Iniciamos hoy una serie de artículos de difusión sobre qué es el cambio climático, sus causas y sus consecuencias. En este primer capítulo, explicamos la situación climática de Catalunya en su contexto mediterráneo

 

Por: Josep Cabayol | Ester González | Siscu Baiges

Catalunya se calienta mucho. Y todo el Mediterráneo
Capítulo 1º

Este año, los cerezos no han dado frutos en el Solsonès. Las altas temperaturas, cuando no tocaba, hicieron que florecieran antes, y después, una helada mató las cerezas. Hace dos años, pasó con los almendros. Lo explica Aida Garriga, vigilante de la Red de Observadores Meteorológicos del Servicio Meteorológico de Catalunya, a Emergencia Climática/Vida Verde, programa de Ràdio 4.

El aumento de la temperatura está alterando la fenología, manifestación directa de la afectación del clima sobre las especies vegetales y animales. Se adelanta la floración, se alarga el ciclo vital, hay más agua, aumenta el estrés hídrico, las plantas son más vulnerables en aumentar el periodo vegetativo…

El cambio climático es cada vez más tangible. Ya se puede palpar. Y afecta a la vida cotidiana y la economía familiar.

Junio ​​y septiembre son los meses en que el cambio climático se manifiesta más en Catalunya. Entre el 10 y el 13 de junio, se vivió un episodio de nieve y frío en la mitad norte, y hasta casi la verbena de San Juan, las temperaturas se situaron por debajo de los valores normales. La madrugada del 12 fue la más fría en un mes de junio en muchas regiones del país. La nevada fue excepcional a sectores del Pirineo Oriental y Prepirineo, con nieve a 1.800 metros.

Por el contrario, y desde el día 25, el calor se fue apoderando de Catalunya con valores no alcanzados nunca durante la verbena de Sant Pere. En Barcelona, la noche del 28 al 29, la mínima no bajó de 31 grados en el Observatorio Fabra [inversión térmica]. En el Observatorio del Raval, no bajó de 27, y en el de Zona Universitaria, de 25. Las temperaturas en el interior, prelitoral y valles pirenaicos alcanzaron, los días 28 y 29, entre los 40 y los 43 grados, con récords históricos como 43,6 en Artés (Barcelona), 43,8 en Alcarràs (Segrià), o 42,4 en Breda (Selva). Registros hasta ahora inéditos en la Red de Estaciones Meteorológicas Automáticas (XEMA, por sus siglas en catalán). Episodios de temperatura muy alta que no son sólo esporádicos. Si consulta las temperaturas en el Observatori de l’Ebre, comprobá que, desde 1990 a esta parte, se han disparado los días con temperaturas superiores a los 35ºC.

El viernes 28 de junio, otro fenómeno meteorológico fue aún más significativo: la desproporción abismal entre las temperaturas mínimas y las máximas. En Fornells de la Selva (Girona), la mínima fue de 12,8°C. Horas más tarde, la máxima subía hasta los 43,4 ° C. Una diferencia excepcional de 30,6°. En Das (Cerdanya), se pasó de 7,9 a 38,1ºC. 30,2ºC más alta. En Seròs (Segrià), la mínima fue de 12,7 y la máxima de 42,8°C, 30,1°C de diferencia. Un hecho que se repitió al día siguiente con una distancia de 30.1ºC [de 13,0 a 43,3], según datos extraídos del Boletín de Junio del Meteocat. Las estaciones automáticas de la XEMA nunca habían registrado una amplitud térmica tan grande. Fue la ola de calor más importante de las últimas décadas en las comarcas del interior. Y castigó a toda Europa. Por poner un ejemplo, en Gallargues-le-Montueux, en la Provenza, se batió el récord histórico de temperatura de Francia: 45,9.

Todos estos datos confirman una tendencia: Catalunya se calienta mucho y el clima se radicaliza. Por ahora, la temperatura sube a un ritmo de 0,40ºC cada decenio. Un grado en los últimos 25 años. 1,2ºC desde la era preindustrial. [La temperatura fue bajando de promedio hasta mediados del siglo XX].

Si se mantiene este ritmo, y no hay nada que indique lo contrario, en Catalunya la temperatura habrá aumentado más de 1,5ºC desde la era preindustrial, antes de 2030. Y se alcanzaría el punto de no retorno, – que el IPCC publicado hace un año en Incheon, Corea del Sur, sitúa en los + 1,7ºC -, poco después de 2030. 2ºC en 2040.

La Cuenca Mediterránea, de la que formamos parte, ya ha superado el grado y medio y tiene un pronóstico del MedEC de + 2,2ºC 2040 respecto la era preindustrial.

Agua y precipitaciones

En Catalunya, estamos condenados a disponer de menos agua, sobre todo por el aumento de la temperatura y de la evaporación. Contrariamente, habrá más demanda, tanto por parte de los ecosistemas como de las actividades humanas. En cuanto a las precipitaciones, los indicios no son suficientemente robustos pero no está fuera de lugar hablar de una disminución del 15/20%. También se constata una pérdida de entre el 20 y el 40% del agua disponible en las cabeceras de los ríos catalanes. A mediados de siglo, los modelos señalan una disminución de los recursos hídricos (agua azul) del 9,4% en el Pirineo y Prepirineo (básicos para la regulación de los embalses y la gestión antrópica y ecológica), del 18,2% en las comarcas interiores, y de hasta el 22% en el litoral. En la zona meridional, la disminución de los recursos hídricos será mucho más elevada: el 40% de los valores actuales respecto a los años 80. El 70%, si lo comparamos con los años 40. Aumentarán los periodos de sequía – más largas y continuadas – en todo el país y avanzará la desertificación.

La pérdida de lluvia y de agua disponible será más acentuada en los países del sur de la cuenca mediterránea. La disponibilidad de agua dulce caerá. El aumento de la temperatura incrementará la demanda por irrigación y quedará comprometida la cantidad de agua disponible para la población. Una primera y evidente consecuencia es que se endurecerán mucho las condiciones de vida para las personas, los animales y vegetales. El exceso de temperatura, la falta de agua, las largas sequías y la falta de alimentos incrementarán los procesos migratorios que mirarán hacia la orilla norte.

Tormentas

A pesar de la disminución de las lluvias y el aumento de los periodos de sequía, que se alargarán, las tormentas, cuando caigan, serán más intensas. Lo hemos comprobado los días 22 y 23 de octubre de 2019. Para hacernos una idea. Segun el ACA, se registraronn 1.230m/segundo en el río Francolí la media noche del 22 al 23. Casi 10 veces el caudal del Ebro. Días antes sólo llevaba 1m3/segundo.

A pesar de que en otros episodios ha llovido más, el martes 22 fue el día más lluvioso de las últimas décadas si lo consideran en el conjunto de Catalunya. En el último medio siglo no hay precedentes de un día tan lluvioso en las Garrigues, Pla d’Urgell, sur de la Noguera y este del Segrià. Ha llovido más en un día que en 10 meses. Cinco de las estaciones de la XEMA registraron el día con más lluvia de una serie con más de 25 años de datos: Arcs (Baix Camp), el Poal (Pla d’Urgell), Amposta (Tarragona), Vallfogona de Balaguer (Noguera) y la Granadella (Garrigues).

Las poblaciones más afectadas y con lluvias de récord se han concentrado sobre todo en el Baix Camp, donde Prades, Montbrió del Camp y Vinyols y els Arcs, han llegado a 292.6 mm, 208.8 mm y 199,7 mm, respectivamente. También han sido registros nunca alcanzados antes los 254.4 mm de la Pobla de Cérvoles (Garrigues) y los 206.3 mm de Torroella de Fluvià (Alt Empordà).

La lluvia en muchos casos ha ido acompañada de tormenta: 11.851 rayos nube – tierra. Un tornado en el Maresme.

En el mar se registraron olas de hasta cuatro metros y una disminución de la presión atmosférica que, acompañada de la tormenta, aumentó el nivel del Mediterráneo, – resaca: oscilación extraordinaria del nivel del mar -, hasta medio metro en el Estartit.

Consulte datos aquí.

Las rieras, debido a las construcciones humanas, incrementan la exposición y la vulnerabilidad. Esto debería obligar a no construir y a sacar/apartar viviendas/infraestructuras de zonas inundables, cauces de ríos desviados y terrenos robados al mar. Un mar más elevado y ríos y arroyos llenos de agua por las tormentas más radicales inundarán las zonas costeras cuando se encuentren las dos aguas. La radicalización de la climatología incrementarà los estragos si no cambiamos la manera de relacionarnos con el medio ambiente. Políticos, constructores, sociedad en general, deben entender que el cambio climático causará que la naturaleza recupere territorios ocupados. La sociedad debe comprender que es la naturaleza quien tiene el control de la biosfera y debe quitarse de la cabeza el sueño de que es la humanidad la que la gobierna.

El mar

La temperatura del mar ha llegado a 26,6ºC en el Estartit a primeros de agosto de este 2019. Un nuevo récord. En el Mediterráneo, de media, ha subido 1,2ºC en los últimos 40 años y las aguas se han elevado 13 cm desde 1990. Más de medio palmo. En los últimos 20 años, la línea de la costa ha retrocedido 12 metros de promedio entre Estartit y Begur – 60 cm por año -, zona donde hace las medidas en José Pascual, también de la XOM.

Aunque no se sabe con precisión cuáles serán las consecuencias del deshielo en el Mediterráneo, las previsiones no dudan en indicar que antes de fin de siglo el nivel del mar habrá aumentado más de un metro. El ma r irá avanzando poco a poco y recuperará terreno y . Los deltas del Ebro, Llobregat y Tordera están en peligro evidente. Tanto por la salinización, como por su posible inundación / desaparición. Y esto afecta a una infraestructura básica como es el aeropuerto del Prat. Un buen momento, pues, para plantearse el futuro de un sistema de transporte de costes climáticos muy altos. De hecho, toda la línea de costa es cada día más vulnerable . Hayreplanteemos las infraestructuras existentes y las que se puedan hacer, empezando por puertos, espigones y paseos mano marítima, en definitiva todas las const ruccions hechas a costa del mar y demasiado a la vo ra del mar.

Insolación

La tendencia también señala un aumento de la insolación. T ant el Observatorio del Ebro como el Observatorio Fabra han comprobado hace tiempo que suben las horas de sol: 63 horas más cada decenio en el Ebro, y 93, el Fabra, desde 1968. Es decir, que en Barcelona ahora hay más de 4 5 0 horas de sol más cada año. Y en el Ebro más de 300 . Además insolación, más evaporación y más pérdida de agua, lo que agrava aún más las condiciones de vida.

Tampoco se menysten ir las consecuencias sobre la salud que tiene una mayor exposición al sol.

Algunas reflexiones y conceptos finales

El cambio climático es la consecuencia de la mala gestión que la humanidad hace de la biosfera – entre las que y fundamental, la combustión de materia orgánica, de la que los combustibles fósiles son un derivado – y no la causa de los problemas que la amenazan: cambios en la temperatura del aire y del agua, en las precipitaciones, los suelos, los acuíferos, los océanos, las corrientes marinas, el hielo / deshielo, la pérdida de permafrost, el efecto albedo, los vientos , la insolación, la desertificación, la fenología, los polinizadores, la capacidad de fotosíntesis, la pérdida de biodiversidad, los alimentos, las migraciones.

La combustión de materia orgánica que alimenta el actual sistema económico, el capitalismo, supone contaminar el aire y verter tóxicos que envenenan el espacio que habitamos con las otras especies.

El planeta es finito y finitos son sus recursos, que se agotan

Cuanto más energía y materiales se utilizan, más residuos se generan y, por tanto, aumentan los costes ambientales, para que las economías están agotando la capacidad de almacenamiento de que disponen los sistemas ambientales.

La salud está amenazada. De hecho, lo está la supervivencia de las especies, todas, que habitamos la biosfera.

Es muy duro comprobar que la clase política catalana, española, mundial, asiste impertérrita a un ecocidio de todas las especies. Refiriéndonos a la especie humana, no se inmuta ante la muerte prematura, evitable, de 3 50 pe rsones cada año y en Cataluña por lo menos, por exceso de calor. 1.400, en España. Según Ecologistas en Acción, 39,8 millones de personas respiramos en España aire contaminado por ozono, si lo medimos con los niveles marcados por la Organización Mundial de la Salud. 9,8 millones, según la normativa europea y española Mueren prematuramente por ozono entre 1. 500 y 1.800 pe rsones al Estado. Los costos, según el Banco Mundial, fueron 5.000 millones de eu ros en el año 2013 .

En todo caso, a Catalun ya mo reno 3. 500 personas cada año pe r la mala calidad del aire, 10.000 en todo el Estado y 12, 5 millones a rreu del mundo. Tanto es así que la Agencia Europea del Medio Ambiente sitúa en 2,2 año y es la pérdida de esperanza de vida en todo Eu ropa.

En Cataluña, están aumentando las noches en que la tempe ratura no baja de 20ªC, noches tropicales, lo llaman. En Barcelona, son 90 de media, pero en el Observatorio del Raval superan el centenar. El descanso nocturno es más difícil y las consecuencias sobre la salud, notables. De hecho, el aumento del calor tiene efectos tanto sobre la salud física como sobre la mental. Aparte del estrés que supone conocer y aceptar que el mundo tal como lo hemos conocido ya no será y que tenemos que cambiar hábitos y estructuras mentales. De todo ello, hablaremos en el transcurso de la serie.

Este año las cigüeñas llegaron antes en el Solsonès, desconcertadas. Todas las especies lo están. Las personas, también. Con una diferencia: una parte, no todas, pero una parte, las que controlan el sistema económico, son las causantes. El resto somos colaboradores necesarios. No podemos continuar ni calladas ni resignadas. Nos va el futuro, nos va la vida.

El artículo original se puede leer aquí