Megan Rapinoe, capitana de la selección de fútbol de EEUU, que acaba de ganar su cuarto campeonato del mundo en París, se enfrenta una vez más al presidente Donald Trump por sus políticas discriminatorias contra el colectivo LGTBI y todas las minorias. Lo ha hecho en su discurso de celebración en Nueva York, en el que además ha invitado a «amar más y odiar menos… es nuestra responsabilidad hacer un mundo mejor»

Megan Rapinoe, lesbiana, activista en defensa de los derechos de las minorias, se ha convertido en un símbolo y referente crítico contra las políticas de la Casa Blanca. La selección estadounidense fue recibida por miles de personas en las calles de Nueva York, donde la capitana hizo un discurso en el que defendió el papel de la mujer en el deporte y la diversidad: «Este grupo es fuerte, resistente…Tenemos el pelo rosa y el pelo morado, tatuajes y rastas, tenemos chicas blancas, negras y lo que hay en medio. Tenemos chicas heterosexuales y chicas gays».

La capitana que además fue balón de oro, bota de oro y MVP  de la final del campeonato, aprovechó su discurso para reclamar igualdad salarial con los hombres y lanzar, una vez más, una crítica abierta contra Donald Trump: “Tu mensaje es excluir a la gente. Me estás excluyendo a mí, excluyendo a gente como yo, excluyendo a gente de color. Estás excluyendo a americanos que podrían apoyarte. Creo que nos estás trasladando a una era que no fue buena para todo el mundo. Quizá América es grande para algunas personas ahora mismo, pero no es buena para suficientes americanos en este mundo, y creo que todos tenemos una gran responsabilidad. Tú tienes una gran responsabilidad como presidente de este país de preocuparte por cada persona y tienes que hacer lo mejor para todos”, al tiempo que afirmaba»tenemos que hacer las cosas mejor” y “tenemos que amar más y odiar menos. Tenemos que escuchar más y hablar menos” porque “es nuestra responsabilidad hacer un mundo mejor. Haced lo que podáis, lo que tengáis que hacer. No os encerréis en vosotros mismos”.

La selección estadounidense ha reclamado reiteradamente antes, durante y después del campeonato igual de salario con los hombres. Brecha que es más escandalosa cuando ellos nunca ganaron campeonato alguno y ellas ya han recogido cuatro medallas.