Por Jhon Sánchez

Daniel* puede ser deportado a pesar de tener un patrocinador legal para permanecer en los Estados Unidos. Cuando llegó a este país, tenía una visa de turista, y durante ese tiempo, su hermana solicitó su tarjeta de residencia. Él planeaba regresar a Colombia, pero le diagnosticaron VIH. La falta de tratamiento adecuado en Colombia lo convenció de quedarse y esperar para ajustar su estatus de residente permanente.

En Nueva York, Medicaid cubre todos sus gastos médicos, y Daniel estaba agradecido de estar en un estado que le permitiría solicitar su medicación para el VIH. En otros Estados, él sería elegible sólo para el Medicaid de Emergencia, lo que significa un tratamiento único cuando sus células T estuvieran peligrosamente bajas, y tuviera neumonía o sarcoma kaposi y con mínimas perspectivas de recuperación. Eventualmente, obtendría su tarjeta verde, más probablemente, después de un tiempo de espera que por ahora han sido 16 años.

Él conoce el significado de los términos legales PRUCOL y Acción Diferida. PRUCOL significa Residente Permanente Bajo el Color de la Ley. Al igual que Daniel, los inmigrantes de PRUCOL no tienen tarjeta de residencia, pero el gobierno no tiene la intención de deportarlos. Esto se debe a que tienen la posibilidad de ajustar su estatus en el futuro, Acción Diferida, (el caso de Daniel) o por otras razones humanitarias. Nos dice: «Con PRUCOL, no puedo trabajar. No puedo viajar a Colombia, al menos para visitar a mi madre».

Ahora que finalmente su solicitud de tarjeta de residencia va a ser procesada, la Administración Trump lo hizo inelegible bajo la Regla de Cargos Públicos. La regla ha estado en vigor desde finales del siglo XIX y tenía por objeto mantener fuera a los inmigrantes que se podría decir que no contribuirían a la sociedad. Los inmigrantes indocumentados y la mayoría de los titulares de tarjetas de residencia no son elegibles para recibir beneficios públicos. El caso de Daniel es una excepción. A pesar de ser indocumentado, se le otorgó Medicaid porque es un inmigrante de PRUCOL y porque está en Nueva York. Bajo las nuevas reglas, las personas que han recibido beneficios públicos o que es probable que los reciban en el futuro no son elegibles para las tarjetas verdes.

Esto no afectaría sólo a personas como Daniel sino a otras. El oficial de inmigración necesita evaluar una lista de factores para evaluar si el beneficiario va a usar los beneficios públicos en el futuro.  Esos factores son la edad, la discapacidad, la falta de dominio del inglés, el seguro médico, las condiciones de salud y otros. Si una persona está solicitando para su padre, que es mayor de sesenta y cinco años, el oficial de inmigración que procesa la solicitud debe ponderar la edad y los recursos financieros para evaluar si el padre va a recibir el Medicaid en el futuro. Bajo la regla de Trump, si usted está solicitando para su hijo de cinco años, es más probable que su petición sea negada porque según el gobierno, «Un niño no puede trabajar». Y si usted está pidiendo para su esposa mejor que no esté embarazada, o que no tenga diabetes, o artritis, y si tiene un buen dominio del inglés, por supuesto. Tal vez ella necesita ser una Superwoman, de Inglaterra o Canadá.

Los abogados de inmigración suelen pedir a sus clientes una Carta de Patrocinio.  Los latinoamericanos, por ejemplo, buscaron un amigo cercano que tuviera un buen trabajo y que pudiera apoyar financieramente al beneficiario de una tarjeta verde. Me puedo imaginar lo que la gente le dice a sus amigos: «Mi hijo va a ir a la escuela primero y después de graduarse, va a ser ingeniero y va a recibir mucho dinero». No se preocupe; nunca necesitará solicitar la asistencia social».

El patrocinador necesita tener un ingreso del 125% de las Pautas Federales de Pobreza. Pero bajo Trump, no sólo piden un patrocinador sino también que el solicitante tenga un ingreso del 125% de los Lineamientos Federales de Pobreza. Esto es $41,150 para una pareja sin hijos y $73,550 para una pareja con tres hijos. Técnicamente, el gobierno está excluyendo a la mayoría de los trabajadores no calificados que vienen de Centroamérica, México, China, Sudamérica y África. Obviamente, no hay ningún problema si un médico o un ingeniero pregunta por su abuelo. Los ciudadanos noruegos tendrían un pase libre porque su ingreso nacional bruto (INB) es de 103.000 dólares. Pero, ¿Qué pasaría con otros inmigrantes que vienen de Honduras, donde el INB es de 4.410 dólares?

El Boundless Blog reporta el siguiente impacto:

La nueva medida ha sido detenida por los desafíos legales de trece estados en las Cortes Federales, pero aunque la regla no puede ser aplicada, Trump ya ha aterrorizado a las comunidades de inmigrantes. En un artículo del Texas Tribune, Alicia Coronado cuenta la historia de una mujer indígena que después de sufrir violencia doméstica por parte de su esposo estadounidense, escapó junto con su hija que necesita atención médica permanente. La mujer teme que los beneficios de Medicaid para su hija causen su deportación. Ella había decidido regresar con su esposo abusivo porque «si no tengo seguro, ¿cómo voy a cuidar de mi hija? (Fuente: The Texas Tribune )

En su caso, no tendría ningún problema porque ya es titular de la tarjeta verde, y la regla no se aplicaría retroactivamente. Además, lo haría con la excepción de la Regla de Cargos Públicos si la aplicación se hace a favor de niños, mujeres embarazadas, y mujeres que sufrieron de violencia doméstica y tráfico humano.

Sin embargo, la gente tiene miedo y no quiere poner en peligro su estatus legal en los Estados Unidos.

En el mismo artículo, Alicia Coronado nos cuenta la historia de una mujer que se negó a someterse a una cirugía de cálculos renales porque esto afectaría la petición de su hija para ella y para su esposo.

La regla también es aplicable a un residente permanente que puede ser deportado si es una carga pública dentro de los cinco años después de convertirse en titular de la tarjeta verde. Uno de mis amigos es ciego y me dijo el otro día: «Me alegro de no haber solicitado el Medicaid porque esto podría afectar mi solicitud de ciudadanía».

Inmigración ha explicado que la norma no se aplicará a los residentes permanentes, pero el miedo y la desinformación son lo suficientemente buenos como para impedir que las personas reciban la atención médica que necesitan y tienen derecho a ella.

El efecto escalofriante podría causar la desafiliación de 1.7 millones de niños de Medicaid, según un estudio de California Health Foundation. Tenga en cuenta que esos niños son legalmente elegibles para los beneficios de Medicaid. Los no ciudadanos y las familias con un miembro no ciudadano representan 68 mil millones para los servicios de Medicaid y según MANATT, de los cuales 17 mil millones están en riesgo debido a la regla.

Esto en realidad también significa que el pintor que está pintando su casa puede verse afectado. Según New American Economy, 540.000 personas se verían afectadas por la regla en la industria de la construcción.

Pregúntese si el camarero de su restaurante puede tener Medicaid, o si sus hijos ven al doctor, o si su esposa está embarazada. Bueno, la Nueva Economía Americana reporta que 525,000 personas de la industria de la hospitalidad se verían afectadas

Mucha gente puede pensar: «Es una limitación presupuestaria». El hospital puede perder algo de dinero por la desafiliación de Medicaid». La cancelación de Medicaid significa en realidad que la enfermera, el médico o la recepcionista de su hospital local pueden perder sus trabajos. Según la Fundación de Salud Comunitaria Geiger Gibson/RCHN, se perderían 6.100 puestos de trabajo en el sector médico como consecuencia directa de la aplicación de la norma.

Esto no significa que si un niño con cáncer no es tratado, el dinero irá a su bolsillo. Lo más probable es que el dinero se invierta en bombas para atacar a Siria, Libia o Yemen. La Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2018 aumenta el presupuesto militar en un 18% en comparación con los años anteriores. Así que, si te gusta la regla, mejor que odies a tu médico.

El miedo no es la respuesta. No queremos que las familias vivan apretadas en lugares pequeños e inseguros porque tengan miedo de solicitar una vivienda pública. No queremos que una persona piense que el tratamiento de un ataque al corazón le causaría la deportación. No queremos que las mujeres embarazadas rechacen la atención médica basándose en la falsa creencia de que las mujeres inmigrantes embarazadas no son elegibles para el Medicaid.

Esta persecución nos causará a todos un problema económico. Los problemas médicos no tratados causarían emergencias para las cuales los inmigrantes indocumentados son elegibles. Las salas de emergencia son mucho más caras que los tratamientos en curso. ¿Cuánto le costaría a todos los contribuyentes el nacimiento de un niño con problemas crónicos de salud por no haber recibido el tratamiento durante el embarazo de su madre? ¿Cuánto dinero costaría porque muchos inmigrantes se niegan a ponerse la vacuna de la gripe? ¿Cuánto dinero sería para todos nosotros si la gente no toma sus tratamientos preventivos contra el VIH? ¿Cuánto sería la fuerza policial para controlar el foco de malestar social y la frustración causada por la falta de vivienda adecuada? Pero más allá del concepto de presupuesto, necesitamos preguntarnos si realmente queremos una sociedad donde los niños y sus familias se sientan excluidos de su entorno, si queremos una sociedad donde la gente sienta miedo, si yo mismo quiero causar miedo a mi vecino.

* Cambio de nombre por cuestiones de privacidad


Jhon Sánchez: Originario de Colombia, el Sr. Sánchez llegó a los Estados Unidos en busca de asilo político. Actualmente, es un abogado de Nueva York y se graduó de JD/MFA. Sus historias cortas más recientes publicadas en 2018 son Pleasurable Death disponible en The Meadow, The I-V Therapy Coffee Shop of the 21st Century disponible en Bewildering Stories y «‘My Love, Ana,’-Tommy» disponible en https://www.fictionontheweb.co.uk/


Traducción del inglés por Nicolás Soto