A través de un video, aparentemente filmado en la zona de Puerto Inírida, en la selva colombiana, Iván Márquez, Jesús Santrich y al Paisa, los tres ex combatientes de las FARC de quienes se desconocía su paradero y no cumplieron su cita para declarar ante la JEP (Justicia Especial para la Paz), han anunciado la refundación de una nueva guerrilla con el mismo nombre: Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia. En el comunicado leído por Márquez, expresan que el Estado conocerá una nueva modalidad operativa a la que han denominado como la segunda Marquetalia, lugar donde nacieron las primeras FARC, con los ideales de Manuel Marulanda Vélez (Tirofijo) y Bolívar.

El argumento esgrimido son los incumplimientos sistemáticos del Estado con el acuerdo firmado en La Habana (Cuba), que comenzaron al final del gobierno Santos y se hicieron más evidentes con la llegada al poder del partido Centro Democrático, quienes ya habían anunciado hacer trizas el acuerdo y así lo han venido haciendo desde que Iván Duque asumió el poder. Es una decisión que trae múltiples consecuencias, no solo para el proceso mismo, sino porque recrudecerá el panorama del país con el asesinato sistemático de líderes sociales, las amenazas a periodistas, las órdenes emitidas por el Ejército para aumentar capturas y muertes en combate, como ocurrió con los falsos positivos hace algunos años.

Lo único que consiguen Márquez, Santrich y El Paisa es beneficiar el discurso que ha venido desmoronando el proceso y darle la razón a los enemigos de la paz, que ahora anuncian, como lo hizo el senador Álvaro Uribe Vélez en su cuenta de Twitter: “para apoyar los (ex combatientes) de base no se necesitan acuerdos”, en una clara alusión a la promesa de campaña: destruirlos. Es decir, es una decisión que le hace un favor a la extrema derecha. El retroceso tiene múltiples caras y una de ellas, es la situación de las 11.986 personas comprometidas con la paz y siguiendo sus procesos a través de la JEP y el aún mayor riesgo en el que se encuentran las vidas de ex-combatientes y líderes sociales.

Las reacciones por parte del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común–FARC, organización política que el partido “no comparte ninguno de los términos de la alocución (refiriéndose al video). Los Acuerdos de Paz encarnan la culminación del viejo anhelo del pueblo colombiano por poner fin al conflicto armado…”. En el comunicado se reconocen las dificultades de la implementación de los acuerdos y los avances demasiado lentos en ese proceso, pero se ratifica la apuesta por la paz y se hace un llamado a todos los sectores de la población y a la comunidad internacional a “rodear como nunca los Acuerdos de La Habana” y su implementación.