Ayer fue una gran fiesta de color y derechos humanos para la comunidad LGBT y todos quienes trabajan por la libertad y la celebración de la diversidad.

Ver esta gran atmósfera puede dar la errónea impresión de que todo está bien con la diversidad sexual, pero la realidad de la discriminación y la violencia no se ha desvanecido por completo. Hace solo unas semanas, una pareja de lesbianas sufrió ante una terrible agresión por parte de un grupo de jóvenes en un autobús, y un informe reciente muestra que la discriminación y los delitos de odio contra la comunidad LGBT siguen siendo frecuentes.

El Reino Unido, como la mayoría de los países dominados por las religiones abrahámicas, tiene una historia problemática con relación a la homosexualidad. Mientras que la Antigua Grecia aceptaba tal amor de una manera bastante regulada, los indios americanos incluían a personas de «dos espíritus» en sus sociedades y el emperador romano Adriano expresó su pesar por la muerte de su amado Antínoo al deificarlo y poner su rostro a las estatuas de muchos dioses; el cristianismo, el islamismo y el judaísmo prohibieron la práctica.

En el Reino Unido, la tragedia de las leyes contra los homosexuales privó al mundo de uno de sus escritores más talentosos, Oscar Wilde, y del genio matemático Alan Turing, considerado como uno de los padres de la informática moderna y el héroe descifrador de códigos durante la Segunda Guerra Mundial.

Aunque Gran Bretaña despenalizó la homosexualidad en 1967, la legislación de la era colonial contra el sexo gay impuesta por el imperio más grande de su época (que comprende casi una cuarta parte de la población mundial) sigue vigente en aproximadamente 40 de sus antiguas colonias en Asia y África.

En 1952, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association) definió a la homosexualidad como un trastorno mental y esta denominación siguió vigente hasta 1974. El macartismo incluyó el sexo gay, junto con el comunismo, como un riesgo para los Estados Unidos.

En 1969, los disturbios de Stonewall en Greenwich Village, Nueva York, comenzaron la lucha por los derechos LGBT.

Los desfiles del Orgullo de ayer en diferentes países celebraron el 50 aniversario de este año.


Traducción del inglés por Melina Miketta