo ha cobrado una fuerza en España. o más concretamente en Madrid, ¿por qué crees tú que eso está sucediendo en España?, ¿por qué el feminismo está también, igual que en Chile, no sé si hay factores o hay contextos que llevan a que, por ejemplo en este caso de Chile y de España han salido con mucha fuerza y discursos muy potentes?

Participo en particular en la comisión 8M que organiza una plataforma plural de feminismo autónomo, que es la encargada de organizar el 8M, lleva más de 40 años trabajando, desde el fin del franquismo se ha  venido organizando. Es verdad que desde 2017 con el tema internacional de mujeres y, específicamente, en 2018 y 2019 con la huelga general feminista que se propuso y que fue un éxito rotundo, lo que se ha logrado es poner el feminismo en la agenda pública. El feminismo es un tema ineludible para todo el mundo, incluso para la derecha y para los movimientos de extrema derecha que están teniendo mucho más espacio, sobre todo, mucha más fuerza institucional, se construyen en contraposición a nuestra propuesta y eso significa que estamos con una agenda potente que propone poner la vida en el centro. Que propone reconocer todas nuestras diversidades y, sobre todo, un programa que quiere que las mujeres vivamos en libertad, eso significa medidas económicas concretas para todas las mujeres.

Es verdad que Chile tiene un modelo económico muy concreto, pero también esta globalidad de la que estamos hablando hace que nos contagiemos, que veamos a las chilenas, que veamos lo que hacen, sus repertorios de acciones, que nos alimentemos de la creatividad y que eso a su vez haga que se conecten distintas experiencias. Por ejemplo, este año que desde Madrid no se va hacer una huelga, pero se decidió apostar por descentralizar las acciones que no solamente sean en la ciudad, sino que cada pueblo, cada barrio tenga una pequeña asamblea donde hagan acciones, quizás desde la ciudad de Madrid no se hace algo que hacen las chilenas, pero sí lo hacen en un pequeño pueblo, nos vamos conectando, nos vamos inspirando, el movimiento cada vez es más global, pero también es mas local, porque interpela a las mujeres en sus realidades cotidianas, incluso en los pequeños pueblos más aislados.

Pero entonces, estaría más correcto quizás hablar de movimientos feministas porque hay muchísimas corrientes, no estamos hablando, por ejemplo, ni de las mujeres en Asia, ni de los movimientos en África que son también muy fuertes, los movimientos feministas en África hace ya décadas también. ¿Cómo mencionamos al feminismo, cómo ideología, cómo movimientos diversos, cómo lo están viendo ustedes?

El feminismo es un movimiento teórico y de acción política que tiene muchísimas vertientes porque responde a realidades distintas, porque somos muy distintas todas nosotras y la globalización hace que, por ejemplo, nosotros desde Europa sí tenemos una camiseta, necesariamente tengamos que pensar en las condiciones de las mujeres que cosieron esa camiseta y eso hace que nos cuestionemos el mundo globalizado en que vivimos y que entendamos de dónde vienen esos recursos. Cuando utilizamos un teléfono celular que tengamos que preguntarnos de dónde vienen esos minerales, en qué condiciones fueron extraídos y ahí vamos a empezar a conocer las realidades de las mujeres africanas que ven como se están extrayendo los recursos naturales; si eso afecta su medio ambiente. Al final, son tantas las realidades que se conectan por una economía globalizada en la que ganan siempre los mismos, eso hace que evidentemente los cuestionamientos cada vez son más diversos.

Y tú crees, retomo una cosa que decía Rita hace un rato que hablaba del cuerpo de las mujeres como el lugar donde se sigue mostrando, habla de esta “dueñidad” donde se sigue mostrando el mandato de patriarcado, ¿tú crees que la violencia de género contra las niñas, contra las mujeres es como esa causa contra la que hay que luchar en todo el mundo, es como lo que de alguna manera une todas las diferencias, la lucha contra la violencia?

La violencia es quizás la manifestación más radical del patriarcado porque demuestra que esta denuncia que hacemos contra el machismo, es una denuncia contra la muerte y la explotación. Evidentemente, no nos afecta a todas de la misma manera, por eso es importante esta perspectiva que tiene el feminismo, pero es verdad que al ser estructural estamos todas en riesgo. La violencia machista no reconoce ni de clase, ni de raza, ni de casta, pero sí opera de manera distinta y en situaciones más contundentes que otras, eso no lo podemos negar, así sea porque estamos en espacios o en países que tienen sistemas institucionales mucho más fuertes y quizás responden con legislación o con justicia, o mujeres que están solas defendiendo el territorio en condiciones extremas. Siento que sí es algo estructural, que nos afecta a todas, pero que no podemos entender como un fenómeno homogéneo.

Inés, tu eres activista, ciberfeminista, explícanos quée es el ciberfeminismo y por qué es necesario este término, ¿qué es ser ciberfeminista?

Como todos estos feminismos que estábamos hablando, evidentemente, hay colectivos que se ocupan o que prestan más atención a ciertos fenómenos, o ciertos espacios de preocupación de poder. Por eso las ecofeministas hacen énfasis en la relación de la sociedad con la naturaleza y las ciberfeministas tenemos una preocupación muy explicita por la ciencia y por la tecnología, creemos que las herramientas que estamos utilizando para comunicarnos, que están mediando absolutamente todas nuestras relaciones, de las interpersonales hasta las políticas, son profundamente ideológicas y están desarrolladas desde una visión del mundo muy específica, y es cuestionada y que es absolutamente machista. Nosotras lo que reivindicamos es la construcción de tecnologías de la información y la comunicación feministas y estamos pensando en cómo hacerlas porque finalmente todas estas luchas que nosotras conocemos, o nos enteramos de las compañeras chilenas que suben su performance de un violador en tu camino, lo suben a Facebook que es una red social que fue pensada para vengarse de una ex novia, cuyos servidores están en Estados Unidos y tienen unas prácticas bastante agresivas en contra de la privacidad. ¿Entonces cómo vamos a destruir el patriarcado utilizando las herramientas del patriarcado?

Tenemos que construir nuestras propias herramientas, tenemos que lograr tener unas infraestructuras que nos permitan guardar nuestra memoria como movimiento y que no nos borre nuestras fotos porque estamos mostrando sangre de menstruación, por ejemplo, que es parte de nuestra realidad.

Las ciberfeministas lo que hacemos es poner el foco en ese ámbito de acción, cuestionarlo y construir nuevas alternativas que sostengan las infraestructuras tecnológicas en el nuevo mundo feminista que queremos construir

¿Puedes poner algún ejemplo para que no quede todo en el ciber espacio?

Un ejemplo muy concreto son las políticas de censura. Por ejemplo, de las redes sociales privativas qué pasa, subimos fotos amamantando, nos las borraban porque no cumplían con los estándares de servicio, subimos fotos de menstruación y nos dicen que hay sangre y son violentas cuando estamos hablando de nuestros propios cuerpos. Entonces, ¿quién decide qué es violento y quién no, qué se puede mostrar y qué no, cinco señores blancos de Estados Unidos? Lo que nosotras proponemos es tener nuestras propias computadoras y nuestros servidores donde pongamos las fotos que queramos, donde no nos las borren, donde nosotras como comunidad decidamos, por ejemplo, qué fotos usamos y qué fotos no usamos, que no tengamos que piratear software para usarlo, que usemos software libre, que sepamos cómo estáe hecho, empezar a cuestionar todas esas cositas donde las reglas del mundo tecnológico lo deciden hombres blancos que, probablemente, viven en Estados Unidos.

Inés, ¿y el ciberfeminismo está expandido a todos los continentes? Obviamente, el nivel tecnológico es muy distinto en unos espacios que en otros, en unos lugares que en otros, ¿hay ciberfeministas en todos los continentes?

Evidentemente las tecnologías llegaron más temprano a los países centrales, pero los movimientos, colectivos y organizaciones ciberfeministas más potente en este momento se encuentran en los países periféricos, América Latina tiene un movimiento ciberfeminista envidiable, creativo, innovador, con trabajo de base, con alternativas, haciendo talleres, echando mano de la creatividad para luchar contra la violencia machista. En cada país de América Latina hay iniciativas y colectivas a las que se puede recurrir para aprender, para conocer, para poder leer y enterarse más de las novedades ciberfeministas de cada país.

Inés, ya para terminar, tú eres también comunicadora en el mundo de las radios libres, brevemente, ¿tú ves avances en los medios de comunicación, en general, respecto de cómo se informa del feminismo, respecto a si hay preocupación, como ves tú a los medios de comunicación?

En general los medios de comunicación masivos van haciendo avances, pero de manera muy pequeña, el feminismo ha logrado instalarse en la agenda. Pero, evidentemente, es un feminismo el que presentan muy liberal, que habla por ejemplo de los problemas de las mujeres en los espacios públicos, de la necesidad de romper con los techos de cristal, no dan espacios a los feminismos que van a la raíz, que traten de revertir y proponer propuestas que reviertan la desigualdad estructural. Pero también que en sus propias practican terminan siendo machistas, que las presentadoras que hay todas tienen cuerpos hegemónicos, que muestran estándares hegemónicos de belleza, no ocupan cargos jerárquicos porque los dueños de los medios de comunicación siguen siendo hombres.

Por suerte se están moviendo, por ejemplo, el año pasado en España se organizaron las periodistas en un bloque muy fuerte y muy potente desde los medios comunitarios que pensaríamos originalmente que son espacios mas sensibles a las realidades de género, tampoco lo son, por eso en Argentina se está organizando de manera muy contundente el encuentro radialistas feministas que ya tuvieron su segundo encuentro el año pasado y este año van a tener un tercer encuentro donde están cuestionando no solamente la agenda informativa sino también de qué manera y qué espacios ocupan las mujeres en los medios de comunicación.

Estamos viendo que siempre al final somos las mujeres, aunque sean en los espacios alternativos o de radios libres, o radios comunitarias, si no estamos ahí la agenda feminista tampoco sale.

Yo creo que en este momento cualquier cambio radical que implique la ampliación de derechos para toda la sociedad necesariamente va a tener que venir del movimiento feminista que es quien tiene una agenda más clara y más potente en este momento.