El 30 de Octubre en el Auditorio «Claudio Cordero» de la Facultad de Economía de la Universidad de Cuenca se llevó a cabo un Foro denominado «Silencio y memoria: crítica y resistencia social».

Dicho Foro se realizó en el marco de las actividades de Octubre NoViolento impulsadas por la Facultad de Psicología de la Universidad de Cuenca, por tercer año consecutivo; pero también como un acto de recuperación de memoria de lo sucedido con el paro nacional y el levantamiento indígena de inicios de Octubre. Un antecedente clave de este foro fue la participación de estudiantes de la Universidad de Cuenca en una marcha de carácter noviolento realzada n días anteriores, en la que justamente los estudiantes salieron en una marcha silenciosa que, de todos modos, fue reprimida.

Como panelistas estaban Mónica Mancero, docente de la Universidad Central de Ecuador; Sofía Herrera, del Frente estudiantil; Laura Tenemaza, de Organizaciones Sociales Independientes; Kamila Torres, del Colectivo de Geografía Crítica y Walker Vizcarra (Pressenza) por Medios de Comunicación Alternativos.

Kamila Torres, del Colectivo de Geografía Crítica planteó la importancia de la cartografía para no olvidar, la misma que se constituye en una «contra cartografía». En su presentación señaló que durante el paro nacional se contabilizaron más de 120 registros de protesta social, tales como cierres de vías o tomas pacíficas.

Mencionó que se registraron 1192 detenciones a nivel nacional. Añadió que el estado de excepción no fue efectivo.

Sofía Herrera, del Frente estudiantil, habló de su experiencia como joven al estar varios días «compartiendo la calle». Indicó que no hubo articulación previa entre las organizaciones y personas, sino que eso se dio de a poco».

Indicó que en los días del paro se visibilizaron «nuevos modos de resistir», como fue el caso de las señoras del mercado que donaban comida; así como el movimiento estudiantil que asumió la posta durante esos días.

Herrera comentó también que vivió en lo personal situaciones de ruptura de relaciones de poder desde la propia casa. Así también añadió que todo esto va más allá del Decreto 883.

Laura Tenemaza, de Organizaciones Sociales Independientes, empezó señalando: «yo soy del páramo», lo cual fue aplaudido por los asistentes al Foro. Se reconoció como hija del levantamiento indígena del 1990, ya que en ese año acompañó a sus padres en dichas acciones.

A más de agradecer como CONAIE a los estudiantes, a las mujeres y a las organizaciones que apoyaron fue enfática en indicar que «desde el lugar que estemos estamos apoyando la movilización», al tiempo que manifestó que «sentíamos la indolencia de la ciudad» cuando se refirió a lo que pasaba en las zonas rurales en los días del paro nacional.

Con mucha fuerza indicó que los «dirigentes de hoy fueron niños en situaciones similares» y que «la lucha sigue!!».

Mónica Mancero, docente de la Universidad Central de Ecuador, indicó que se observó una resistencia social frente al neoliberalismo, y que muchas personas se sumaron con la expresión «Somos CONAIE» cuando se pretendió minimizar la acción del movimiento indígena. Sin embargo indicó también que «no hay una línea homogénea en la CONAIE, sino que eso está en construcción».

Manifestó que «existe una insatisfacción social con el modelo económico» y; sin embargo, «se ha generado un vacío de representación política» que pueda aglutinar lo ocurrido.

Walker Vizcarra (Pressenza) que habló como Medios de Comunicación Alternativos, señaló que en los días del paro nacional se evidenciaron nuevos actores como las mujeres, los jóvenes y los indígenas, lo cual abre nuevos escenarios de participación social, aún cuando hoy «se percibe un divorcio social entre los diferentes sectores de la sociedad».

Desde el campo de la comunicación expresó que «era importante hilvanar nuevos relatos para recuperar la memoria de lo sucedido, pero por sobre todo, de ordenar lo que se propone hacer para superar la situación que vive el país, ya que es necesario contar con una mirada más amplia de los procesos».

Finalmente dijo que «así como se han visibilizado nuevas formas de resistir, posiblemente es necesario generar nuevas formas de diálogo y construcción de actividades en colectivo».

El Foro «Silencio y memoria: crítica y resistencia social» fue un espacio muy importante para el debate, generado además desde un lugar que representa otra mirada del país como es la zona austral del Ecuador. Al finalizar se realizó una ceremonia muy sentida por todos los asistentes.