Adriana Benjumea, Directora de la corporación humanas de Colombia

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Humanas impulsó junto a otras organizaciones de mujeres la plataforma nacional 5Claves, donde además de apoyar las negociaciones de paz con las FARC-EP se apelaba también a lo que ellas han llamado la Paz Completa, con el ELN.

Adriana Benjumea estuvo en las negociaciones que tuvieron lugar entre el gobierno de Santos y el ELN en La Habana como parte de un equipo de expertas en temas de género, así que vamos a hablar con Adriana porque después del atentado ocurrido en la escuela de policía que dejó más de 20 personas muertas, me parece que el gobierno de Iván Duque se encontró con una excusa de oro para cerrar esos diálogos de paz. ¿Te parece, Adriana, que esto rompe definitivamente la puerta de una paz en Colombia?

Pues es un momento muy desafortunado para el país y para la paz de Colombia, yo creo que, para los procesos de paz del mundo, pero si les digo que rompe definitivamente la posibilidad estaría desconfiando y desconociendo que a pesar de un momento tan difícil, de un acto tan grave, existimos organizaciones y plataformas en Colombia que insistimos que la única posibilidad de dar final a la guerra es una salida negociada.

No hay que perder ese optimismo vital para seguir adelante. ¿Cuál es el análisis que hace la Corporación Humanas de este nuevo gobierno que lleva adelante Iván Duque, como se está cumpliendo con los acuerdos firmados en 2016?

Realmente como lo decían ustedes para iniciar esta conversación, es un gobierno que no participó en lo que significó; el partido del gobierno actual, es un partido que no participó en las negociaciones con las Farc y en ese sentido ni las reconoce ni las entiende ni se compromete con la implementación. De hecho, como bien lo decías tú, un acto tan nefasto, tan grave, tan condenable como el que realizó el ELN en la escuela de policía, es una oportunidad de oro, desgraciadamente, para abatir unas conversaciones que tampoco este gobierno reconoció e impulsó.  Cuando cambia su equipo de gobierno por unas nuevas condiciones que no hacían parte de la hoja de ruta de las negociaciones con el ELN y esto sumado al acto criminal que realizó el ELN, dieron una oportunidad de oro para que no solamente la implementación del acuerdo con las FARC camine a pasos de tortuga, sino que además se rompieran desde el gobierno la posibilidad de seguir conversado de volver a abrir la mesa con el ELN.

De hecho, hay toda una violencia ya instalada en Colombia que no lo podemos adjudicar a un gobierno que lleva pocos meses en el poder. El año empezó tristemente violento, como los años anteriores, con líderes y lideresas sociales y defensores de derechos humanos asesinados, todo esto está relacionado justamente con el bajo cumplimiento de los acuerdos de paz y ahora se suma una persecución a todos los integrantes del ELN, lo que nos hace pensar que esto va a ir creciendo. ¿Cómo ves que se va a ir resolviendo esto desde los territorios, desde los gobiernos municipales, desde el gobierno central?

La situación del país y sobre todo en los territorios más pequeños es muy grave, a la gente la están masacrando, los líderes sociales que han luchado siempre por su tierra, no solamente por sus cosas, sino por las cosas de otros y otras, están siendo asesinados, teníamos un promedio casi de un líder social asesinado por día. Realmente, la exterminación que hay de la sociedad civil y los movimientos sociales es atroz, es vergonzosa. Son momentos de mucha oscuridad y mucha tristeza pero, nosotras estamos muy convencidas que es en estos momentos donde más hay que insistir, la paz es tan necesaria en contextos fundamentalmente como estos, la guerra es tan cruda, tan cruel que por eso hay que terminarla y no se termina con más asesinatos y con más muertes. Esa es la insistencia de las organizaciones que seguimos pensando que el camino es la negociación política, porque si muchas de nosotras estamos en las grandes ciudades, pero quien está padeciendo toda esta guerra, esta persecución, fundamentalmente son hombres y mujeres campesinas que están defendiendo la tierra, los recursos naturales, la justicia social y eso no hay que perderlo de vista a la hora de pensar en la paz, no es despreciable ninguna vida que se pueda proteger en los territorios mas pequeños de este país.

Adriana, ustedes desde siempre por la misión, la vocación de Humanas les han hecho un seguimiento muy cercano a las cuestiones de género tanto en los diálogos de La Habana como en los acuerdos mismos que se firmaron, como en los pos-acuerdos. ¿Cuál es tu balance al día de hoy en este escenario oscuro que estamos viviendo?

En los temas de género a las mujeres siempre nos va muy mal, durante todo el proceso de paz con las Farc insistimos muchísimo para que quedaran medidas de género pero fue un trabajo exclusivamente de las mujeres y de los movimientos de mujeres, es como si a la sociedad no le importara que quedaran equilibrado los derechos de las mujeres en un acuerdo de paz, que es para la sociedad. Durante todos lo años de negociaciones insistimos para que quedara y si ahora se revisan los balances de implementación de la paz en Colombia, es justo los temas que están mas parados, menos implementados son las medidas de género, por ejemplo se creó una ganancia que era importantísima en ese proceso y es un fondo de tierras para las mujeres cabezas de familia y en este momento no hay nada absolutamente de ese fondo y así, digamos que muchos de los elementos que se lucharon, más de 100 medidas en el tema de genero, es una de las implementaciones más bajas, no solamente lo decimos nosotras como Humanas, lo dice también el seguimiento oficial que hay para los acuerdos de paz, que una de las organizaciones que hace ese seguimiento de paz, es la fundación Croc, en su ultimo informe refleja como uno de los temas mas atrasados es la implementación de las medidas de género y eso es lo que tiene que ver con las conversaciones con las Farc.

Las conversaciones con el ELN, cuando estuvimos en La Habana conversando con las dos delegaciones, tanto la delegación del gobierno como la del ELN, uno de los objetivo antes de que se posicionara el gobierno del presidente Duque, era lograr un acuerdo de cese al fuego definitivo entre ambas partes y uno de los puntos fundamentales era ver cuál es el impacto diferenciado de la guerra de los territorios de la presencia del ELN y cómo un cese el fuego solamente permite avanzar en una discusión humanitaria en los territorios, sino que tiene impacto distinto sobre las mujeres, en un territorio donde se está combatiendo, las mujeres cabeza de familia no pueden salir a trabajar, sus niños y sus niñas no pueden ir a la escuela. Hay unos elementos ahí fundamentales, pero eso es muy difícil que los guerreros lo entiendan.

Hablando de mujeres y paz, en este primer mes de 2019, la vedad que ha sido bastante terrible esa violencia contra la mujer en Latinoamérica, los datos son impresionantes y parece que Argentina está en primer lugar, han habido allá como 27 femicidios y quería preguntarte cómo es la situación en Colombia a este nivel, también partió muy mal el año.

De hecho, Humanas tiene una alianza de la región, la articulación regional feministadonde  están los países de Argentina, Chile, organizaciones desde México hasta Argentina, Bolivia, Perú y tenemos una audiencia en Bolivia el 14 de febrero porque, realmente la situación de las defensoras y de las mujeres en la región es nefasta, no hay compromiso hacia las mujeres, no solamente las matan en la guerra, en el marco del conflicto armado por ser lideresas, también las están matando en la casa su pareja y su expareja, realmente esta situación no es una discusión solamente de Colombia, no puede ser un interés solamente de las mujeres y de las defensoras de los derechos humanos. Por la arremetida contra las mujeres…

Miren, en Colombia las mujeres trans por primera vez tuvimos asesinatos de mujeres trans el año pasado que superaban los asesinatos de los últimos 5 años, realmente el ejercicio de la política, lo público les está costando también la vida.

¿Cómo ves tú el escenario de articulación de lucha conjunta de los diferentes frentes y movimientos sociales? Hemos visto con mucha fuerza en los últimos tiempos y el año pasado en particular la fuerza del movimiento estudiantil, por ejemplo en Colombia, o del movimiento universitario que incluye docentes, administrativos, estudiantes, etc… Todas las fuerzas de las mujeres, los movimientos de mujeres, ¿esto tiene alguna posibilidad de articulación en este escenario difícil de presión para que los procesos de diálogo con el ELN se reabran, es todavía muy disperso, como lo ves tú?

Yo creo que es fundamental la confluencia de las distintas formas de movilización social, porque lo que hicieron los estudiantes hombres y mujeres el día del acto en la escuela General Santander fue un acto de generosidad que todavía este país, que Colombia no ha podido entender. No solamente que con todo el derecho a la marcha, a la lucha pacífica que tenían ese día, que hayan cancelado y que generosamente hayan acudido a donar sangre para quienes estaban heridos y la necesitaban, yo creo que es un acto de generosidad que no tiene límites y que realmente el país no entiende, porque lo que ha pasado con la fuerza pública de también unir a un gobierno de derecha, la criminalización del estudiante, de la persona que sale a la calle, de la lucha social, de la calle como escenario de las reivindicaciones sociales. Yo sí creo que es necesario seguir pensando en la confluencia de los distintos movimientos, del movimiento de mujeres, el movimiento LGBTI, los y las estudiantes en la calle, los paros campesinos y agrarios, son las mujeres las que en los paros campesinos han parado las calles también, son  las mujeres estudiantes, que cuando decimos estudiantes hay cantidad de hombres y mujeres que además de tener que luchar en este caso las mujeres, los temas de acoso sexual en las universidades, además van también a luchar por lo que es de todos y de todas. Entonces, sí creo que hay la necesidad de reconocer más y visibilizar más el poder que tiene la movilización, lo generoso que implica ir a la calle no por la educación de uno, sino por la educación y los derechos de todos y todas.

Lo que está remarcando Adriana es importantísimo más teniendo los gobiernos que tenemos en Colombia, en Argentina incluso en otros lados donde parece que están mas pendientes de los derechos humanos que no se cumplen en otros países que en lo propios. Y esto viene a colación del tema de Venezuela que inunda la agenda informativa en Colombia y que no sé de qué manera desde las organizaciones civiles, las organizaciones sociales se piensa articular una resistencia para que Colombia no se convierta en un centro de operaciones, digamos, de una invasión hacia este país, una intervención extranjera en el territorio venezolano, ¿forma parte de los problemas y de las discusiones que están teniendo ustedes?

En este país la situación es tan compleja, que la situación de Venezuela nos invade pero nos invade con información oficialista, un poco desde la oposición, también para Colombia y para los movimientos sociales es muy difícil alcanzar a ver lo que hay por dentro de Venezuela, la imposición de Estados Unidos en el gobierno de Venezuela y los problemas propios de un proceso migratorio muy descontrolado y también de mucha necesidad y mucha crisis humanitaria que invade las ciudades. Por supuesto que pone a la ciudadanía común y corriente en contra del gobierno de Venezuela sin entenderlo, en contra de los migrantes, hombres y mujeres venezolanas, que están pasando hambre en las calles colombianas, entonces realmente es una pregunta muy compleja, porque yo ni siquiera te puedo decir “claro en Colombia se está organizando una atención humanitaria para atender a miles de venezolanos hombres y mujeres”. No se recuerda cuando los colombianos hombres y mujeres hicimos ese mismo proceso migratorio a Venezuela, sino lo que se está viendo hoy es una migración masiva, diaria y con mucho rechazo de un país con una cantidad de problemas sociales y políticos, donde por supuesto necesita a quien más echarle la culpa y que mejor que un vecino que está en un mal momento como Venezuela.