Una protesta variada y multicolor marcó el segundo día de la visita del Presidente de los Estados Unidos al Reino Unido. Trafalgar Square se llenó de diferentes grupos: aliados en oposición a la política racista, discriminatoria, belicista y negacionista de Trump: pacifistas y estudiantes, ambientalistas y charlatanes, mujeres en defensa del derecho al aborto, judíos y palestinos, laboristas y verdes, opositores a la guerra en Venezuela y mujeres vestidas con un manto rojo y un sombrero blanco como las sirvientas de la serie televisiva norteamericana «El cuento de la criada», sojuzgadas y forzadas a tener hijos.

La protesta tomó un tono irónico y creativo: la marioneta inflable «Baby Trump», que retrata al presidente estadounidense como un bebé rabioso, ya utilizado en la manifestación del pasado mes de julio con motivo de su primera visita, ha vuelto a volar en el cielo de Londres. Esta vez fue acompañado en el suelo por una estatua de Trump de 5 metros de altura sentada en un inodoro dorado y con la intención de twittear.

Imagen tomada por Denise Baron

Los manifestantes se movieron en procesión con silbatos y bailes, en un ambiente alegre y carnavalesco que la ligera lluvia no pudo apagar. El líder laborista Corbyn, que al igual que otros políticos se negó a asistir al banquete ofrecido ayer por la reina Isabel a los invitados estadounidenses, habló con otros oradores a pocos metros de Downing Street, donde la dimisionaria primera ministra Theresa May ofreció un almuerzo de trabajo con el presidente estadounidense. Corbyn se comprometió a defender el Sistema Nacional de Salud contra las amenazas de la participación de empresas privadas estadounidenses y defendió al alcalde de Londres Sadiq Khan, objeto de la cruda crítica de Trump (que lo llamó perdedor como alcalde de Nueva York Di Blasio, sólo que más corto), declarando: «Estoy orgulloso de que nuestra ciudad tenga un alcalde musulmán, para que podamos luchar contra la islamofobia, el antisemitismo y todo tipo de racismo en nuestra sociedad», recordó que «el racismo divide, la explotación de las minorías divide y trae consigo odio y desprecio, creando un lugar horrible para vivir», e instó a pensar en un mundo «que apunte a la paz y el desarme y en el que se derroten a los fenómenos racistas y  misoginosos».

Trump calificó de «noticias falsas» a los miles de personas que protestaron contra su política, afirmando en cambio que las calles estaban llenas de seguidores entusiastas. Una declaración negada por todas las fotos del día.


Traducción del inglés por Nicolás Soto