Durante el año pasado, 70,8 millones de personas desplazadas escaparon de la violencia, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Conforme a un informe publicado por la Agencia de Refugiados de las Naciones Unidas (Acnur), llamado Tendencias globales, el número de personas desplazadas duplica al de hace 20 años.

El informe indica tres grupos principales de refugiados, de los que el primero son los 25,9 millones de personas que huyeron de sus países debido a conflictos, medio millón más que en 2017.

El segundo está conformado por 3,5 millones de solicitantes de asilo: personas que están fuera de su país de origen y cuentan con protección internacional, pero están a la espera de que se apruebe o no su condición de refugiado. El tercer grupo es el más numeroso: 41,3 millones de personas desplazadas dentro de sus países.

Según el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, estas cifras suponen “una confirmación adicional de una tendencia creciente a más largo plazo en el número de personas que necesitan seguridad frente a la guerra, los conflictos y la persecución”.

El organismo estima que las soluciones para cada grupo difieren. En el caso de los refugiados pasarían por el retorno a sus países de forma voluntaria con seguridad y dignidad, como sucedió con 593 800 de ellos en 2018. Asimismo, 62 600 de esas personas se naturalizaron.

Millones de personas abandonan sus países en África, Asia o América por verse afectadas por estructuras socioeconómicas totalmente manipuladas y la injerencia continua de las potencias consideradas desarrolladas, según expertos.

En este sentido, Grandi ha destacado que “la Acnur está constantemente comprometida” con la resolución de este problema mundial y “requiere que todos los países se unan por un bien común”, porque se trata de “uno de los grandes retos de nuestros tiempos”.

 

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