Por Dolores Pizarro Vidal

Quién iba a pensar que un Colectivo interdisciplinario de mujeres, formado por 4 profesionales de Valparaíso, que trabajaban en forma silenciosa y desde el anonimato serían las hacedoras de esta performance que se ha convertido en un fenómeno no sólo en Chile, sino en muchos países del mundo. Reproducida por diversas e incontables mujeres que se han sentido interpretadas con una potente composición y representación “Un violador en tu camino”. Nuestro reconocimiento y agradecimiento a ellas.

Entre muchas otras, ayer (miércoles) se realizó la performance en el exterior del Estadio Nacional de Chile. Un lugar ícono de la Dictadura Militar que lleva grabado con sangre en sus rincones a un Estado opresor. Y que también de manera simbólica fue un favorable punto de encuentro. Pero esta vez – y es lo que lo hace tan potente – se reunieron “Las Tesis Seniors”, mujeres maduras, mayores de 40 años.

Fue una oportunidad reveladora de dos cosas que tenemos en común todas sin importar la edad. Quedó de manifiesto que esto ha ocurrido siempre, y de haber estado vivas nuestras tatarabuelas seguro hubiesen participado, porque es un tema desde el principio de los tiempos. La diferencia radica en que ahora somos fuertes y valientes para reconocerlo y exponerlo.

Y un paso más, evidenciarlo y tomar medidas para que esto no les suceda a nuestras nuevas mujeres por nacer…

Pero a su vez también las mujeres queremos lealtad y contención de parte de nuestro género. Esto es lo que motivó la demandada que presentara la Coordinadora Feminista 8 de Marzo en Valparaíso, quienes exigen la renuncia de la Ministra de la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá, luego de su silencio frente a todas las denuncias que se han presentado con bases sólidas y contundentes sobre los abusos, vejámenes sexuales y violación, en medio del estadillo social del país.

Las mujeres son individuos fuertes, capaces, entrenadas para luchar en la vida. Somos hijas, madres, tías, abuelas, suegras, primas, somos una parte importante del pilar fundamental de la familia. También somos todos los roles en uno y desde nuestros albores históricos como humanidad hemos sido heridas, quemadas, torturadas… nos han tomado como objetos sexuales, nos han cortado la cabeza… (sí, aunque también nos han amado, no se niega).

Pienso que ayer en el Estadio Nacional sólo había mujeres claras, sobrevivientes, emocionadas. Porque aunque todo lo malo ya pasó, esta oportunidad única de este “himno sanador”, nos permite una tremenda catarsis necesaria.

Ya nada peor puede suceder. Y a contar de este fenómeno queda claro que aunque nos quisieran callar, es imposible enmudecer el alma femenina.