Por Sinay Céspedes Moreno

Quito, 5 may (Prensa Latina) Platos decorados, portavelas, lámparas, búcaros, cuadros y sartenes ornamentales adornan hoy casas y vidas de muchas madres, en esta capital, como resultado de un taller de pintura impartido por el artista cubano Esteban Machado.

Niños, adolescentes y adultos confluyeron en el café-galería Arcas de Fe, espacio de trabajo y residencia del pintor, en el norte quiteño, quien junto a su esposa María Isabel Orozco y con apoyo de la embajada y el consulado de Cuba en Ecuador, abrieron sus puertas para enseñar técnicas básicas encaminadas a confeccionar un regalo, a propósito del venidero Día de las Madres.

‘Arte para Mamá’ o ‘Un regalo para Mamá’, se nombró el taller, de dos jornadas, que atrapó a grandes y chicos, quienes en una lección inicial, conocieron términos utilizados en la pintura y algunos tips para hacer de un objeto ya usado, una obra imperecedera.

Las botellas fueron el elemento más socorrido y cambiante, pues llegaron vacías y listas para reciclar, pero terminaron como un portavelas, centro de mesa y hasta como una lámpara rellena con guirnaldas.

Amelia, de siete años, trabajó un búcaro transparente que tomó de su casa, para convertirlo en un hermoso envase colorido, hecho con sus pequeñas manos, con destinataria bien definida: su abuela materna.

José, Stephan y Marcos, también con menos de 10 años, llevaron su imaginación a botellas, que quedarán en algún rincón visible de sus hogares, para ser admiradas por la familia y los visitantes.

Samantha y Alejandra, adolescentes de 15 y 14 años, también hicieron lo suyo y dieron vida a una lámpara, a partir de una botella y a un adorno de pared, con un plato blanco como materia prima, respectivamente.

Pero no solo los niños disfrutaron el espacio, pues adultos acompañantes y algunos de los organizadores del seminario, se sumaron en el intento terminar con hermosas piezas artísticas.

Dignas de ser exhibidas ante cualquier público, cada obra reviste especial importancia, por ser hecha con amor, por personas que hasta hace poco menos de una semana, desconocían detalles relacionados con la pintura, aunque apreciaban el arte.

El sello del regalo, la ayuda que aportó la percepción artística desarrollada por Mari (como cariñosamente le llaman quienes conocen a la esposa de Machado), cuyas recomendaciones para mezclar colores y añadir detalles en los dibujos, resultaron bien acogidas, y por supuesto, el toque final desde el oficio y los pinceles del pintor.

‘La creatividad tiene alas que no se pueden cortar, para no dejar de volar’, dijo Esteban Machado al iniciar la sesión final del taller y sus palabras se transformaron en los adornos que hoy, muchas mamás mostramos con orgullo.

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