La separación y la independencia de la India del gobierno extranjero en 1947 dejaron un legado de enemistad y odio tan permanente entre los dos países, la India y el Pakistán, que ambos siguen en pie de guerra.

Mientras la humanidad se acerca a la luna y a Marte para hacerlos habitables, aquí abajo todavía tenemos que respetar los límites creados por el hombre, incluso cuando se trata de acceder a nuestros santuarios religiosos. Los indios y peregrinos de la fe Sikh se enfrentan a un caso así en el histórico Kartarpur Gurdwara Sahib en Pakistán, establecido por el santo Sikh, Guru Nanak, en 1522, que ahora se enfrenta a barreras para llegar allí porque está situado en el lado pakistaní de la frontera, al otro lado del río Ravi, a 4 km del santuario de Dera Baba Nanak, en el distrito indio de Gurdaspur, donde se dice que el Guru Nanak Dev dio su último suspiro.

Actualmente los peregrinos de la India tienen que tomar un autobús a Lahore para llegar a Kartarpur, que es un viaje de 125 km, a pesar de que la gente en el lado indio de la frontera puede ver físicamente Kartarpur Gurdwara Sahib en el lado pakistaní.

Se ha construido una plataforma elevada en el lado indio, donde la gente usa binoculares para tener una buena vista de Kartarpur Sahib. Sin embargo, todavía no se ha proporcionado a los peregrinos una ruta directa para recorrer estos cuatro kilómetros.

Ahora ha surgido un destello de esperanza y los gobiernos de ambos países han iniciado esfuerzos para construir un corredor que una la India con Kartarpur Sahib en Pakistán. El Vicepresidente de la India, Venkaiah Naidu, colocó la primera piedra para el Corredor Kartarpur en el lado indio el 26 de noviembre de 2018, mientras que el Primer Ministro de Pakistán, Imran Khan, colocó la primera piedra el 28 de noviembre. El corredor proporcionará un paso fácil y sin problemas para los peregrinos Sikh.

Dirigiéndose a la multitud que se había reunido en la aldea de Mann, en el distrito de Gurdaspur de Punjab (India), para la ceremonia de colocación de los cimientos del corredor, el Vicepresidente de la India, Venkaiah Naidu, elogió el proyecto como el corredor de la paz, la humanidad, la unidad y la fraternidad universal. Promete ser, en muchos sentidos, el comienzo de un nuevo capítulo en nuestros esfuerzos por acercar aún más a dos miembros de la familia, dijo Naidu, afirmando que la India creía que la paz era un requisito ineludible para el progreso, y que esto sólo podría lograrse si teníamos un respeto mutuo y un enfoque más firme en las cinco «P» que sustentan el programa mundial para el desarrollo sostenible: la Gente, el Planeta, la Prosperidad, la Paz y la Alianza (People, Planet, Prosperity, Peace and Partnership).

Sin embargo, a pesar de los pasos positivos que se han dado en noviembre de 2018 para cooperar en la construcción del corredor de Kartarpur, las relaciones bilaterales entre la India y el Pakistán volvieron a deteriorarse en febrero de 2019 debido a la muerte de más de 40 miembros de las fuerzas paramilitares de la India en un ataque terrorista en Pulwama y un ataque aéreo de represalia de la Fuerza Aérea de la India en territorio pakistaní.

Pero a pesar de este retroceso, una reunión a nivel oficial entre las dos partes el 14 de marzo de 2019 para discutir las modalidades y preparar un proyecto mutuamente acordado para facilitar la visita de los peregrinos a Gurudwara Kartarpur Sahib a través del corredor de Kartarpur a ser construido, produjo una declaración conjunta después de la reunión en la que se expresaba un progreso satisfactorio y una futura reunión conjunta que se celebraría el 2 de abril de 2019 en Wagah para que los trabajos de construcción del corredor se completaran antes de noviembre de 2019, lo que prepararía el camino para que la primera jatha (grupo de Sikhs) partiera a Pakistán en noviembre de 2019 para asistir a las celebraciones del 550º aniversario del Gurú Nanak.

Pero, ¿el corredor de Kartarpur servirá de camino para mejorar las relaciones entre los dos países? ¿Ayudará a normalizar la situación actual entre los dos vecinos?

Si analizamos el escenario actual, sólo vemos oscuridad, ya que ambos países se mantienen firmes en sus propias posiciones e intentan reprimirse mutuamente en diversas plataformas. La India alega que Pakistán apoya las actividades terroristas en la India y da refugio a los propagadores del terrorismo y está impidiendo los esfuerzos de la India por prohibir a terroristas como Masood Azhar a través de su amigo de siempre, China.

Pakistán afirma que ha entregado al piloto de la FAI Abhinandan Varthaman, capturado por las fuerzas pakistaníes durante el ataque aéreo de la India en Pakistán, como gesto de buena voluntad para reducir la tensión en la región, mientras que la India ha sostenido que Pakistán está obligado a liberar al piloto en virtud de los Convenios de Ginebra.

En realidad, ambos países se enfrentan a recortar sus presupuestos de desarrollo desviando una enorme cantidad de dinero hacia el gasto militar. Ahora ha llegado el momento de que resuelvan sus problemas dejando a un lado sus egos y sentándose a la mesa de negociaciones. De lo contrario, los países que suministran armas a ambos vecinos seguirán prosperando, mientras que las perspectivas para la India y Pakistán son cada vez peores.

Ambos países deben recordar la frase escrita por un autor anónimo: «Todo niño que muere de hambre es víctima de una injusticia inexcusable, especialmente cuando pensamos en el dinero y el tiempo que se dedica a producir armas de guerra y a satisfacer los caprichos egoístas de los buscadores de placer».


Traducido del inglés por Estefany Zaldumbide