Programa “La plaça dels futurs”, de Siscu Baiges Planas

Radio Municipal de Terrassa. 20 de febrero de 2020

SICOM

Setsuko Thurlow, superviviente del bombardeo atómico de  Hiroshima  y galardonada en 2017 con el premio Nobel de la Paz, en nombre de la Campaña por la abolición de las armas nucleares, ICAN, está con nosotros estos días, ha participado, con Jordi Armadans, director de  Fundipau y Josep Mayoral, alcalde de Granollers  y presidente de la Red de alcaldes por la  Paz en Cataluña y Europa, en un acto para presentar la campaña de sensibilización Construyamos la paz de las ciudades del mundo. Una iniciativa para pedir a las ciudades que aprueben una moción sobre las armas nucleares y de apoyo al tratado sobre su prohibición.

Carlos Umaña, de Costa Rica y miembro activo de la campaña ICAN, también ha participado en este acto acompañando a Setsuko Thurlow y ahora se encuentra con nosotros en “La plaça dels futurs”.

¿Carlos Umaña, buenas noches, qué tal, como esta?

Buenas noches, aquí, un gusto.

Gracias por acompañarnos en “La plaça dels futurs” ¿Cómo resumirías el espíritu de la campaña “Construyamos la paz de las ciudades del mundo”?

Bueno el título lo dice bastante bien, las ciudades son el blanco de las armas nucleares, entonces las ciudades también tienen un interés especial en que se produzca el desarme nuclear.

En el año 2017, por la campaña para la abolición de las armas nucleares, de la que Setsuko Thurlow  y tú formáis parte, recibiste el premio Nobel de la Paz…

Sí, en Oslo.

¿Desde entonces para acá se ha avanzado en la  lucha  por la abolición de estas armas o estamos igual, o incluso peor, que hace 3 años…?

Ha habido dos desarrollos en direcciones opuestas en realidad, pero sí, hemos avanzado. En el 2017 se nos dio a ICAN, en la Campaña internacional para la abolición de las armas nucleares, el premio Nobel de la paz básicamente por dos razones… por concienciar al mundo sobre las consecuencias para el ser humano de las armas nucleares y por generar un tratado de prohibición de estas armas.

El tratado de prohibición es en realidad el paso más grande que se ha dado, especialmente en tiempos recientes, entorno al desarme nuclear, fue un tratado que se negoció en la ONU con el apoyo de 122 países y es un tratado cuya ratificación  ha ido avanzando en a un paso mucho más rápidos  que cualquier otro tratado de desarme anterior, y estamos avanzando en ese sentido.

(Imagen de Pressenza)

Pero hay una parte negativa también, ¿no?

Bueno la parte negativa es la resistencia que hay al tratado y la retórica que se construye en torno a él y que rescata la retórica antigua de dar un valor de disuasión a las armas nucleares. Tenemos, por ejemplo, el discurso que dio Macron hace unos días en relación con el rol de Francia sobre poner sus armas nucleares para la disuasión en la Unión Europea, tenemos a Trump  diciendo que va lanzar mini-bombas nucleares, que no van a ser de destrucción masiva, según ellos, porque son mini, y también hay una “gradación” del uso de la amenaza de las armas nucleares por parte de Trump y de Putin, que si bien puede que sean amenazas vacías, pero el hecho de que se utilice esa retórica aumenta el riesgo. Tenemos, por ejemplo, el reloj del Apocalipsis, del boletín de científicos nucleares, que existe desde 1947 y que mide el riesgo de una destrucción del mundo por una guerra nuclear en minutos hacia la medianoche, la medianoche sería la destrucción del mundo, estamos actualmente a cien segundos de la medianoche, es decir el riesgo más grande que ha habido desde que existe este reloj.

Una mini-bomba nuclear puede matar decenas de centenares de miles de personas, supongo.

Sí, ellos lo que dicen es que se puede controlar la detonación nuclear, pero en realidad no hay tal cosa, ni una mini-bomba nuclear.  Lo que ellos proponen, en teoría, metiéndonos un poco en aspectos técnicos, una bomba nuclear necesita, para generar una masa crítica y generar una explosión, de unos 30 a 80 kilos de uranio, por ejemplo, y ellos proponen usar una cantidad de 300 gr.  y esos 300 gr. generan un masa crítica con una detonación por láser técnicamente imposible;  prácticamente  imposible por un lado y por otro lado el efecto explosivo y el efecto de la radiación es imposible de contener. Entonces, no hay tal cosa como una mini-bomba nuclear  que igualmente afectaría a decenas de miles de personas.

Asistimos a ese juego del gato y el ratón entre EEUU e Irán, con amenazas cruzadas, Europa por el medio, y que no parece que sepa muy bien cuál es su papel. ¿Cómo ves esta crisis?

Bueno, esta una crisis que no es nueva, ha tenido varias versiones a lo largo de la Historia. Es una crisis que siempre acaba trayendo a colación a diferentes actores interesados en mantener la hegemonía nuclear. Irán, por ejemplo, no tiene armas nucleares. E Irán participo constructivamente en la negociación del tratado de la prohibición de armas nucleares. Ahora existe un tratado de no proliferación de armas nucleares que se firmó en 1969 y entró en vigor en 1970, según ese tratado, al que pertenecen la gran mayoría de países de la comunidad internacional, es decir 189 países, los países poseedores de armas nucleares en aquel momento iban a desarmarse en un plazo de 25 años; los países que no tenían armas no las iban a conseguir  y se llegó a un acuerdo por el que la  energía nuclear es un bien inalienable. ¿Qué es lo que ha pasado con el TNP, tratado de no proliferación?, pues que de los países que no tenían armas nucleares solo uno, en realidad, adquirió armas nucleares, es decir la parte de no proliferación ha funcionado, el único que ha adquirido armas nucleares en este plazo ha sido Corea del Norte, a partir del 2006, pero los países que tenían armas nucleares han rehusado desarmarse, y ¿qué es lo que pasa con esto? que estos países le están dando un rol, un significado de potencia a las armas nucleares y eso genera una cierta controversia. Si le estas dando un rol de seguridad a las armas nucleares no puedes pretender entonces que los otros países no quieran tenerlas también. Eso es uno de los pocos avances que ha habido con el TNP y es por eso que el tratado de prohibición viene a llenar este vació legal que ha habido entorno al desarme nuclear.

¿Hay que estar preocupados pues por esa relación entre  EEUU y sus amenazas a Irán? ¿Qué garantías tiene la humanidad de que nunca más volverá a haber un Hiroshima o un Nagasaki?

Ninguna. Mientras existan las armas nucleares el riesgo es permanente y es continuo, cada segundo, de cada minuto, de cada hora, de todos los días.

Este riesgo de los 100 segundos para la medianoche se da por tres razones, por la retórica tan incendiaria de los líderes mundiales, por la crisis climática, que es capaz de generar conflictos regionales en los cuales se utilice armamento nuclear y luego, por la alta tendencia tecnológica que tienen los sistemas nucleares. De las 14.000 ojivas nucleares que hay actualmente, aproximadamente 1.600 están en estado de alerta, es decir 1.600 bombas que están  listas  para ser detonadas en plazo de minutos y estos sistemas de alerta se han activado varias veces por error. Sabemos, por ejemplo, gracias a la ley de libertad de información, que en EEUU, ojo, ha habido 1.000 accidentes con el arsenal de EEUU y de esos 1.000  ha habido 7  gravísimos, que casi han generado una guerra nuclear. Algo parecido sabemos también de Rusia y lo que era antes la Unión Soviética. Es decir, estamos ahora vivos por pura suerte, más que por buena administración de las armas nucleares, al punto que se ha calculado que la guerra nuclear más probable sería una accidental. Mientras existan estas armas nadie esta seguro.

Así, es imposible dormir tranquilo, ¿no?

Si uno está consciente del riesgo no lo es y por eso es que somos varios activistas los que estamos aquí luchando por este tema de forma incansable, porque es un riesgo altísimo y si nos ponemos a ver qué es lo que causa este riesgo es una cosa completamente absurda. Es decir, estamos hablando de que las armas nucleares son un símbolo, no son un arma práctica porque no se pueden usar,  usar estas armas sería un acto suicida. Entonces, el acto propio de la disuasión, de que yo te asusto a ti con mi arsenal, para que no me ataques tú con tu arsenal parece ser la razón de ser de las armas nucleares y, en realidad, no funciona, ya se ha demostrado que no ha funcionado, se demostró en 1963, cuando John F. Kennedy aumentó su arsenal y eso en  lugar de aplacar a los soviéticos más bien los provocó y casi tenemos una guerra nuclear en aquel momento. Entonces, eso es un símbolo en realidad, las armas nucleares son un símbolo que mantienen un riesgo cada vez mayor y un riesgo también carísimo, porque se invierte en el mantenimiento y la modernización de las armas nucleares aproximadamente 116.000 millones de dólares al año.

¿Qué impresión te produce compartir tiempo y actos con Setsuko Thurlow, que estado de ánimo te contagia?

Bueno ya hace años que conozco a Setsuko, es una señora encantadora, muy inteligente, muy “chispa”, como decimos en Costa Rica, tiene una mente muy filosa y a la vez tiene un buen sentido del humor. Pero su testimonio es  sumamente poderoso, es el testimonio de alguien que vivió la detonación en Hiroshima y lo que pasó inmediatamente después, y todo lo que pasó ella con su familia y su sobrino y su hermana, eso es algo muy poderoso, muy conmovedor, de vil, que al escucharlo te provoca ganas de evitarlo,  esto está mal, esto está mal… Entras en la conciencia de que las armas nucleares son algo perverso y que tenemos que hacer todo lo posible para que esto no se dé.

(Imagen de Pressenza)

Por cierto, eres vicepresidente regional de América Latina de la Asociación Internacional de médicos para la prevención de la  Guerra nuclear, ¿cómo trabaja esta asociación?

Nuestra asociación fue creada en 1980, precisamente por médicos soviéticos  y médicos norteamericanos para concienciar al mundo sobre las consecuencias a nivel humano de las armas nucleares y, de hecho, tuvimos muchísima presencia en ese entonces, con los gobiernos de Reagan y Gorbachov hubo incluso iniciativas para el desarme, que culminaron con los tratados STAR a los que siguieron otros acuerdos intermedios y que ahora con TRUM éste acaba por echarlo todo por tierra. Fue por esa iniciativa que se concedió a IPPNW, la Asociación de médicos, nos ganamos el Premio Nobel  de la Paz en 1985 y bueno ganamos, obviamente yo en ese entonces no era parte de la organización.

Exacto.

Y justamente la organización de los médicos, la Asociación Internacional de médicos para la prevención de la guerra nuclear fue la que fundó ICAN en el 2006.

Bueno pero pronto ahora  hay que conseguir que el máximo número de Municipios se sumen a esta campaña para construir la paz, ¿no?

Claro porque tenemos varios países que ya han firmado el tratado. 81 países lo han firmado ya y de esos 81, 35 lo han hecho ley propia, es decir lo han ratificado y el tratado se convierte en ley internacional cuando 50 países lo hayan ratificado, entonces, son muy importantes las ciudades, no solamente porque las ciudades son el blanco de las armas nucleares, que son armas que están hechas para matar a la población civil no combatiente. Es importante también porque las ciudades son el vínculo más directo que tiene la gente  con su gobierno, muchas personas  al enfrentarse con el tema nuclear se sienten completamente impotentes, cuando uno les habla de las consecuencias a nivel humano y del riesgo lo que hay es un sentido de desesperanza porque sienten que no pueden hacer nada, sin embargo muchas personas están mucho más cerca de su municipalidad y la municipalidad y las ciudades velan directamente por el bienestar  de sus ciudadanos. Entonces el apoyo de las ciudades al tratado de prohibición e impulsar a que su gobierno sea parte del tratado es algo que llega a tener mucho poder y esta campaña en realidad, en otros países, ya ha tenido bastante efecto. Alemania, que por si sola no tiene armas nucleares pero que alberga armas nucleares de los EEUU, ha tenido muchísima acción en contra de sus programas a través de los municipios, tenemos ciudades como Berlín, Hamburgo, Colonia, varias más que ya se han sumado a la campaña.  Lo mismo París, por ejemplo. Tenemos en EEUU los Ángeles, Whasington DC, Nueva York y estas iniciativas no solamente están en la retórica de apoyo al tratado de prohibición sino también a la inversión responsable, es decir que los recursos públicos, los recursos de las personas no se utilicen en inversiones relacionadas con las armas nucleares, que de ahí es de donde viene ese problema. Hablamos de eso siempre, de esos 1000 millones de dólares que se invierten anualmente en las armas nucleares. Hay muchísimas instituciones financieras involucradas en las compañías, en las empresas que producen y desarrollan esas armas.

(Imagen: Servei de premsa de l’Ajuntament de Barcelona)

Evidentemente un dinero que estaría mucho mejor empleado en otros destinos, en otras ocupaciones. Carlos Umaña,  muchas gracias por haber estado con nosotros esta noche y gracias por mantener ese activismo y esperemos que ese reloj que nos tiene a cien segundos de la catástrofe final no siga avanzando.

Sí, esperemos, aunque no con el apoyo de todo el mundo, porque esto requiere un cambio de paradigma, un cambio de discurso. A mí me gusta referirme un poco al mensaje que dieron estas activistas chilenas en contra de la violencia contra las mujeres, que hicieron  una performance  en la que decían  “El violador eres tú”, obviamente no se referían al violador como tal directamente sino a todo el sistema que crea y perpetua la violencia contra las mujeres. Lo mismo pasa con las armas nucleares, el hecho de que estemos teñidos, por ejemplo, de potencia nuclear en lugar de problema o amenaza nuclear esto es algo que perpetúa este símbolo y eso es un cambio de discurso que tenemos que hacer y que empieza casi siempre de las bases hacia arriba. Es algo en lo que en realidad todo el mundo debería involucrarse. Cuantas más personas conversen sobe el tema, más personas se involucren, mejor podremos lograr esta estigmatización de las armas nucleares y verlas como el último mal, que es lo que son en realidad.

Ese violador, ¿no? Muchas gracias Carlos Umaña y a ver qué día podemos dormir tranquilos de verdad. Buenas noches.

Mucho gusto!!

 

El artículo original se puede leer aquí