En noticias medioambientales, una serie de recientes mediciones están haciendo sonar las alarmas sobre la aceleración de la crisis climática. Las temperaturas en la Antártida se dispararon la semana pasada a 21 grados centígrados. La Organización Meteorológica Mundial está analizando la lectura de temperatura para determinar si califica como la temperatura más alta registrada en el continente. Mientras tanto, mediciones tomadas por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos muestran que la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera alcanzó niveles récord el lunes. Y el mes pasado fue el enero más caluroso registrado. La Administración Nacional Oceánica afirma que los eneros de los últimos cuatro años son los más calurosos que se hayan registrado.

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