David Anderson

En un pódcast reciente titulado “Cómo solo el 3.5% de la población puede cambiar la sociedad” Sonali Kolhatkar entrevistó a Erica Chenoweth, coautora del libro Por qué la resistencia civil funciona: La lógica estratégica del conflicto no violento. El libro describe un estudio de las campañas mundiales masivas de resistencia no violenta contra la tiranía y el colonialismo desde 1900 hasta el 2006. Los autores descubrieron que las luchas no violentas fueron más del doble de efectivas que su contraparte violenta al alcanzar sus objetivos propuestos. El estudio también concluyó que una campaña no violenta requiere la participación de, en promedio, solo el 3,5% de la población para que esta sea exitosa. Para los Estados Unidos, eso se traduciría en aproximadamente 12 millones de personas.

En algún punto de nuestra historia colectiva todos podemos recordar experiencias fuertes de organización no violenta. A mediados del siglo pasado, por ejemplo, los sindicatos de trabajadores representaban el 40% de la fuerza laboral y, gracias a este movimiento, obtuvimos la semana laboral de 40 horas, la negociación colectiva y la seguridad social. La comunidad afroamericana tuvo gran éxito con la acción no violenta durante el movimiento por los Derechos Civiles con la campaña por el derecho al voto.

Imaginen si, en lugar de concentrarse en ganar poder y no hacer nada, los políticos y las organizaciones centraran su energía y recursos en organizar y movilizar a la gente. Imaginarlo es fácil, pero hacer que suceda es otra historia. Hoy en día, el individualismo ha destruido el tejido social, desempoderando a la gente y aumentando los niveles de estrés, miedo y nihilismo. El suicidio está aumentando en dos dígitos y la adicción a las drogas está en niveles récord – signos de que algo no va bien.

¿Puede esta nueva generación reconectarse con nuestra humanidad común? ¿Tienen algo en común los jóvenes de Hong Kong que luchan por la democracia, los estudiantes en Europa que realizan «huelgas» todos los viernes para presionar a favor de la acción contra el cambio climático y los jóvenes de Estados Unidos que organizaron la Marcha por nuestras Vidas contra la violencia armada?

Hay signos de que algo está en movimiento. Puede tomar formas diferentes o tratar temas diferentes pero el método básico que comparten es el mismo: la movilización no violenta que busca alcanzar una masa crítica. Se comparte el entendimiento de que nadie resolverá ningún conflicto por sí solo y que nada va a cambiar hasta que los poderes actuales sean remplazados por un nuevo grupo de personas con una sensibilidad diferente y que trabajan con un conjunto de valores diferentes.


Traducción del inglés por Armando Yánez