Publicamos acá el discurso que pronunciara Catalina Valenzuela con ocasión de la celebración del 35° aniversario del Partido Humanista de Chile, organizada en el Cine Arte Alameda, en la ciudad de Santiago, el pasado sábado 13 de Julio.

«Amigas y amigos, aquí estamos de nuevo! Somos el Partido Humanista, que nació y se desarrolla como “algo más que un partido”, aunque somos mucho más.

Quiero reiterar el saludo a quienes hoy nos acompañan, nuestros y nuestras invitadas de diversos partidos políticos, agrupaciones sociales, movimientos ciudadanos, a nuestras familias y amigos siempre leales, siempre acompañándonos, a los adherentes y a nuestros militantes. A los históricos, que levantaron este partido con valentía y alegría, en un momento en que la dictadura maltrataba a nuestra gente y reprimía el espíritu de nuestro pueblo. A los jóvenes, que son quienes comienzan a tomar la posta y nos proyectarán hacia el futuro. A los no tan viejos ni tan jóvenes (dentro de los cuales me considero), que hoy nos toca estar a disposición de hacer nuestro aporte. Pero también queremos entregar un saludo de paz fuerza y alegría a nuestros amigos no militantes, pero profundamente Humanistas con quienes compartimos el propósito de Humanizar la Tierra: comunidades del mensaje, Centro de las Culturas, La Comunidad para el desarrollo humano, Mundo sin Guerras, Centro de Estudios Humanistas… todos.

Después de ver un recuento histórico de lo que ha sido nuestro Partido Humanista chileno, tengo el deber de aclarar para quienes no saben esa parte de la historia, de dónde venimos. Surgimos del movimiento social, del pensamiento latinoamericano, de una corriente de pensamiento denominada humanismo universalista, inspirados por Mario Rodríguez Cobos, Silo, y del Movimiento Humanista, el cual nace con el fin de Humanizar la Tierra, superar el dolor y el sufrimiento, y acercar el placer unitivo, ese que surge no de la compulsión, sino de hacer aquello que pensamos y sentimos es lo correcto.

Aunque esto pueda sonar muy poco político, es importante subrayar, que de los 35 años que cumplimos, estuvimos en total 30 sin un parlamentario electo y sin recibir un peso de apoyo de ningún tipo. Puedo asegurar e invito a quien quiera estudiarlo, si es que existe otro partido político en el mundo, que haya hecho este ejercicio, y es que sólo se logra, si se está sostenido como nosotros, en una doctrina profunda e interna, que sin embargo a la hora de manifestarse en lo concreto siempre ha sido contundente.

Fuimos y somos abiertas y radicalmente críticos del sistema neoliberal desde el principio, de hecho, fuimos el primer partido en legalizarnos en época de dictadura, lo que tuvo sus costos, varias amigas y amigos saben de eso, y fuimos el primer partido en abandonar el poder, saliéndonos de la Concertación a un año de su instalación. La principal razón para abandonarla, tal como vimos en los vídeos, fue la decisión explícita de los grupos mayoritarios de ese conglomerado, de administrar este sistema económico heredado de la dictadura, inhibiendo e incluso bloqueando la organización ciudadana. Decisión que también tuvo altos costos para nuestro partido, tanto en términos de proyección, como de crecimiento, e incluso de sobrevivencia, con un binominal activo y un cerco mediático inexpugnable.

Sin embargo, para nosotras y nosotros siempre fue y sigue siendo más importante la coherencia política y personal, que cualquier otro aparente beneficio de la coyuntura, y eso se ha dejado claro hasta el día de hoy.

¿Y qué ha pasado desde aquel momento hasta nuestros días? En estas tres décadas y media de larga caminata y múltiples intentos, aquí estamos, después de una dictadura voraz que se comió los cimientos de una sociedad soñada, y nos escupió la cáscara vacía sin alma y neoliberalizada. En un mundo que da cuenta de sufrir la misma enfermedad “globalizante” en que pese al avance de la tecnología, ciencias y telecomunicaciones, nos tiene cada vez viviendo más en soledad, enfermedad, locura, consumismo, individualismo, fobias y demases. En un país más neoliberal que nunca, con visos fuertes hacia el Neo fascismo, que parece ser la última plaga que asola la Tierra, en tiempos difíciles, obscuros, en que nuestros derechos humanos se debilitan a fuerza de relativizarlos cada día más. Los derechos reproductivos no existen, en que se criminaliza el movimiento social, al pueblo mapuche, al profesorado y estudiantes, reprimiéndoles como no veíamos en décadas, en que derechos ciudadanos básicos, derivados de los primeros como salud, educación, jubilación y vivienda digna no existen. En que a mujeres, homosexuales, lesbianas y trans se nos ataca y mata por el simple hecho de recordarle a este sistema patriarcal y hetero normado , qué somos muches quienes queremos vivir distinto. Este año 2019 van 33 femicidios, según la Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres y 13 ataques de violencia física a la diversidad sexual.

Es en este contexto que quienes tomamos la posta de estos 35 años de vida, lo hacemos con un desafío no menor, personalmente como la tercera mujer electa presidenta de mi Partido y feminista, que es mi condición, orgullosa de saber que ésta es una definición que hoy puede hacer una gran diferencia en este país, siento, al igual que cada una de las personas que hoy están en este desafío, entre los que se cuentan Marcelo Ríoseco País, nuestro Secretario General y Claudio Ojeda como Tesorero, el profundo compromiso de ser capaces de mantener vivo este proyecto, que no busca el aplauso sino abrir nuevos caminos, que en épocas oscuras como éstas, muy pocos son capaces de ver y menos aún se atreven a probar, trabajando tenazmente entre otras cosas en la profundización del arraigo en los territorios, en los frentes y coordinadoras de acción (Feminista, salud, educación, ecología y medio ambiente) y en seguir acompañando el movimiento social, porque es ahí dónde está el sentir de las necesidades, las cuales crecen cada día más y que en este aciago panorama parecen no tener fin.

Asumir, entre otras cosas por ejemplo, que hace un año y poco cambiamos irremisiblemente, nuestra forma de ser Partido tiene un antes y después, luego de que nuestra alianza, el Frente Amplio, (que sin querer pecar de vanidad), sentimos propio, pues fue en manos de nuestro anterior presidente Octavio González quién inició esas primeras conversaciones junto a otro par de representantes de orgánicas, pudo dar pie a lo que hoy somos, o soñamos ser: la alternativa a lo que fue el duopolio, al neoliberalismo, una nueva forma de hacer política, no binaria, amplia, diversa, disidente, y multicolor y multicultural, obtuvo 20 diputados y un senador, quebrando (esperamos para siempre) el duopolio y abriendo una nueva puerta de escape.

Como humanistas obtuvimos 3 diputaciones, Tomás Hirsch, nuestro histórico candidato presidencial, lúcido, claro, veráz, Florcita Alarcón, profesor normalista, por sobre todo artista, que nos recuerda que no está ahí para administrar bien un modelo ajeno, sino para cuestionar hasta la ropa que caracteriza a una sociedad moribunda y Pamela Jiles, una mujer atómica, inteligente, valiente y diversa, constituyendo una bancada pequeña pero que ha sabido darse a conocer a nivel nacional superando sus territorios y teniendo claro que eso significa mayor responsabilidad en lo viene para este país para adelante.

Y entonces cómo se hace, luego de un pasado aterrador y un presente oscuro ¿cuál es la posibilidad de un futuro luminoso? Es desde ahí, desde esa responsabilidad, como Humanistas, como Frente Amplistas, como hombres y mujeres libres, progresistas, libertarios, nos sentimos con un deber por delante, que solo será posible mediante la facultad humana de la intencionalidad.

Las y los humanistas consideramos que la verdadera acción política no es la que se desarrolla en las instituciones del Estado sino aquella que se despliega desde la base social. Aquí se pone en juego una de las visiones fundantes del Nuevo Humanismo: aquella que refiere a la capacidad intencional del ser humano, que constituye el soporte sobre el que se asienta en definitiva su dimensión libertaria. Los condicionamientos que impone el sistema pueden ser innumerables, como lo experimentamos todos los días y una coerción tan sostenida puede llegar a anular, incluso durante un largo tiempo, la manifestación de ese soplo de rebeldía que configura el atributo más esencial de lo humano. Pero siempre llega el tiempo en el que las cadenas mentales se rompen y entonces se abre un momento social humanista. Nosotras y nosotros creemos que, frente a ese umbral, estamos hoy.

En esta misma dirección, quisiera rendir un homenaje al dirigente humanista Mario Aguilar, presidente del Colegio de Profesores, por su respeto –irrestricto- a la voluntad de las bases y por su genuina convicción respecto al valor de la democracia real- es aquí donde estriba su mayor fortaleza.

El Partido Humanista coloca su mirada, su pensamiento y su corazón en el futuro, no en el pasado. La imaginación que esculpe la memoria, la creatividad por encima de las verdades establecidas. Chile fue el laboratorio del neoliberalismo y desde acá lo han exportado hacia el mundo. Les hago una propuesta: desarticulemos el proyecto neoliberal en este pequeño rincón del planeta, demostremos su fracaso, develemos su inmoralidad, y estaremos derrumbando el mito neoliberal para toda esta época y en todo el mundo. Y esa será nuestra contribución a humanizarlo.

Amigas y amigos, sólo les puedo decir, seguiremos adelante porque volamos en un pájaro llamado intento, ¡muchas gracias!»