Un tribunal hondureño condenó a siete hombres por el asesinato de la líder ambientalista indígena Berta Cáceres. Cáceres, quien obtuvo el Premio Goldman Ambiental que se otorga a defensores del medio ambiente, luchaba contra la construcción de una masiva represa hidroeléctrica sobre tierras indígenas sagradas cuando fue asesinada tras recibir varios disparos en su hogar en marzo de 2016, solo dos días antes de su 45º cumpleaños. El tribunal sentenció que el asesinato de Cáceres fue ordenado por ejecutivos de la compañía responsable de la represa, conocida como DESA, quienes contrataron a sicarios condenados para llevar a cabo el asesinato. Tras la sentencia, Olivia Zúniga, la hija mayor de Cáceres, exigió que los que planearon el asesinato también sean llevados a la justicia.

Olivia Zúniga expresó: “No estaremos conformes hasta que se castigue a los actores intelectuales de este asesinato, donde están involucrados la junta directiva de la empresa Desarrollos Energéticos S.A, pero también están vinculados funcionarios públicos de los últimos tres gobiernos ilegales, productos de un fraude y de un golpe de Estado que han estado operando en este país, cometiendo graves actos de corrupción”.