Los procesos de aprendizaje contribuyen a aumentar el conocimiento. Pero tales observaciones llevan a los búhos a Atenas.

La afirmación de que las últimas semanas antes de las importantes elecciones en Sajonia y Brandeburgo son también lecciones de democracia para los ciudadanos, por ejemplo, cómo se pueden deformar los principios políticos, es diferente. Los periodos preelectorales muestran la amplitud de las posibilidades de expresión de la lengua alemana, cómo los contenidos políticos pueden ser empaquetados con eficacia electoral. Con demasiada frecuencia, el ciudadano tiene que preguntarse qué es lo que se ha dicho realmente. Se escucha muy poco sobre soluciones para cambiar, con excepción de más dinero para los responsables. Apenas se escucha hablar de racionalizar y reducir la burocracia. Pero también el emperador usa ropa nueva.

En el período preelectoral se siembran semillas para la migración de los votantes o se refuerza la actitud de no votar. El viejo proverbio alemán «Enciende primero y luego habla» parece haber sido olvidado. Las tácticas de confusión ayudan a los eternos conservadores. No a los humanistas asociados a la Ilustración o a los partidos alternativos de izquierda y verdes. Tienen menos posibilidades de hacerse valer frente a los formadores de opinión de los medios de comunicación, que son difíciles de entender, o frente a un montón de carteles.

Irresponsables son los mensajes que ocultan la seriedad del presente o lo esquivan con declaraciones ambiguas para quitarle el deber de la promesa a los diputados venideros. En cualquier caso, el electorado de la democracia representativa apenas tiene posibilidades reales de exigir directamente al partido o a los diputados que rindan cuentas de sus promesas una vez que hayan emitido su voto.

Los escaños en las listas de los partidos o los segundos votos dan a los candidatos ciertas garantías de que se trasladarán a la cámara alta con una remuneración suficiente.

Las lecciones lingüísticas son actualmente las relaciones de los partidos de la coalición con la AfD o la ecología, así como el mandato de la Ley Fundamental para asegurar la paz en Alemania. Las autorías de los Rojos y los Verdes no son tomadas en cuenta. Daniela Vates comenta (Berliner Zeitung 20.8.19) sobre los aspectos de campaña del primer ministro de Sajonia, Michael Kretschmar (CDU) en el Berliner Zeitung del 20.8.2019. Un poder analítico similar tiene la columna del historiador Götz Aly en el Berliner Zeitung del mismo día sobre el comportamiento del SPD.

Los ciudadanos de los nuevos estados federales de repente antes de las elecciones fueron sorprendidos. Después de 30 años del rechazo de los políticos y los medios de comunicación, de repente sus logros son reconocidos y escuchados, en la RDA tampoco fue todo malo.

Hay algo más: ninguno de los activistas del espectro del partido negro-amarillo explica al electorado joven que la prosperidad actual se paga con deudas estatales de casi dos billones de euros. Los jóvenes deben soportar una pesada hipoteca en su futuro. Los jóvenes tienen una deuda personal de préstamos BAFÖG y miles de millones de euros adicionales en obligaciones de pago de sus compras para satisfacer su locura de consumo. Sus contratos de trabajo temporales o su condición de «autónomos» con una «oficina en casa» no les facilitan la vida. Según los criterios del equilibrio capitalista, su futuro está muy cargado. Es lamentable que las circunstancias no sean mejores para la generación joven. Pero la política de los partidos gobernantes tiene gran responsabilidad sobre ello.


Traducción del alemán por Sofía Guevara