El mundo está en ascuas a raíz de una pandemia que nuestras generaciones no habían experimentado ni sospechado siquiera. Como que ya nos sentíamos invulnerables, todopoderosos, capaces de dominarlo todo. No había obstáculo que se nos interpusiera sin que lo sorteáramos.

Somos la generación que no ha vivido guerra mundial alguna, la que sí vivieron y sufrieron nuestros viejos. Somos la generación de la posguerra, de los tiempos de la guerra fría, del progreso científico-tecnológico sin precedentes, del apogeo y decadencia del estado de bienestar.

Somos la generación que no ha vivido la gran depresión de los años 30 del siglo pasado. Somos quienes han experimentado crisis o guerras locales, puntuales, que no le llegan ni a los talones de las vividas por nuestros antepasados. Somos quienes hemos vivido, sufrido y/o usufructuado de un crecimiento perpetuo, ilimitado.

Cuando creíamos dominarlo todo, nos viene esto en tiempos de genomas, de manipulación genética, de alimentación transgénica, de robotización, de estar más comunicados que nunca, y al mismo tiempo, más incomunicados, de mirarnos menos a los ojos, de tú a tú.

No obstante que hemos estado creando sistemas de seguridad con miras a convertirnos en invulnerables, lo concreto es que hoy por hoy, nos sentimos más vulnerables que nunca. Y la reacción ha sido disímil: en unos los invade el miedo, el pánico, la necesidad de acaparar; otros, se echan al hombro como si nada ocurriera, desconociendo la envergadura de lo que estamos viviendo; los menos, procuran reflexionar, hacer un alto en el camino, para revivir, renacer, repensar la vida que estamos llevando, lo bueno que puede traer esto si es que sobrevivimos.

Lo que se nos viene no es broma. Si logramos sortear la pandemia, el nivel de actividad ya no será el mismo, y por lo mismo, el desempleo campeará. Los ingresos disminuirán y el consumo descenderá. Por más acrobacias que hagan los gobiernos, ya nada será como antes.

Advertencias teníamos de sobra, pero no las veíamos o no las queríamos ver. Tomemos lo que estamos viviendo como una preciosa oportunidad para rehacernos de modo de recuperar un modus vivendi en armonía con los demás y con la naturaleza.

 

Imagen: Fusion Medical Animation on Unsplash