El movimiento de los llamados “chalecos amarillos” en Francia se ha convertido en una “oposición real” contra las autoridades francesas.

“El movimiento de los “chalecos amarillos” está desarrollando un cuerpo político, sus representantes en toda Francia se reúnen alrededor de una mesa, por lo que estamos formando un contrapoder”, ha dicho este sábado el vocero de los “chalecos amarillos”, Christophe Chalençon, a la agencia rusa de noticias Sputnik.

De acuerdo con el vocero, el movimiento celebra manifestaciones desde hace casi dos meses y ahora ya “es una fuerza de oposición real”.

Tras señalar que el Gobierno del presidente francés, Emmanuel Macron, está a punto del derrumbe político, indica que si el jefe del Ejecutivo galo no cambia sus políticas su Gobierno “caerá”. Insiste, asimismo, en que es responsabilidad de las autoridades francesas responder a las peticiones de los manifestantes para evitar una posible “guerra civil” en el país.

Los “chalecos amarillos” se han vuelto a manifestar este sábado —en París, Marsella (sureste), Nantes (centro-oeste), etc.— en el séptimo fin de semana de protestas en Francia contra la política social y fiscal del presidente Emmanuel Macron, con solo unos pocos miles de personas movilizadas antes del mediodía, aunque con algunos incidentes con las fuerzas de seguridad. La afluencia fue mayor en Burdeos (suroeste), donde los indignados gritaban: “¡Macron, dimisión!”.

Las manifestaciones de los “chalecos amarillos” –iniciadas el pasado 17 de noviembre– continúan pese a que el Gobierno ha cancelado de forma definitiva los impuestos al combustible.

El mandatario galo advirtió el 22 de diciembre que, si los “chalecos amarillos” siguen con sus protestas, recibirán una “severa respuesta”.

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